Nicole Carvallo, cofundadora de Vida Digna: «Creo que todos los políticos tienen fundaciones escondidas pero al final somos las de abajo las que salimos perjudicadas»

Escrito por el octubre 5, 2023

Vida Digna es una ONG que se encuentra en la comuna de La Florida, la cual fue fundada el 25 de enero de 2017 y que opera como centro de rehabilitación y de salud comunitario. Todas las semanas trabajan para el bienestar integral de los vecinos de esta y otras comunas de Santiago, especialmente para niños, adolescentes y adultos mayores en el ámbito biopsicosocial. Hace unos meses perdieron parte importante de su financiamiento, proveniente de fondos concursables, agudizando la situación económica del espacio, lo que les ha llevado a realizar varias actividades para sostenerse en el día a día.

Por Iván Godoy


La situación de Vida Digna y las fundaciones

Nicole Carvallo es la cofundadora de Vida Digna, hija de la directora Margarita Olivares y quien se encarga de las finanzas, contándonos en detalle el complejo panorama en el que se encuentran. Esta situación se ha dado bajo el contexto del Caso Convenios, donde se implica a miembros del Partido Revolución Democrática, por el traspaso directo de fondos públicos a organizaciones no gubernamentales afines al Gobierno.

Lo cual, indudablemente está perjudicando la reputación de fundaciones como Vida Digna, quienes a pesar de no estar involucrados y que realizan sus labores de manera honesta, son estigmatizados y excluidos de los escasos aportes que entrega el Estado. Por ello, en Radio JGM decidimos conversar con Nicole para conocer más de la fundación, qué hacen, cómo sobreviven, cuál es su postura ante estos escándalos y qué se debería hacer.

-¿Cuál es la historia de Vida Digna? ¿En qué actividades se especializan?

Nuestro origen parte desde las experiencias personales. Mi madre, Margarita, la directora de la fundación, fue dirigente social en juntas de vecinos creando pequeñas organizaciones. Como por ejemplo, en un comedor para adultos mayores ante la necesidad de muchos vecinos que estaban en situación de abandono. Donde le dábamos desayuno, almuerzo y once. No había talleres y desde ahí notamos que no tan solo era el alimento lo que se necesitaba sino que había harta necesidad en materia de salud, por ello empezamos a hacer más redes de apoyo. La primera que hicimos fue con la Vicaría que ellos daban talleres en centros, postulamos con ellos y nos ganamos el proyecto en donde teníamos un terapeuta ocupacional y una fonoaudióloga que nos hacían talleres. Entonces, nos complementamos un poco más, iniciamos en 2017.

Ahora bien, mi abuelo tenía cáncer, por lo que sabíamos en carne propia lo deficiente que es la salud. También influyó que a mi sobrino le detectaron autismo, ahí notamos que las terapias eran bien costosas, de ahí surgió la idea de ampliarnos un poquito más, ahí llamamos a voluntarios para que pudieran venir y atender a estos niños que no tenían los recursos para pagar una sesión que podía salir de 25 a 40 mil pesos. Llegaron muchos voluntarios de trabajo social, kinesiología, fonoaudiología y terapia ocupacional.

Después de eso, notamos que era mucha la demanda y la sede vecinal que usábamos se nos hizo más pequeña, por lo que le pedimos a la Municipalidad de La Florida el dato de este sitio que estaba abandonado. Tuvimos que presentar nuestro proyecto explicando qué íbamos hacer acá, nos ganamos el lugar por diez años y tuvimos que postular a otros proyectos, como la del Presidente de la República y también al de la municipalidad para poder hacer la construcción de este lugar y ampliarlo, obviamente para tener más atenciones de niños y adultos mayores.

Al principio, partimos con adultos mayores después ampliamos más a los infantes y actualmente las dos áreas bien compuestas. Aunque, como ahora los niños de aquí han crecido, hemos estado atendiendo también a los adolescentes con autismo. Entonces, todas las áreas se han ido ampliando a través del tiempo, seguimos especializándonos en nuestro centro de rehabilitación comunitario de salud mental. En cuanto a la salud en general, nos especificamos en la tercera edad, donde hacemos atención domiciliaria, también tenemos una doctora que viene una vez a la semana y atiende al usuario en domicilio, además de una odontóloga también. Por ende, en nuestra fundación tenemos todas las disciplinas que son enfocadas en la rehabilitación y a veces atendemos en la parte médica cuando nos llegan derivaciones del CESFAM. Para resumir, abarcamos las áreas de enfermería, fonoaudiología, kinesiología, nutrición y dietética, psicología y terapia ocupacional.

