Sandy Joseph, activista y estudiante de Derecho: La lucha de una Diosa Haitiana en Chile

Sandy Joseph hace referencia a su activismo basado en la defensa de los derechos de las y los migrantes haitianos en Chile. Menciona las motivaciones de su lucha y los desafíos que enfrenta el sistema chileno al momento de recibir y oficializar la estadía de las personas extranjeras en el país. Con tan solo 23 años, esta estudiante posee más de 61 mil seguidores en su cuenta de Instagram llamada @diosa.haitiana y más de 37 mil en su cuenta de TikTok con el mismo nombre. A través de sus redes comparte su activismo e informa sobre diversos eventos donde se celebra la cultura de Haití. Además, muestra su vida como estudiante de la carrera de Derecho, donde se encuentra cursando su cuarto año. Con esto, logra motivar a las nuevas generaciones de niñas y adolescentes a tener un sueño y luchar por él.

Por Magdalena Echeñique

La joven haitiana llegó a Chile junto a su hermano desde República Dominicana siendo solo una adolescente, por lo que se enfrentó a múltiples desafíos y dificultades sin el apoyo de una comunidad u organización concreta. Al igual que ella, cuenta que sus amigas pasaron por esa misma situación, donde no existía un espacio en el cual la comunidad podía reunirse y conocerse. Debido a esto, decidió comenzar su activismo, dando una mayor visibilidad a los desafíos que enfrentan día a día los migrantes haitianos en el país. Asimismo, pudo crear una red de apoyo en la comunidad, donde el objetivo principal era “sentirse en casa, sentirse bien”.

Este objetivo se ha logrado, según ella, tanto a nivel nacional como internacional a través de sus redes sociales, las que califica como “puntos claves para poder expandir y compartir con más personas a nivel internacional el activismo”. Sin embargo, estos medios no solo han sido un espacio positivo donde la comunidad se puede reunir, sino que también se forma un lugar donde el odio se hace presente. Joseph cuenta que en una publicación sobre la segunda edición del encuentro que hubo entre las mujeres afrolatinas en Chile, los comentarios en internet se dividieron en dos tipos: entre quienes apoyaban y entendían la importancia que tienen los espacios de encuentro de personas que han vivido situaciones de racismo / discriminación, y entre los comentarios de las personas que decían que debían irse del país.

Al preguntarle sobre sus años viviendo en Chile, y si ha percibido algún cambio en la manera en que las personas tratan y brindan ayuda a la población haitiana, Joseph dijo no poder negar que sí ha habido cambios en la percepción de los chilenos hacia los haitianos. Esto, en parte, aseguró que se debe a las campañas y anuncios que ha realizado cuando busca ayuda para las familias que lo necesitan. Por ejemplo, nombró casos donde se logró recaudar fondos para las víctimas de los incendios, donde incluso hubo familias que perdieron a sus hijos. En este sentido, la activista afirmó que sí hubo un avance en la manera en que las personas empatizaban con estas campañas, al igual que la forma en que cuestionaban su propia opinión sobre la comunidad haitiana. Esto según los mensajes que ha recibido en sus redes sociales, donde las personas comentan que han cambiado su visión de la comunidad porque las cosas que sabían y escuchaban era desinformación. Sin embargo, cuenta que luego de los dichos xenófobos del cantautor Pablo Herrera contra la comunidad haitiana, los comentarios de odio que solía recibir se masificaron. Lo que la llevó a preguntarse, “¿realmente hay un avance?”, y si “¿verdaderamente quieren a la población haitiana en Chile?”. A pesar de esto y de los malos comentarios, Sandy Joseph sigue con su determinación de querer continuar su activismo para defender los derechos de los migrantes.

