Santiago: ¿Qué se teje en el Barrio 21 de mayo?

Escrito por el agosto 22, 2016

“Es triste, porque donde vayas, las laneras nunca van a volver a estar todas juntas (…). No se puede hacer nada más que ruido”, dice Mercedes Rojas, clienta que hace clases de tejido hace más de 11 años en lanería El Siglo. “Es como si sacaran La Vega o el Mercado Central”, comenta Tamara de la Fuente, clienta que hace un par de días se enteró de la situación.

por Javiera Soto Tejo

El fin de un barrio histórico

Hasta el 31 de enero del próximo año hay plazo para desalojar todas las lanerías ubicadas en la calle 21 de mayo. Con ese ímpetu les llegó una carta a los locatarios de los aposentos comerciales en marzo de este año, sin una explicación posterior o previa.

Las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul son las propietarias que arriendan la punta de diamante conformada por seis grandes almacenes y también quienes enviaron la notificación de partida.

Lanas Dina, Lanas Calidad, El palacio de las lanas, La Fortuna y Lanería El Siglo llevan más de 50 años viendo cómo entran y salen visitantes que tienen tantos años como la edificación que pisan: las tejedoras.

La venta de lanas domina este espacio, que también cuenta con tres tiendas más dedicadas a otros rubros. Pero la predominancia de las vitrinas coloridas, llenas de matices y contrastes, han hecho de este lugar un centro de reunión para muchas personas que quieren aprender el oficio de tejer, o bien, hacer una incursión por miles de tonalidades en lanas y emprender un proyecto.

Las lanas del Barrio 21 de mayo

Pero en enero esta práctica llegará a su fin. Elizabeth Catalán, administradora de Lanería El Siglo, cuenta que su local está desde 1956 y hay otros con más años. “Uno dice voy a Patronato a comprar ropa barata, a Independencia por telas, pero con esto ¿dónde vamos a ir? Yo creo que se va a perder una parte importante de la historia» agrega, preocupada por el destino de todos los arrendatarios.

El traslado a otra calle no es lo que más inquieta a los trabajadores. Tal como asegura Elizabeth, muchas personas quedarán sin trabajo porque no tienen los recursos suficientes para trasladarse a otra tienda y deberán cerrar el negocio.

En tanto, la Municipalidad de Santiago Centro no ha trabajado en ningún plan de acción para evitar estas pérdidas y Las Hermanas de la Caridad no se han hecho presente. La congregación ha dado muy poca información, dicen que su representante está fuera del país y no ha habido una respuesta concisa, afirma Patricio Cáceres, encargado de Lanas Dina.

“Nadie sabe nada”

Por tratarse de una propiedad que está en manos de privados, la Municipalidad de Santiago no puede intervenir en gran escala. Es por eso que, aunque a los clientes y locatarios les gustaría que pudieran hacer algo por el lugar, ya están resignados y marchan con un paso independiente. Cáceres confiesa que «queremos tratar de quedar todos juntos, pero no actuar en agrupación, acá cada uno ve su futuro. Esto pertenece a privados y es difícil ganarles a ellos».

El concejal de la comuna y presidente de la Comisión de Gestión Comunal, Alfredo Morgado (PPD), plantea que la primera averiguación que se hizo fue revisar si existía una solicitud para realizar una obra en el lugar.

En las redes sociales, en tanto, se ha marcado el descontento por la pérdida de un barrio tradicional. En facebook han aparecido eventos y grupos como Vamos a tejer este sábado a 21 de mayo y Defendamos 21 de mayo para crear intervenciones afuera de los locales, tanto por el cierre de las tiendas de lanas como por los rumores que se han difundido acerca de la instalación de una multitienda en el sector, sin embargo, no existe nada concreto sobre aquello.

Valor histórico

Este barrio, antes de llamarse 21 de mayo pasó por varios nombres. En la época de la Colonia, la calle era una vía de comercio que se extendía desde la Plaza de Armas hasta el río Mapocho -al igual que hoy en día- pero se denominaba “Calle de la Pescadería”, puesto que se estableció un gran comercio de esa categoría.

Posteriormente comenzó a llamarse “Calle de la Caridad”, debido a la construcción improvisada de un cementerio en la entrada de la calle, en la que iban a enterrar los cuerpos de quienes eran ahorcados en la Plaza de Armas.

Pero ya entrado el siglo XIX, con la edificación del Cementerio General, pasó a llamarse “Calle de la Nevería”, por aquellos que llegaron a vender nieve traída de la Cordillera de los Andes. Más tarde se adoptaría el nombre de 21 de mayo, en homenaje al Combate Naval de Iquique (1879).

En conversación con la arquitecta Denisse Tejeda, licenciada de la Universidad de Santiago, es posible determinar las características que le dan valor a este barrio. Pero a pesar de tener cierto valor histórico, no reúne las características suficientes para transformarse en patrimonio.

De acuerdo a Tejada, la construcción de una posible multitienda en el sector ahora queda en manos de la Dirección de Obras Municipales y de ellos depende autorizar qué es lo que se puede construir en este sector.

El desalojo de las lanerías de la Calle 21 de mayo, se suma de esta manera a otros desalojos de barrios comerciales como el Portal Bulnes, conocido como el «Paseo de las Carteras» en Plaza de Armas, el Mall del Mueble en el Barrio Franklin que más que impulsar el comercio tradicional de la ciudad ha ido en desmedro de la la memoria de un Santiago que acostumbraba a reunir calles «temáticas» que se organizaban en torno a la venta de productos de un mismo rubro. Planificación urbana para un Santiago del siglo XXI que desplaza la tradición y la memoria de sus habitantes.

 

 

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