Erika Ñanco, de la Asamblea de Mujeres del Gulumapu: «Me atrevería a decir que la mujer indígena sufre una cuádruple discriminación»

Escrito por el septiembre 8, 2019

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena, Radio JGM conversó con la integrante de la Asamblea de Mujeres del Gulumapu, Erika Ñanco, sobre las múltiples discriminaciones y manifestaciones de violencia sistemática en contra de las mujeres indígenas. 

Foto: Uchileindígena.cl

Este jueves 5 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Indígena, declarado de esta forma desde 1983 en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, en forma de homenaje a Bartolina Sisa, mujer aymara asesinada tras liderar una lucha contra los colonos españoles en 1782.

En esta fecha, organizaciones sociales ponen el foco en las condiciones de vida de las mujeres indígenas, que a diario viven constantes abusos y violencia sistemática en todos los territorios. Vale recordar el caso de Macarena Valdés o el de Lorenza Cayuhan, ambos en 2016.

Para ahondar más en esta conmemoración, Radio JGM conversó con la integrante de la Asamblea de Mujeres del Gulumapu, Erika Ñanco.

¿Cómo toma esta conmemoración en un contexto de constante violencia sistemática y discriminación contra la mujer indígena? 

A diferencia de lo que quieren hacer entablar muchos y muchas llamándole la celebración del Día de la Mujer Indígena, lo tomamos como una conmemoración. Claramente, nosotras nos damos cuenta de que, si bien Bartolina Sisa marcó esta etapa por su muerte, vemos que hoy en día todavía existe violencia hacia las mujeres indígenas, tanto a nivel de Chile o Latinoamérica.

En este contexto, justamente el miércoles se dio a conocer la baja sanción a gendarmes acusadas en el caso de Lorenza Cayuhan, ¿cómo ve esta situación precisamente en este día de conmemoración?

Sigue existiendo un grado de angustia y de molestia por haber estado esperando tanto tiempo para que recién exista un poco de justicia. Recién ahora se viene a ver que existe una sanción para estas gendarmes, ¿pero cuánto tiempo estuvo la lamien esperando el sufrimiento que tuvo por parir engrillada?. No se lo devolverán de esta forma. No es compensatorio. Nosotras tenemos que abordar esta violencia sistemática desde las instituciones del Estado y todo lo que lo compone, pero también nos encontramos con una violencia de nuestro mismo pueblo hacia nosotras. Entonces, nos encontramos en una desventaja total en este momento.

También se ha hablado de la triple discriminación que vive la mujer indígena, ¿cómo ves esta situación?

Inclusive me atrevería a decir que es cuádruple. Cuatro veces discriminadas. Primero se nos discrimina por ser mujeres, que ya se sabe que a nivel nacional y mundial nos encontramos en una situación de desventaja por sobre el género masculino, donde claramente vemos que el patriarcado nos afecta de manera directa, ya sea en la casa, el trabajo o en el ámbito académico. Eso es algo general hacia todas las mujeres.

Luego nos encontramos con un componente indígena, que claramente las mujeres cuando venimos de comunidades y lugares rurales, el acceso a la educación o a tener una mejor calidad de vida es mucho más difícil, sobre todo cuando una viene de comunidades mapuche o indígenas.

A eso también le sumamos la discriminación material que existe por la pobreza económica a la que nos estamos sometiendo las mujeres. A eso podemos abordar la triple discriminación. Desde esa perspectiva la podemos considerar. Pero yo me atrevo a decir que existe un cuarto punto que nos afecta a nosotras como mujeres mapuche o mujeres indígenas, viendo el machismo que se ha instalado como una práctica habitual dentro de nuestro pueblo, y donde muchas veces nos sesgamos a este machismo que ya está inserto dentro de nuestra cultura, hablando sobre la dualidad o el equilibrio dentro de nuestro mismo pueblo. Tratamos de justificar una violencia que viene desde nuestros lamien hombres hacia nosotras. Una violencia que es super sutil, porque en realidad la pintamos o maquillamos como si fuese parte cotidiana de nuestra cultura. A nosotras nos inventan o desde una muy chica se cría con el concepto de la dualidad, entonces una tiene que cumplir con un rol de mujer dentro de la cultura, y ese rol es muchas veces violento, puesto que no nos permite desarrollar nuestro intelecto o poder estar siendo partícipe dentro de la toma de decisiones políticas dentro de nuestro mismo pueblo. Nosotras también estamos por una autonomía territorial y como pueblo, pero también tenemos que pensar en una autonomía a la par, en conjunto.

Como colectivo de mujeres, ¿qué antecedentes manejan de otras colectividades o pueblos originarios en otros territorios?

La verdad es que no manejamos muchos antecedentes sobre otros tipos de pueblos, pero vemos que esto es algo que se da casi a nivel latinoamericano porque, por ejemplo, en el norte las ñaña de Bolivia o Perú también han estado levantando propuestas de feminismos localizados, de mujeres que se dieron cuenta que en sus comunidades también estaba inserto este machismo de manera sistemática y que, en realidad, ya nos cansamos de estar en segundo lado y las luchas tienen que darse en conjunto. Incluso puede ser que allá lleven un poco más avanzado ciertos temas como el feminismo comunitario o el feminismo decolonial. Ellos ya le han querido poner nombre a sus prácticas o a sus conceptos de ver la vida de otra forma. Nosotras acá, quizá, todavía no estamos en esa tarea de poder conceptualizar este tipo de luchas que estamos dando las mujeres en los territorios.

En ese sentido, ¿cómo se cruza el indigenismo con el feminismo?

Es complejo también porque existe un cierto rechazo hacia la palabra feminista, hacia el ser considerada indígena y a la vez feminista. Es casi como una contradicción porque nosotras vemos el feminismo blanco, el feminismo europeo, el feminismo de clase alta, de la clase burguesa, que es el que se vino a instalar en nuestros espacios, y claramente causa cierto rechazo, que existe una sed de imposición de una ideología por sobre otra. Pero yo no lo vería más como un término conceptual, sino como una práctica en la forma de vivir.

Tampoco es fácil hablar de feminismo dentro de las comunidades cuando causa un rechazo absoluto hacia una práctica que viene desde afuera. Al menos, en mi caso, creo que es necesario recalcar en esto, que nosotras mismas podamos levantar una idea o forma de convivencia entre mujeres, y que la quiera considerarse feminista, es libre de hacerlo, y quien no quiera, también es libre de hacerlo, porque aquí no se le está imponiendo nada a nadie. También es necesario que existan programas del Gobierno que esté de turno para poder solventar esta situación, que ya es nefasta hacia las mujeres en general, y más nefasta es aún para las mujeres indígenas que estamos siendo violentadas, tanto por nuestro pueblo como por las instituciones. Está el caso de Lorenza Cayuhan, el caso de la Machi Francisca Linconao, la Machi Millaray Huichalaf, la lamien Macarena Valdés que fue asesinada.

Puedes escuchar la entrevista completa acá:

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