La final de la Primera B Femenina, entre Everton de Viña del Mar y Unión Española, en el Estadio Santa Laura, estuvo marcado por su corta duración, pésima organización y un sinfín de desprolijidades que evidenciaron el ineficiente manejo de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). En Radio JGM conversamos con Antonia Sandoval, mediocampista titular de Unión Española, quien da cuenta de la realidad del fútbol femenino, sus inicios y anhelos para que las futbolistas sean puestas en el lugar que corresponde.

Por Iván Godoy

La voz de Antonia Sandoval

-¿Cómo llegaste a Unión Española? ¿Cuál ha sido tu experiencia en el club y cómo te proyectas en un futuro?

Yo llegué a Unión Española el año pasado, gracias a una amiga que me invitó a formar parte del plantel. Salí de cadetes en Colo-Colo, ese fue mi primer club a nivel profesional pero dejé el fútbol un tiempo y me llamaron para jugar futsal. Después, volví al fútbol, me fui a probar en la Universidad Católica para cachar qué onda, si es que me gustaba el ambiente y todo. Pero al final me llevó mi amiga Yesenia Arenas para ir a Unión donde estaba jugando. Mi experiencia en el club ha sido súper agradable, siempre digo que en Unión es mi segunda familia, fue donde me encantaron nuevamente con el fútbol. Y ¿Cómo me proyecto? Bueno, espero seguir en el equipo y lograr muchas cosas ahora que estamos en Primera División, ojalá estar dentro de los primeros cuatro lugares el próximo año, es difícil pero no imposible.

-¿Cómo fue la campaña del equipo en este año?

Para mí la campaña que hicimos este año fue perfecta, a pesar de que perdimos la final, de todas maneras quedamos invictas en todo el torneo y logramos el principal objetivo que era ascender. Para los que no saben, la Primera B Femenina está compuesta de 22 equipos, divididos en tres grupos de seis y uno de cuatro. En cada grupo nos enfrentábamos tres veces y las que quedaban en los primeros dos puestos clasificaban a la fase eliminatoria. Allí, se hacían cruces de las mejores ocho y nos íbamos eliminando hasta llegar a la final y las que llegaban a esa instancia subían. Nos preparamos de la mejor forma posible, tuvimos unos amistosos con equipos de Primera División como la Universidad de Chile cuando ya venían los cuartos de final, semifinal y final. También, estuvimos entrenando con chicos de categoría sub-16, donde ese roce también nos sirvió harto para lo que se venía.

-Considerando que el campeonato empezó en junio y terminó en octubre ¿Qué te parece el formato del ascenso femenino?  

Es súper desorganizado, el año pasado también fue lo mismo, donde tuvimos muchos meses con la incertidumbre de que no teníamos partidos y solamente entrenábamos. Para nosotras necesitamos la competencia y si me lo preguntan siempre diré que este formato no me gusta para nada, porque una está mucho tiempo sin tener una competencia, no le encuentro ningún sentido. Hay rumores en los que se dice que una de las razones por las que se decidió que los torneos femeninos fueran cortos fue porque ahora los clubes deben darle sueldos profesionales a las jugadoras, y para pagar menos decidieron que los torneos durarán entre 4 y 6 meses por ahí. Si me lo preguntas creo que eso es verdad, ya que en varios clubes están de acuerdo con la ANFP que sean más cortos los campeonatos. En ese aspecto, yo creo que para cualquier dirigente de algún club el fútbol femenino es un gasto, el cual no da mucha visibilidad y que no genera una remuneración por así decirlo.

-En el campeonato de ascenso arrasaron, ¿por qué crees que habían tantas diferencias con los otros equipos?

