Mauro Mura: el hombre de la casa

Escrito por el octubre 5, 2023

El hombre es profesor de castellano, escritor y concejal por Los Andes, ciudad en la que ha vivido toda su vida. El hombre es Mauricio Alejandro Mura Pineda, más conocido como Mauro Mura, el profe Mauro, o sólo Mauro. Aquí dedicamos palabras.

“A diario dejaba puestas dos alarmas, una para despertar y una para dejar de soñar. La segunda la ignoraba siempre.”

                                                                                                                  Microcuento de Eso es todo.

Por Valeria Vega

Un colectivo se detiene frente a una casa pareada de dos pisos. Del colectivo baja un hombre. Alto y robusto, de pelo negro y despeinado con barba frondosa, el hombre camina apoyándose en su muleta. Entra a la casa, se quita la chaqueta, va a la cocina y se prepara un café. El hombre se sienta en su escritorio con su café, abre la computadora, enciende un cigarro y empieza a escribir. El hombre es profesor de castellano, escritor y concejal por Los Andes, ciudad en la que ha vivido toda su vida. El hombre es Mauricio Alejandro Mura Pineda, más conocido como Mauro Mura, el profe Mauro, o sólo Mauro.

Mauro Mura

Mauro Mura.

Mauro Mura nació en mayo de 1995, en un país con una democracia recién recuperada y aún frágil. Fue -en sus propias palabras- criado y malcriado en la ciudad de Los Andes rodeado de cerros, parrones y libros. Se define a sí mismo como un “ciudadano del drama”, amante interpretar la vida de la forma más intensa y dramática posible, lo que se refleja en su gusto por la literatura sufriente. Cerca de él se encuentra el libro que lee actualmente: Doris, vida mía. Siempre lee en físico, a pesar de que los libros de su autoría han nacido en las notas del teléfono.

“Esa imagen romántica del escritor que se sienta junto a la ventana con una pluma a escribir aquí no existe. Soy muy post moderno.”

Siempre la misma ciudad, siempre la misma casa. Una casa con aroma a familia, con paredes de las que cuelgan cuadros de Fidel Castro y Salvador Allende. En la casa viven también la hermana menor de Mauro, su madre biológica y su abuela, a quien Mauro considera su segunda madre. Habitan además dos gatas: Simone Verónica Michelle, llamada así por Simone de Beauvoir y la expresidenta Verónica Michelle Bachelet; y Milanesa Chimbaronga, llamada así porque sonaba bien. En todo caso las llaman Mimi y Chimba respectivamente.

Pero más que gatas, cuadros de figuras políticas o cualquier otra cosa, en la casa hay libros, montones de libros. Hay un libro en cualquier lugar donde quepa un libro, y los títulos van desde El segundo sexo o Rayuela hasta la saga de Crepúsculo.

“Te juro que cuando lo leí para mí era una obra de arte. – dice Mauro. – Para mí estaba Cortázar y Stephenie Meyer.

Mauro recuerda su infancia feliz junto a su familia, especialmente con la presencia de su hermana. Recuerda los juegos en los que inventaban historias y personajes que cada uno representaba. Quizás ahí inició su apego a lo literario y la creación de relatos. A Mauro siempre le gustó leer y sobre todo escribir. Recuerda también una crianza respetuosa. Recuerda a los adultos de su familia, la mayoría simpatizantes del Partido Comunista (PC), siempre estuvieron abiertos a responder las primeras inquietudes de Mauro en torno a la desigualdad.

“Yo me preguntaba “¿por qué algunos tienen cosas que otros no?” y en mi casa siempre se habló de política. Todos pensaban más o menos igual, aunque nadie era militante activo.”

En un país donde el Golpe militar aún se enseñaba como “pronunciamiento militar” y el término usado para referirse a la Dictadura era “Gobierno militar”, Mauro era el alumno conflictivo que le preguntaba a los profesores qué opinaban del tema. A los trece años leyó por su cuenta El Manifiesto Comunista, a los dieciocho años entró a militar a las Juventudes Comunistas (J.J.C.C.)

Finalizó su enseñanza media en el Liceo Comercial de Los Andes con especialidad en Administración, pero siempre supo que quería dedicarse a la pedagogía. Asistió a un preuniversitario al que faltó mucho, excepto al bloque de lenguaje que era lo que más disfrutaba. Dio la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en 2012 y obtuvo buen puntaje, el necesario para estudiar con la Beca Vocación de Profesor en la Universidad de Playa Ancha (UPLA) sede San Felipe.

