NO A ESCAZÚ: LA VICTORIA SECRETA DE SEBASTIÁN Y SUS AMIGOS

Escrito por el septiembre 20, 2020

Por Michael Lieberherr Pacheco *

Sebastián y sus amigos esconden su felicidad. En tiempos convulsionados y extraordinarios consiguieron una victoria. Los amigos de Sebastián entienden el poder del secreto y desvían la atención. Se presentan en matinales día tras día y no se cansan de hacer declaraciones desafortunadas como la del político más honesto de Chile, el mismo que redactó una ley dictada directamente por empresas privadas.

Sebastián y sus amigos ya no escuchan, los números y las encuestas los dejaron sordos. Si se guiaran por las encuestas, se hubieran ido hace rato. 

Sebastián y sus amigos tenían sueños, querían ser conocidos por una gestión ambiental amigable. Lograron organizar una reunión internacional para tener nuevos amigos; más ricos y más poderosos. Pero ese sueño se esfumó, las injusticias sociales les explotaron en la cara con manifestaciones en todo Chile, como hace mucho tiempo no pasaba.

Sebastián olvidó ese sueño, ahora y sin la presión de sus pares europeos, olvidó todas sus promesas ambientales. La defensa ambiental salió de su discurso. Una vez más, se frotan las manos y preparan sus bolsillos. 

La jugada que quieren hacer es puntual y concreta, entienden que si hay un momento para buscar el dinero a costa de la destrucción del medio ambiente, es este. En la mitad de una pandemia y con las persona preocupadas por equilibrar el cuidarse, con la necesidad del sustento. 

Sebastián se aferra con todo lo que puede, incluso mandó a algunos amigos a tratar de explicar lo inexplicable: “Este acuerdo mezcla los derechos humanos con los derechos ambientales”, “No es beneficioso para Chile”, han sido algunas de sus inentendibles excusas. Como si los humanos pudiéramos separarnos de la tierra y sobrevivir; como si el derecho a un medio ambiente sano no tuviera validez en un país agotado por las zonas de sacrificio.

La no-firma del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe o Acuerdo de Escazú, es totalmente incoherente. Chile, además de ostentar la presidencia de la COP,  fue uno de los principales promotores del acuerdo, que finalmente no firmó. 

Sebastían y sus amigosLa bajada del acuerdo es calculada y termina siendo grosera. Sebastián busca a toda costa una de sus últimas victorias, entiende que el medio ambiente no puede expresar su enojo como lo hizo la sociedad chilena en octubre pasado. Aunque sea por una última vez, Sebastián les da un regalo a sus amigos. Esos mismos amigos que solo lo saludan y le hablan cuando no les tocan la billetera. 

Qué importan los múltiples conflictos ambientales que mantienen TODAS las regiones del país. Poco importa que Chile se llene de zonas de sacrificio mientras ellos puedan seguir agrandando sus bolsillos. Rápidamente pasaron al olvido los cientos de niños contaminados en Quintero y Puchuncaví, que viven sabiendo que tienen más posibilidades de tener cáncer solo por nacer ahí. Ya nada se habla de los glaciares destruidos por la megaminería, las que tenían que ser las mayores reservas de agua dulce ya no existen o están severamente contaminados.

Sebastián y sus amigos no quieren firmar nada que dañe, aún más, su sistema casi muerto. Porque aunque no quieran, saben que su negocio gigante llamado Chile se acaba a paso acelerado y no quieren ser ellos los que pongan la lápida. 

Por eso, y a escondidas, Sebastián y sus amigos sonríen. 

Pues, la última alegría de Sebastián y sus amigos es, una vez más, a costa de nuestro futuro

*Chile tiene hasta el 26 de septiembre del 2020 para firmar el acuerdo

  • Estudiante Egresado de Periodismo Universidad de Chile
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