Organización estudiantil como plataforma de acción

Sobre sus experiencias donde se ha dado cuenta de los resultados positivos de su lucha, la activista recordó las veces que unos niños y niñas le dijeron que era su ejemplo a seguir y que han logrado distintas cosas gracias a ella. Además, contó la vez en la que se dio cuenta de que el activismo antirracista sí ha tenido avances. Desde el año pasado, ella es parte del centro de estudiantes de su universidad, al ver eso, una amiga suya que también es haitiana, se postuló a un cargo y quedó este año en el mismo centro de estudiantes, asegurándole a la activista que ella fue su ejemplo a seguir para atreverse postular. Ante esto, Joseph manifiesta que sintió que su lucha sí se está logrando y que “las mujeres están empoderándose y entendiendo que pueden estar en todos los espacios de poder necesarios e importantes del país”.

Aparte de su función como activista por los derechos migratorios, Sandy Joseph trabaja en una oficina ubicada en el centro de Santiago, en la cual guía y asesora a los migrantes haitianos que quieren regular su estadía en Chile. Al preguntarle por algún caso de su trabajo que le haya impactado y que recordara hasta el día de hoy, responde que una vez le tocó atender a unas personas que habían recibido su visa, pero como no sabían leer en español no supieron qué significaba, dejando pasar los años hasta que su visa venció sin ser activada. Es decir, perdieron su oportunidad de tener la visa activada para estar de manera regular en el país. La activista reconoce su impacto ante este tipo de situaciones, diciendo que “migración recibe al año millones y millones de pesos en multas a personas migrantes, y el hecho de que no puedan hacer el esfuerzo de traducir al idioma francés o criollo haitiano las resoluciones de extranjería para que las personas extiendan lo que significa”.

De esta manera, ella propone que para que el sistema migratorio sea más inclusivo deben comenzar a hacer las resoluciones en varios idiomas, junto con volver a tener las oficinas de extranjerías funcionando de forma presencial, ya que el sistema online es “un impedimento para el acceso a la regularización migratoria”. Porque las personas no pueden ir directamente, sino que deben ir a un cibercafé donde pueden ser engañadas al momento de hacer consultas o deben dirigirse a un estudio jurídico.

Otra de sus propuestas para que el sistema sea más rápido fue la contratación de “facilitadores capacitados”. Quienes deberían explicar de mejor manera a los migrantes haitianos qué procesos deben realizar y qué sistema es más rápido, de esta forma una persona que trabaja no debe esperar tanto tiempo y a su vez, al conseguir sus papeles podrá optar por un trabajo de calidad donde no se exponga a malos tratos solo por no perder el trabajo.

¿Qué hacer ante el odio masivo en redes sociales?

Mirando hacia el futuro y los desafíos que enfrentará este año, Sandy Joseph no descuida su educación superior. Ya en el cuarto año de Derecho en la Universidad Autónoma de Chile, espera poder aprobar todos sus ramos, aprender y utilizar todas las herramientas que le proporcione la universidad. Explica que sus planes son especializarse en materia de los derechos humanos, los derechos migratorios y los derechos de la familia. Le preocupan, por ejemplo, las familias migrantes que han sido separadas debido a la situación precaria en la que viven o por los choques culturales, siendo los más afectados los niños y niñas separados de sus madres.

Como parte de los desafíos que enfrenta, la activista menciona el odio masivo que recibe en sus redes sociales y cómo esto le ha causado inseguridades respecto a su futura vida laboral en el país. Todo este odio la ha hecho cuestionarse si realmente las personas la quieren en Chile y si la contratarían en otros trabajos. También, menciona a la precarización como un desafío al que se enfrenta al tener que elegir si estudiar o trabajar para poder ayudar a su familia.

La última meta que define para este año es que le gustaría reunirse más seguido con la comunidad haitiana y poder hacerlo en un contexto más político, un espacio donde la activista dice “podamos reflexionar acerca de nuestra situación en Chile, activarnos y apoyarnos más” de esta manera “tener como un espacio de contención fija para nosotros”. Finaliza diciendo que está feliz por las cosas que ha logrado con su activismo y que le gustaría poder recibir más oportunidades en las cuales desempeñarse.