 

-¿Qué requisitos cumplen las fundaciones para postular a los fondos concursables?  

Sí hay que cumplir ciertos requisitos. Con la experiencia de muchos años, sabemos en qué áreas podemos postular, generalmente es en Desarrollo Social, también en Salud o Medio Ambiente. Ahí depende, como tenemos varios terapeutas y especialistas de hartas áreas en las que hacemos talleres, cada uno va poniendo un poquito para poder generar los proyectos sociales. Tenemos que buscar las fechas de las postulaciones para cada ministerio, en el cual se tiene un presupuesto asignado todos los años. Entonces, hay que ir por cada ministerio buscando en el cual cabemos, lo cual es muy difícil, no son muy contables los que podemos postular, o sea, nos sirven al año alrededor de seis proyectos porque en algunos casos no alcanzamos porque te piden solamente una junta de vecinos o corporaciones. Hay otras que son para ONG y fundaciones, en esos podemos entrar.

Los fondos tampoco son altos realmente, en un proyecto como los que han presentado en televisión puedes recibir más, pero en los nuestros casi siempre salen rechazados. Además, piden mucha justificación, de que hay que tener personalidad jurídica, hay que rendir todos los proyectos, pagar sueldos de los trabajadores, siempre se enfocan en la materialidad de los talleres. En los que hacemos de repente, hay unos que son especializados, por ejemplo, solamente en dar talleres y en muy poquitos podemos quedar por atenciones, nosotros como hacemos talleres no hay problema con eso, pero el máximo de todos los proyecto creo que es el 30% de honorarios. Entonces, tú no puedes pedir más, es un poco raro que en algunos lugares sí, pero siempre te dicen que más de eso, además de equipamiento y operacionales que son normalmente insumos que al menos en eso siempre estamos bien, porque como nos ganamos los proyectos, siempre estamos abastecidos con esas cosas pero no en honorarios, que es lo más difícil de mantener y encontrar un financiamiento.

-¿Por qué perdieron la financiación de esos fondos? ¿Cómo se financian ahora?

Todos los años entramos en una tómbola, donde tú mandas un proyecto según las bases y desde ahí un analista lo tiene que revisar. Normalmente de treinta proyectos, diez se terminan aprobando y puede que otros hayan hecho un proyecto que fue considerado mejor o que nosotros nos equivocamos en un documento que nos faltó y ya uno queda rechazado. Entonces, es algo incierto el hecho de que cada año tenemos que postular nuestro proyecto y que simplemente no quedemos. Hace dos años que veníamos postulando a un fondo que se llamaba “Fortalecimiento” y por una extraña razón no lo ganamos. No sabemos el por qué, se supone que a veces se envía un mensaje dando explicaciones pero hemos mandado una respuesta y no nos han respondido nada. Ahora bien, igual no es mucho dinero lo que daba ese fondo, solo eran 2.800.000 pesos y el que postulamos ahora en el que no quedamos fue el fondo 8%, donde ahí se podían ganar 150 millones. 

Para los adultos mayores sigue siendo gratuito, pero la atención de los niños sí se les pide a sus padres un aporte pequeño, por ejemplo, si una sesión de terapia cuesta arriba de 25 mil pesos, acá eso les va a salir si van mensualmente. También están los aportes voluntarios y hace poco hicimos un tarreo porque ya nos habíamos visto muy mal económicamente, entonces llamamos a voluntarios, alumnos en práctica que han pasado aquí, apoderados, personas mayores de nuestro centro que nos quisieron ayudar a recolectar dinero en los metros y en las calles, hicimos una rifa y un bingo también. Entonces, nos hemos ido manteniéndonos como todos los meses, vamos viendo qué tenemos que hacer, si llegamos o no a las metas y ya para el año siguiente podremos volver a postular en los fondos, la primera tanda de proyectos parten como en marzo y después ya no dan más proyectos hasta como por en agosto o septiembre.

-¿Cómo le afecta a su imagen los casos de corrupción en otras fundaciones? ¿Por qué se dan estas situaciones?