“La verdad me fui a la UPLA porque soy muy mamón y no me quería alejar de la casa.”

Si bien participó en la organización estudiantil, siempre estuvo más ligado a la política en terreno que a la universitaria. Académicamente los contenidos de la carrera le acomodaban y le gustaban. Le dejó tiempo para participar en política y sobre todo para escribir. Ya llevaba escribiendo desde antes, pero en 2017 esos escritos de adolescente vieron la luz en su primer libro: Y hasta sienten, una recopilación de poemas y antipoemas.

En 2019 fue publicado su segundo libro Eso es todo, una serie de microcuentos. Ambos libros están agotados, sólo disponibles para Kindle por Amazon.

“Me tortura el vacío que hay entre nosotros, ese silencio imperante que nos ahoga. Tal vez es el más crudo de los silencios, ese que está lleno de palabras.”

                                                                                                               Microcuento de Eso es todo.         

– ¡Que suertudo! Tuvo buena infancia, crianza respetuosa, y se le hizo liviana la universidad.

– Sí, en 2019 me fui a pique eso sí. – dice y bebe de su vaso de agua.

Egresado hace poco, trabajando en dos colegios y un preuniversitario, en el año 2019 Mauro cayó enfermo y estuvo sin diagnóstico mucho tiempo. Finalmente resultó ser un tumor en la médula espinal con consecuencias neurológicas. Tras una serie de cirugías, su forma de vida y su capacidad de movilidad han tenido un cambio radical. Su estado es cíclico, a veces necesita muletas, a veces silla de ruedas.

En 2021, durante su proceso de recuperación, ejerciendo la pedagogía de manera online y en plena pandemia, Mauro Mura se postuló a concejal por Los Andes. ¿Por qué?, ¿No estaba lo suficientemente ocupado?

Mauro llevaba desde 2018 siendo considerado como una carta fuerte para postularse, pero en 2020 tuvo que reconsiderarlo por la pandemia y su estado de salud, que hacían imposible una campaña presencial.

– Pero después pensé “¿Por qué una discapacidad tiene que marginarme del ejercicio político, si es uno de los derechos más básicos consagrados constitucionalmente?” Evalué bien lo que involucraba el cargo y decidí que si la gente creía en el proyecto político iban a votar, aunque la campaña fuera online.

– ¿Esperaba ganar?

– Siempre creí que podría ganar, si no lo creyera no habría aceptado la candidatura. Lo que nunca imaginé era la cantidad de votos que iba a sacar.

Mauro fue electo por 1.510 votos de un total de 23.190 votos válidamente emitidos según Servel. La tercera mayoría de un total de 41 candidatos inscritos. La mayoría de los votos salieron de los colegios con padrón electoral mayoritariamente joven. Exalumnos.

– Durante el proceso de campaña me hablaron un montón de chicos y chicas para preguntarme cómo se podían sumar al comando o para ser apoderados, chicos que nunca antes habían participado de la vida política.

Porque Mauro es el tipo de profesor que los estudiantes recuerdan después de egresar. El profesor que interceptan en el patio para pedirle que les haga clases como al otro curso; el tipo de profesor que lee novelas juveniles sacadas de Wattpad para entender los gustos de los alumnos. Algunos egresados lo recuerdan por su timbre con el que revisaba tareas: una imagen de la cantante urbana Paloma Mami que decía “La que puede, puede, y tú puedes.”

 Desde que salió electo ha practicado la transparencia activa. Periódicamente publica el resultado de los consejos municipales y promociona actividades realizadas en Los Andes.

Los vestigios de la enfermedad no le impidieron publicar en 2021 su tercer libro Amores y Curas, una novela que escribió mientras cursaba cuarto medio y que redescubrió cuando hacía reposo por su enfermedad.  Todos sus libros han recibido una muy buena crítica, lo que Mauro agradece, pues con lo que le cuesta mostrar esa parte de él, cree que si alguien le dijera que no le gustaron los libros no volvería a escribir nunca.

Actualmente, cuando el hombre Mauro Mura sale del consejo municipal, apoyado en su muleta toma un colectivo hasta su casa, la casa en la que ha vivido toda su vida. Llega, se quita la chaqueta, va a la cocina y se prepara un café, enciende un cigarro y se pone a escribir su tesis para el Magíster en Liderazgo y Dirección de Centros Educativos en la Universidad de La Rioja. Si tiene el tiempo y la disposición, probablemente también escriba en su proyecto de cuarto libro.

“Se vienen cositas».

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