Coordinadora 18 de Octubre: «La prisión política toma otro carácter con las elecciones, no se quemarán con esto»

Radio JGM conversó con un integrante de la Coordinadora 18 de Octubre sobre el proyecto de indulto general a las y los presos políticos de la revuelta de cara a las elecciones del 21 de noviembre. Pablo, miembro de la organización, señaló que cada vez se le quita más el sentido político de la prisión a quienes cayeron en la revuelta social.

El próximo domingo 21 de noviembre serán las elecciones presidenciales y parlamentarias. Esto se ha tomado la agenda política y mediática en los últimos meses, lo que ha relegado a otros asuntos posteriores a la revuelta social de 2019. Uno de ellos tiene relación con la liberación de las y los presos políticos que dejó este proceso.

En medio de vulneraciones y abusos institucionales a quienes fueron encarcelados por manifestarse, la dilación del proyecto de indulto por parte del Senado y los cambios de discurso de quienes se postulan a La Moneda y el Congreso, Radio JGM conversó con uno de los integrantes de la Coordinadora 18 de Octubre, quienes han luchado por casi dos años por las y los presos políticos de la revuelta social.

En la conversación, Pablo comentó que tienen diferencias con la propuesta de indulto que se está legislando. Además, indicó que era esperable que las y los candidatos “no se quemen” por quienes están en la cárcel.

Volteretas de cara a las elecciones

En medio de este período de campañas electorales, pareciera ser que las y los presos políticos de la revuelta social han quedado de lado. De hecho, se ha postergado en varias ocasiones el proyecto de indulto general. ¿Cómo ven este escenario desde la Coordinadora 18 de Octubre?

– Siempre hemos tenido una mirada crítica respecto al indulto. No es que estemos en contra, pero sí tenemos reparos respecto a dos ámbitos principales. El primero tiene que ver, principalmente, con que consideramos que el indulto es insuficiente. La Coordinadora no sólo se ciñe al apoyo y solidaridad a los presos de la revuelta. En ese sentido, creemos que el indulto no es la figura que nosotros desearíamos en términos de salida política y legal.

También vemos la instrumentalización política que se ha hecho del tema. Se utilizó a las y los presos como una plataforma para algunos personajes de algunos sectores partidistas políticos. Entendemos que si el indulto se discutió fue gracias a la movilización social, no fue por obra y gracia de determinados sectores políticos. Ha sido por la organización de diferentes organizaciones y familiares que, desde las primeras épocas de la revuelta, comenzaron a instalar el tema de la libertad de las y los presos políticos de la revuelta y de todos los presos políticos.

Por otra parte, no hay que olvidar que uno de los motores centrales por los que estalla la revuelta social tiene que ver con una pasada de cuenta de toda la clase política responsable de que las cosas estén así. Si bien es válida la salida política de estas características (indulto), no puede negar las mismas razones de la revuelta.

En este contexto, no es tan solo que se tenga olvidado a los y las presas políticas, sino que más bien se están desmarcando. Se están desentendiendo de los compromisos iniciales. Cuando empezó a escribirse el proyecto, una de sus características era que no podía dejar fuera a ciertos delitos.

Cuando el indulto opera sobre el delito (como en este caso), entran tanto condenados como gente procesada, con arresto domiciliario o libertad vigilada y no necesariamente prisión preventiva. El sentido original de este indulto, lo que se peleó desde un principio, es que entrara la mayor cantidad de delitos.

Hay que ser sinceros, no podemos hablar de que todo es un montaje y que están ahí sin pruebas. En la revuelta hubo un legítimo ejercicio de la violencia política contra un modelo abusivo. Ese ejercicio significaba confrontación con la policía. No se puede hacer una diferenciación entre el preso bueno y el malo. El que hizo y el que no hizo. Si los cabros están ahí, es porque estaban guerreando por algo, y si pasó, fue por un contexto determinado de revuelta.

Si ves la lectura de todos los candidatos y candidata, sin contar a la derecha, vemos por ejemplo a Yasna Provoste, quien fue una de las apoyó y firmó el indulto, ahora su discurso es otro. «No, no vamos a avalar a la gente que cometió delitos graves, sino que es contra la prisión preventiva tan excesiva», con eso cambia el carácter y el sentido. Eso es una antesala de lo que sucederá cuando se discuta. Ahora se discutirá en particular, se revisarán los artículos y se van a modificar.

En este proceso de campaña, todos los sectores han dejado ver que esa será la línea para no quemarse. No apoyarán, como ellos dicen, a delincuentes que cometieron actos de estas características. El indulto se recortará y se verá en un ámbito muy acotado del universo de presos que existen actualmente.

Instrumentalización de la prisión política

¿Cree que, de una u otra forma, por parte de los sectores que apoyaron el indulto desde un comienzo, se le ha quitado el carácter político a la prisión que están viviendo las y los presos de la revuelta?

– Sin duda. Cada vez se le está quitando más el piso al indulto y se le está restando el sentido político. En su momento, algunos personajes hablaban de que era necesario el indulto para recuperar la paz social. Con todas las distancias o cercanías que podamos tener con ese discurso, por lo menos tenía un sentido político.

En ese sentido, para recuperar los canales democráticos y de paz social, como habla esta gente, es necesario aplicar un indulto. Pero ya ni siquiera se habla así, cada vez va adquiriendo otro carácter. Es porque ahora, con el tema eleccionario, se le ha puesto entre la espada y la pared a esta gente. No se van a quemar con esto.

También hay que entender que si, en su momento, se comprometieron con hueás(sic), fue porque también hubo una instrumentalización de ese discurso que han ido transformando en el transcurso del tiempo. Lo han ido acomodando en función de sus conveniencias.

Antes de que se instalara la Convención Constitucional, algunos constituyentes mencionaron que no se debería escribir la nueva carta magna con presos políticos. Sin embargo, el proceso ha continuado y solamente hubo una declaración apoyando el proyecto de indulto. ¿Cómo toman esta situación?

– Fue un saludo a la bandera no más. Más que críticos, hemos tenido un rechazo respecto a la deriva que ha tenido el proceso constituyente o el plebiscito mismo. Por una parte, nos parece escandaloso que se genere todo este proceso previo respecto del apruebo, el plebiscito y que se diera marcha a un proceso con los presos adentro. Eso es algo inaceptable. Por otro lado, también es porque vemos que no deja de ser una lógica gatopartidista pura y dura. Que todo cambie para que todo siga igual.

Creo que sí hubo ciertos sectores, como la Lista del Pueblo -que después ha tenido un desempeño bastante desastroso-, que si bien quisieron instalar el tema de los presos y presas, el peso político del mismo proceso constituyente y sus errores internos ha significado que eso se haya diluido a la nada. La Constituyente no se plantea el tema de los presos políticos, y es algo inaceptable. Un proceso constituyente que se deriva de una revuelta, en donde cabras y cabros lo dieron todo y siguen presos y presas, es realmente escandaloso.

¿Cree que parte del movimiento social de octubre les dejó de lado en la lucha por la liberación de las y los presos políticos de la revuelta?

– Sí, la salida institucional de la revuelta ha terminado obnubilando muchas voluntades que en su momento tenían otro compromiso con la lucha y por los presos y presas. Hoy en día, simplemente se mencionan casi de manera nominal.

Ha perdido fuerza porque era de prever también que, de alguna u otra manera, pasaría esto. Al fin y al cabo, era lo que buscaba el poder.