Nos afecta demasiado porque obviamente nos meten a todos en el mismo saco, personalmente creo que todos los políticos tienen fundaciones escondidas pero al final somos las de abajo las que salimos perjudicadas, nunca hemos tenido esos beneficios que tienen los políticos. Por eso estoy segurísima de que los mismos políticos arman sus fundaciones y no son solamente los que salen ahora sino que son todos, desde los tiempos de la dictadura que los partidos políticos de todas las áreas han formado su fundaciones para poder sacar fondos públicos para beneficiar a sus partidos o a ellos mismos y eso es una verdad no reconocida. 

Referente a cómo nos afectó esta noticia, nosotros trabajamos directamente con la comunidad, quienes ven la televisión, escuchan la radio y no es que en los medios filtren la información exacta, sino que emiten un juicio que nos mete a todas las fundaciones en el mismo saco y eso afecta en nuestro funcionamiento porque nosotros trabajamos directamente con la comunidad, con distintas poblaciones y nos afecta en cómo nos percibe la gente en su casa, de que “ustedes son de una fundación, cómo lo hacen para vivir, estoy seguro que se han robado plata, con quién se relacionan”. Entonces, contestar esos cuestionamientos y de alguna manera explicarnos para seguir desarrollando nuestro trabajo es súper complejo y delicado. En ese sentido, nos afecta también porque invisibiliza cómo debemos sostenernos todos los meses, por ejemplo, la televisión le daba mucho en especificar toda la corrupción que hay en estas fundaciones pero no he vi ninguna nota donde hicieran la contraparte en la organización que sí está haciendo la pega real, las que están luchando para mantenerse sin estos fondos millonarios. Claramente, sus contactos relacionados aprueban los proyectos, porque se conoce las movidas de los políticos, siempre te prometen el cielo, mar y tierra para las campañas, cuando ellos vienen de para poder «ayudarnos», mientras siguen moviendo todas las piezas para que les pueda salir algo.

 

-¿Creen que el Gobierno debería hacer algo? ¿Cambiar vía ley, reglamentos o mayor supervisión?  

Me imagino que deberían tener supervisión. Respecto a los financiamientos, por cada proyecto, nos piden hasta cuánto nos cuesta la servilleta, explicar por qué y en qué gastamos, pero estas fundaciones que salen hoy en día, si  hacemos una comparación con nosotros que todos los meses estamos ahí «escalando la montaña» para sobrevivir nos preguntamos qué tenemos que hacer para recibir esa cantidad de millones o cuándo nos van a dar un mejor apoyo al trabajo que hacemos. Por que nuestro labor significa para la salud pública lo estemos descongestionando, para dar un ejemplo, atendiendo donde el Estado no está llegando, vamos a los domicilios de los adultos que están tan desprotegidos, que requieren de un apoyo psicológico o de rehabilitación y que el sistema público no lo está ayudando. Entonces, nosotros necesitamos esos recursos para poder llegar a esas personas que lo necesitan.

Es súper complejo también lo que pasa ahí porque siento que las bases para poder postular están bien, están a un nivel que cualquier organización puede postular y también acorde a lo que se quiere pedir. El problema está en los analistas, porque uno al momento que tú postulas siempre vas a tener un encargado de revisar tu proyecto. Se pasa a comisión y después ahí se aprueban o rechazan, después tenemos a otro analista para el proceso de rendición y ahí pasan problemas, como por ejemplo, que no van a los lugares ni supervisan si se está ejecutando o no la labor. Entonces, es probable que esas malas prácticas se hagan con los que están metidos en los partidos políticos, pero lo que pasa también es que en algunos proyectos te hacen firmar que uno no tiene ninguna relación con ningún pariente o con cargos políticos, por lo que es obvio que no están cumpliendo con ello y se coiman. En teoría, los supervisores tienen que ser gente que no tiene conflictos de interés, tampoco estar metido en cargos políticos, entonces la pregunta es qué realmente se puede hacer. Yo creo que la justicia en ese aspecto hay que mejorarla, debe ser más efectista, porque no sirve de nada mandar a la gente de esas fundaciones falsas a clases de ética o que simplemente devuelvan la plata, tienen que pagar con cárcel pero como son gente con poder es difícil luchar contra ellos en este país.

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