Creo que esa diferencia se dio dependiendo del manejo del cuerpo técnico en cada equipo. Nosotras, tuvimos la suerte de que en esta temporada llegó el profe Andrés Aguayo a la banca, quien nos enseñó muchos sistemas de juego y nos preparó bastante bien. A pesar de que el año pasado no teníamos malas jugadoras, de hecho llegamos hasta las semifinales, éramos un equipo muy desordenado y siempre nos faltaba algo para que nosotras pudiéramos subir ese escalón que necesitábamos para ascender. Considero que esto también aplicó para equipos como Everton que fue el campeón, Wanderers o Huachipato que llegaron a semis porque son equipos que tienen una buena preparación física, son muy fuertes y creo que en el fútbol femenino en general lo que gana siempre es la fuerza, incluso más que la técnica. En ese aspecto, se marcan las diferencias, aunque también puede por la conformación del plantel de cada equipo porque bueno son como 24 en la Primera B, entonces como te decía antes en algunos clubes la rama femenina al ser un gasto como que no las pescan tanto, como que la tienen por cumplir nomás, y eso al final se nota demasiado.

-¿Cuál es la diferencia del ascenso femenino en comparación con la primera división? ¿La intensidad es diferente? 

Sí, es totalmente diferente. Es otro roce en Primera División, los equipos están bien preparados físicamente y también es un ambiente gratificante jugar con jugadoras que tienen más experiencia y que incluso hayan muchas niñas que están hoy en día en la selección, entonces es como jugar con personas que tú de verdad tienes ganas de competir y aprender de ellas. Aparte, es más serio ese campeonato, el de Primera División es más largo y eso que no hay tantos equipos como en el ascenso. Es preocupante que solo hayan dos divisiones en el fútbol femenino a diferencia del masculino que tiene cinco divisiones a nivel nacional, contando profesionalismo y amateurismo.

-Sobre eso mismo, ¿debería hacerse una Tercera División Femenina donde la maneje ANFA (Asociación Nacional de Fútbol Amateur)?

Por supuesto, porque al final hay muchos equipos en la B femenina y que tienen muchas diferencias sobre otros. Creo que podrían partir desde una base ya establecida, yo haría un tercer campeonato para que se vayan perfeccionando los equipos más débiles entre ellos y que los mejores pasen a lo que es la B y luego la Primera División. También para que tengan algo más que competir, porque en el ascenso lo único que te motiva a seguir jugando seriamente es subir a Primera División, como no hay descensos actualmente. En cambio con una tercera categoría los equipos que vienen mal se pueden motivar a mantenerse en la división y seguir compitiendo porque ya en las instancias finales los equipos que no se juegan nada van por cumplir o incluso prefieren no asistir y perder el partido por walk over. Como te decía, a mí sentir parece que hay muchos clubes que tienen rama femenina por tenerla, porque se nota demasiado la diferencia entre las que sí se preocupan para competir por el ascenso y las otras que arrastran resultados bastante negativos, donde pierden todos los partidos con goleadas. Y eso se debe a una norma de la ANFP o de la Conmebol, no estoy segura, en que los clubes profesionales deben tener tanto rama masculina como femenina. De hecho, por esa ley Unión Española volvió a tener equipo de mujeres porque en un momento la desmantelaron porque no les generaba ganancias.

-Esa ley también provocó que los equipos femeninos que no tenían no tenían ramas masculinas desaparecieran, ¿Recuerdas eso?

Sí lo recuerdo, la verdad es que esa normativa que buscaba en teoría impulsar el fútbol femenino y al final perjudicó harto. Muchos equipos tuvieron que fusionarse por así decirlo con clubes profesionales como la Universidad Austral de Chile que ahora es Deportes Valdivia, pero también hubieron varios que desaparecieron como el Boston College de Maipú, que incluso en un momento estuvo en Primera División. Yo tenías varías compañeras en los cadetes de Colo-Colo que fueron a parar al Boston y al no tener el dinero suficiente para conformar un plantel masculino se tuvo que desmantelar el equipo. Fue una lástima, se perdieron muy buenas jugadoras.

-¿Cómo evaluarías el manejo del fútbol femenino en Chile? ¿Todavía le falta para profesionalizarse?                     

