¡Conservadores del mundo, uníos!

Hoy, sábado 8 de diciembre, las idílicas Cataratas del Iguazú, serán el marco de fondo para la «Cumbre Conservadora de las Américas», encuentro que reunirá a los más selecto de la ultraderecha y el conservadurismo de la región. La convocatoria viene de nada menos que del flamante presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, y pretende sentar las bases de los cambios «que la política y la sociedad necesitan».

Esta reunión viene a demostrar que si la incertidumbre post elección de Bolsonaro ya era abrumadora,  el escenario siempre puede ser peor. Basta señalar que entre los invitados a esta Liga de la -In-Justicia para Convervadores se encuentra José Antonio Kast, a quien la página del evento lo señala erróneamente como tercer lugar en las elecciones presidenciales en Chile, y a Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia y vinculado a las fuerzas paramilitares en Colombia.

Más allá del chiste de conservadores discutiendo sobre como cambiar la sociedad y la política, el encuentro es una fuerte señal para todos los países, más cuando se considera que el organizador, Jair Bolsonaro, aún no asume la presidencia de Brasil, y ya ha demostrado un ímpetu por coordinar a sus pares en el extranjero. Esto lo hace, entre otras cosas, con el objetivo de crear un contrapeso al Foro de Sao Paulo, instancia que congrega mayoritariamente a la izquierda tradicional -más de alguno diría trasnochada- de la región.

Este contraste de eventos es sumamente importante, ya que si desde los noventa hasta hace un par de años, la izquierda dominó en muchos países el panorama electoral, es ahora la derecha dura la que se esta imponiendo y creando una agenda política bastante confrontacional. En este sentido, ya se ha hablado bastante sobre las infinitas polémicas de Jair Bolsonaro y su para nada envidiable programa de gobierno, sin embargo, a menos de un mes de que asuma como máxima autoridad brasilera, ya se puede anticipar una América Latina en peligrosa sintonía con los Estados Unidos de Donald Trump.

En este contexto, mientras la ultraderecha no se queda de brazos cruzados, es urgente hacer a un lado los dogmas del pasado y pensar en qué actores y con qué estrategias serán capaces de hacer frente a un panorama que se viene oscuro de cara a los próximos años. Olvidarse de que Maduro, Evo Morales o Díaz-Canel pueden salvar a la izquierda latinoamericana, y dar cabida a nuevos discursos y por sobre todo, abrirse a nuevas perspectivas -¿alguien dijo una nueva versión del Foro de Sao Paulo sin dinosaurios ideológicos?-.

Crédito Imagen: Nodal