Académico Jaime Baeza: «En la cuenta pública el Presidente decidió comenzar el gobierno independiente del resultado del plebiscito»

Escrito por Radio JGM el junio 12, 2022

En entrevista con Radio JGM, el doctor en Ciencia Política y académico de la Universidad de Chile, Jaime Baeza Freer, analizó los anuncios de la primera cuenta pública del presidente Gabriel Boric. Con especial énfasis en materias de seguridad y orden público, y proyectó lo que se juega en el plebiscito del 4 de septiembre.

Por Karina González

Jaime Baeza. Fotografía Universidad de Chile.

¿Qué opinión le merece que la primera cuenta pública de Boric se tratara más de anuncios que de análisis de lo realizado en los primeros meses de gobierno?

Creo fue una cuenta pública bien pensada porque sacaron a relucir temas que son interesantes en términos de desarrollo de política pública futura. Creo que la puesta en escena política fue la adecuada y no ha tenido grandes críticas. Ahora bien, obviamente el problema de esto va a ser financiar los anuncios, lo cual va requerir reformas tributarias que van a necesitar el acuerdo de vastos sectores políticos, incluyendo a la derecha.

En la medida que sea capaz de abrirse a negociar con sectores de la oposición para llegar a acuerdos va a poder desarrollar el plan de gobierno, que es bastante ambicioso.

Ahora, yo creo que la oposición tiene una oportunidad en este momento. En un momento en que están bastante fuera de la jugada, pueden entrar a dialogar, porque tienen los votos en el Congreso. Sin embargo, creo que lo más importante es que hay que plantear un plan de gobierno independiente del resultado del referéndum del 4 de septiembre. Y eso es un mensaje político también: “ya no estamos atados a lo que pasa ese día. Independiente de lo que pase vamos a gobernar”, eso yo creo que también le quita presión a la olla.

¿En qué puede afectar que el gobierno haya demostrado una preferencia por aprobar el proyecto de nueva Constitución?

Lo considero una apuesta arriesgada, tal vez necesaria desde su perspectiva, pero es arriesgada porque no sabemos el resultado. Ellos están apostando mucho capital en que la nueva Constitución sea aprobada, pero electoralmente y guiándonos no solo por las encuestas, sino que también por los resultados electorales de los últimos dos años, es bastante zigzagueante concluir el referéndum del 4 de septiembre.

Sin embargo, me da la impresión a partir de la cuenta pública que el Presidente de la República decidió comenzar el gobierno independiente del resultado. Así como se había notado muy amarrado al Apruebo, da la impresión de que el gobierno decidió desapegarse de los resultados y empezar a tomar decisiones de largo aliento. Independiente de lo que pueda pasar el 4 de septiembre. Eso creo que es importante porque re-enfocó las prioridades en una cantidad de políticas públicas impresionantes que planteó y que obviamente van a requerir una reforma tributaria, van a requerir acuerdos políticos, consensos, van a requerir hacer política. Y ese hacer política, obviamente lo desengancha del resultado del referéndum, más allá de que en el gobierno están los jugados por una opción.

Entre otras cosas, el Presidente Boric continúa entregándole harto énfasis a los discursos sobre la delincuencia y la seguridad. ¿Qué le parece el énfasis que le ha dado el Presidente a la delincuencia y la seguridad?

Tal vez no es todo el énfasis que quisieran algunos sectores de la sociedad; pero es bastante más que lo que quieren algunos sectores de su coalición. Por lo que hay una tensión bastante importante que él va a tener que resolver tomando algunas decisiones, las que probablemente van a venir después del referéndum. Yo no sé si va a traducirse necesariamente en cambios de gabinete, aunque es posible. Pero se van a traducir fundamentalmente en decisiones de política pública, que ya de alguna manera se están reproduciendo, como por ejemplo la idea de reformar y no refundar Carabineros.

Otro asunto es que el gobierno del presidente Gabriel Boric se está dando cuenta del problema del narcotráfico y ha sido bastante reiterativo en señalar los últimos días que va a existir un combate directo. Esto ha llevado a que la seguridad pública esté presente como prioridad en la agenda, porque aunque no estaba como prioridad en el programa. Es prioridad para la gente, lo cual marca que los gobiernos plantean algo y que la realidad les va a planteando otra cosa.

¿La reiteración de la agenda sobre delincuencia y seguridad podría generar un impacto en la opinión pública generalizada de que el gobierno está al debe en esa materia?

No, tanto discurso no. Pero si este discurso va a acompañado de acciones las cosas podrían cambiar. Yo creo que ya ha habido acciones, independiente que sean suficientes o no. El solo hecho de que el gobierno haya decidido jugársela por un Estado de Excepción constitucional en la provincia de Arauco, Bio Bio y la región de la Araucanía, demuestra que hay un cierto realismo político porque la opinión pública está a favor de eso. Las encuestas de opinión pública señalan que hay una preferencia por aquello, eso es innegable. Y el gobierno en un acto de realismo político dice “bueno esto hay que hacerlo”. Aunque se ponga en colisión con sectores de su propia coalición que no querían realizar esto.

También es importante reflexionar acerca de dónde va a asentar su coalición durante los próximos cuatro años. Creo que todavía está en una suerte de ordenamiento interno que probablemente va a terminar después del referéndum. Porque además estamos hablando de dos coaliciones que apoyan al gobierno y que no necesariamente están de acuerdo entre sí. Entonces es un escenario bastante complicado de dónde va a estar el eje. Y detrás de ese eje van a existir, probablemente, algunas decisiones en política pública como son las de seguridad.

¿Qué pasa con la figura de la ministra Izkia Siches con la creación del Ministerio de Seguridad?

Ese ministerio es algo que se pedía. Honestamente, creo que no es relevante la figura de Izkia para lo que es o no el ministerio del Interior. Pero la creación de un ministerio de Seguridad Pública es algo que se viene reclamando por vastos sectores políticos hace mucho tiempo. Ello por la falta de especialización que significa mantenerlo en Interior, por la sobre-generalización, las demasiadas actividades que se concentran en un solo portafolio del gabinete.

Por ejemplo, las policías, que el 2010 por efecto de la Ley 20.424 fueron sacados del ministerio de Defensa y llevados al ministerio del Interior, cayeron siempre en una nebulosa. Un ministerio de Seguridad Pública puede asentar las dependencias de las policías más claramente. Me parece una decisión positiva y necesaria.

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