Día de Joven Combatiente: Memoria Viva de Resistencia Popular

No importa en dónde se esté un 29 de marzo, siempre estará presente en la conciencia colectiva que en algún lugar de Chile se prenderán barricadas en alguna calle. Esto en conmemoración de los hermanos Vergara Toledo, asesinados en Dictadura.

Este 29 de marzo se conmemoran 33 años del “Día del Joven Combatiente”. Un día que busca recordar a los jóvenes militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que fueron asesinados por agentes del Estado en la Dictadura Militar. Paulina Aguirre Tobar y Rafael y Eduardo Vergara Toledo, fueron las víctimas que dejó, al menos, el 29 de marzo de 1985.

Rafael y Eduardo Vergara fueron asesinados en lo que hoy es Estación Central, tras asistir a una protesta en contra del dictador Augusto Pinochet. La prensa de la época informó que la muerte de los hermanos se dio como resultado de una persecución policial originada en un intento de asalto a un negocio del sector.

Sin embargo, esta versión fue desechada por el informe emanado de la «Comisión Rettig», creada por el ex Presidente Patricio Aylwin para esclarecer algunos eventos de violación a los derechos humanos ocurridos en la dictadura de Pinochet.

El informe (pág. 20) es claro respecto a ambos: “Rafael Vergara fue ejecutado por agentes estatales estando ya herido y en poder de quienes lo mataron, en violación de sus derechos humanos. Respecto de su hermano, Eduardo Vergara, la Comisión no pudo determinar las circunstancias precisas en que se produjo el enfrentamiento ni la participación que él hubiera tenido. De hecho, considera que pereció víctima de la situación de violencia política«.

Por otro lado, Paulina Aguirre Tobar fue asesinada en el Arrayán (1985) tras ser interceptada a metros de su casa por agentes de la CNI. Según la versión oficial los agentes intentaron detenerla debido a que se habría encontrado armamento en su casa. Paulina, habría sacado un arma y disparado tres veces, lo que motivó a que los agentes le causarán la muerte.

No obstante, la Comisión también es clara en su informe (pág.20) y declara haber llegado a la “convicción de que Paulina Aguirre pudo ser detenida, sin embargo, fue ultimada por efectivos de la CNI cuando regresaba a su domicilio, sin que hubiese oposición de su parte”, por lo que “considera su muerte una violación a los derechos humanos de responsabilidad de agentes estatales”.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), Alicia Lira, recalcó el legado que estos jóvenes dejaron para el país.

Represión

Pocas situaciones actuales son comparables a lo sucedido con Paulina y los hermanos Vergara, mas no por eso se deben pasar por alto las situaciones de represión policial que se registraron esta semana contra los estudiantes.

El pasado martes, en una concentración de estudiantes a las afueras del Ministerio de Educación por el fallo del Tribunal Constitucional acerca del lucro en la educación,  un joven quedo inconsciente tras ser golpeado e intentar ser detenido. Asimismo, una observadora de DD.HH recibió un chorro del carro lanza aguas en su cabeza, haciendo recordar al joven Rodrigo Avilés, que en 2015 estuvo dos meses hospitalizado por un chorro de agua del “guanaco”.

La presidenta de AFEP también comentó esta situación y recalcó que es la impunidad la que permite que estos hechos donde se produce “represión criminal” sigan ocurriendo.

No importa cuántos años pasen, cuantos chorros de agua se derramen, ni cuantos gases se esfumen, lo importante es que la represión desmedida y el abuso de poder no se hagan parte de la cotidianidad de nadie; y que la impunidad no sea la palabra que retumbe cada vez que se habla de Derechos Humanos en Chile.