Duele Chile

Escrito por el noviembre 20, 2018

La jornada de este miércoles 15 fue dolorosa. En diferentes ciudades del país, se vociferaron cantos y discursos en rechazo a la violencia sistemática de la policía, en contra del Estado y las empresas extractivistas. Miles de personas se reunieron para denunciar estos hechos, sin embargo fueron silenciadas por la fuerza policial y el horror.

Ayer escuchamos el relato de los representantes de la Coordinadora Quintero-Puchuncaví, quienes exigieron, con desolación pero mucha fuerza, que el Estado de Chile asuma su responsabilidad por los 50 años de arrastre de una política industrial que prefiere la inversión privadal por sobre el bienestar humano. Política que les ha llevado a convertirse tristemente en una Zona de Sacrificio, en donde no paran de ocurrir situaciones complicadas y dejan entrever que las medidas que el Gobierno ha tomado, en el plan de Alerta Sanitaria, son INSUFICIENTES.

La ministra (S) de Salud, Paula Daza, junto a la titular de Medio Ambiente, Carolina Schmidt determinaron que Codelco Ventanas, AES Gener y otras del sector hidrocarburos como Oxiquim, Copec, Gasmar y Enap, entre otras, deberán detener parcial y/o completamente sus trabajos. El llamado de la sociedad civil es a un fin definitivo y a terminar con el patronazgo de la miseria.

Este jueves 15 de noviembre se declaró una alerta temprana desde la Intendencia de Valparaíso, producto de las condiciones de ventilación del sector. Los habitantes de Quintero-Puchuncaví están secuestrados en sus propias casas, se están muriendo todos los días por las condiciones ambientales, los están expulsando de sus territorios, los están obligando a abandonar sus raíces. Los están matando. Alejandro Castro, joven, comprometido con la movilización y pescador, fue encontrado muerto. Su madre, Alejandra Castro acusa que existen inconsistencias en la investigación de la muerte.

Duele Chile

Ayer, la concentración en Plaza Italia tuvo palabras de rabia y lamento que acusaban al poder de arrancarle la vida a un joven mapuche de 24 años, activista, compañero y padre de familia, cuyo nombre es Camilo Catrillanca.

Su asesinato a manos del Comando Jungla es el lamentable resultado de una política de Gobierno instalada por Sebastián Piñera, que está contenido en el Plan Araucanía inaugurado este año 2018, el cual envía una señal clara de cómo la autoridad llevará su relación con el pueblo mapuche. A meses de su implementación, nos queda claro que se ha privilegiado la violencia por sobre el diálogo. Hoy podemos decir de manera enfática que esa medida del gobierno ha sido un fracaso. Al pueblo mapuche lo hostigan, allanan sus comunidades, les tiran bombas lacrimógenas a sus jardines infantiles, los persiguen y los matan.

Es importante que el Ministro de Desarrollo social, Alfredo Moreno, haga su trabajo y cumpla con llevar a cabo un verdadero diálogo con las comunidades, que entienda la cosmología del pueblo mapuche, que entienda la importancia de la tierra, que no está pensada desde la explotación de los recursos, sino que está vinculada a lo espiritual.

Duele Chile

Tú y yo pagamos la violencia. El Comando Jungla es un equipo multidisciplinario de 80 efectivos de Carabineros con alto poder de fuego, armados con equipo de guerra y que cuenta con vehículos blindados, sistemas aéreos no tripulados, cámaras termales de corto alcance, binoculares con telémetro y cámaras HD. El grupo fue entrenado en Colombia y es el encargado de la militarización de La Araucanía y de ejercer violencia en la población mapuche. Violencia que tú y yo pagamos a través de los impuestos.

A Camilo Catrillanca lo mataron el miércoles mientras iba en su tractor, junto a otro menor. Le dieron un balazo en la cabeza por la espalda mientras se encontraba en su terreno, en donde construía su casa. Su asesinato fue mientras el Comando Jungla realizaba un operativo que, según la versión de Carabineros, involucró a delincuentes comunes en el robo de cuatro autos a profesoras del sector.

La historia que cuenta Carabineros causa duda, ya que si la autoridad asegura a través del Ministro del Interior Andrés Chadwick, y el Intendente Luis Mayol, que esto fue así, la versión es incongruente respecto del proceder. Si son delitos comunes, ¿qué hace el Comando Jungla en terreno?

Duele Chile

Estamos de luto. Catrillanca es uno más de la lista de asesinados en democracia por el Estado y su muerte está aún envuelta en confusiones, dudas que nos llevan a recordar los montajes que Carabineros, como la “Operación Huracán”. La credibilidad de la institución está en riesgo, sino perdida, recordemos el millonario fraude, de delincuentes comunes uniformados. Que no se olvide eso.

Camilo se une a la lista de crímenes en donde la palabra “enfrentamiento” ha marcado nefasta tendencia en los medios de comunicación. Su muerte se suma a la de Alex Lemún, Matías Catrileo,Jaime Mendoza Collio, y Macarena Valdés.

Duele Chile

Lo que se vivió ayer en diferentes sectores del país fue abismante. La violencia desmedida hacia niños y niñas, jóvenes, adultos y tercera edad. Los chorros de agua, los gases lacrimógenos, la ausencia del respeto a los protocolos, denunciado por los Observadores de Derechos Humanos. Carabineros es una institución que debe resguardar por el bienestar de los ciudadanos. Ayer, se pudo evitar todo esto. Ayer se reprimió la palabra, se reprimió el discurso enrabiado, se reprimió la demanda por justicia, se reprimió el grito de denuncia por la violación a los derechos humanos.

PRESIDENTE ¿CUÁNTOS LES FALTAN POR MATAR TODAVÍA? CON ESTE ASESINATO LA DEMOCRACIA SE TRANSFORMA EN UNA MASCARADA SANGRIENTA, EN UN DISFRAZ LLENO DE SANGRE, EL ESTADO DE DERECHO ES SOLO UNA CARETA QUE OCULTA Y PERPETÚA A LOS CRIMINALES.

Raúl Zurita, poeta y premio nacional de literatura, lo señaló ayer.

La piel aún nos arde, pero nos arde más la violencia. Nos indigna ver a Chile así, ver la desconfianza de algunos, quienes apoyan el actuar de Carabineros porque “se reunieron sin permiso”. La libertad de reunión tiene que ser efectiva, lo de ayer fue una humillación. La misión es resistir y seguir en la lucha, es informarse y conectarse con lo que ocurre en nuestro país, porque nos están matando, y ante eso no podemos ser unos desalmados.

Foto principal: Por Diana Torres

*La opinión vertida en este artículo corresponde a la autora y no representa necesariamente la opinión del medio o de la institución en la cual está alojada. 

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