Creo que se le ha tomado más peso a lo que es el fútbol femenino y es evidente que ha ido mejorando con el tiempo. Yo recuerdo que cuando estuve en Colo-Colo el fútbol femenino era prácticamente nada, ahora es más reconocido. Para dar un  ejemplo, las chiquillas de antes nos reíamos porque pasábamos por cualquier lado y no nos conocía ni siquiera el más fanático del fútbol, pero ahora tengo muchas amigas que han jugando en la selección y le piden fotos en todos lados. En ese aspecto, me alegra que el fútbol sea más reconocido por los hinchas, aprecio mucho que estén valorando cada año el esfuerzo que hacemos todas en este lindo deporte. Sin embargo, en cuanto al manejo de la ANFP siempre he dicho que es una vergüenza, creo que nunca han hecho bien las cosas con nosotras, siempre han habido desprolijidades. Hasta hace poco hubo otro problema donde las jugadoras de Cobresal estaban intoxicadas y en la ANFP no quisieron suspender su partido contra Deportes Iquique. Entonces, creo que no se toma el peso a lo que deberían hacer en el fútbol femenino. En el caso de los clubes, en mi experiencia en Unión como te dije el trato ha sido excelente y la dirigencia ha sido un siete con nosotras. Eso sí, tuvimos problemas con algunos equipos que enfrentamos, como lo fue el primer partido de la temporada que era con Magallanes, ellos todavía no tenían conformado su plantel en su totalidad, también hubo un partido con Barnechea que no estaba la ambulancia, llegó como una hora tarde. Al menos esos encuentros se nos dieron por ganadoras, que era lo que correspondía por reglamento, pero aún así es frustrante prepararte tanto y que descoordinaciones de los que manejan el deporte no podamos jugar.

-Esos casos se ha repetido bastante en el fútbol femenino, ¿Quiénes son los responsables de que no lleguen las ambulancia o los árbitros? 

Yo creo que en el caso de los referís debería ser culpa de ANFP, porque ellos lo asignan, pero lo de la ambulancia es netamente culpa de la de la dirigencia de los clubes locales. Cuando fuimos a jugar con Barnechea ahí éramos visita, aparte que le preguntamos al chofer de la ambulancia porqué había llegado tan tarde y dijo la gente de Barnechea le había dicho que el partido era al mediodía y lo citaron a esa hora, pero el partido estaba programada para las once de la mañana. Entonces, no solo la ANFP se maneja pésimo, sino que también la dirigencia de algunos clubes que no le toman la seriedad que se merece el fútbol femenino.

-¿Qué aspectos crees que se necesitan mejorar en el fútbol femenino?

Sin duda hay que mejorar la organización, como te decía desde la ANFP parece que lo toman a chiste el fútbol femenino. También, el formato debería ser un poco más extenso, en ningún torneo serio a nivel profesional se juega toda una temporada en cuatro o seis meses. Desde los clubes, obviamente que inviertan más en el fútbol femenino para que tengamos más implementos para entrenar adecuadamente, que tengan más seguros o que haya una mejor preparación física. Bueno, solo te puedo contar desde mi experiencia en Unión que al principio igual nosotras partimos sin esperar ayuda de nadie, porque la dirigencia como que no le tomaba tanta importancia a nosotras. Pero, mientras íbamos ganando más partidos, posicionándonos en los puestos terminamos dándole un orgullo a ellos, porque demostramos que estábamos hechas para grandes cosas y vieron todo el esfuerzo que dimos. Entonces, empezaron a ayudarnos más, también gracias al profesor Aguayo que tenemos un cuerpo médico demasiado bueno, nos ayudaron con nutricionistas Y fueron muchas las mejoras que llegaron desde el club. Lo otro, es que las mujeres tenemos que jugar en estadios más aptos para el fútbol, en casi todo el torneo jugábamos en la cancha dos del Estadio Santa Laura como local, la cual no estaba mal pero solo en instancias finales pudimos jugar en la cancha principal del estadio. Cuando íbamos de visita nos tocó ir a canchas muy impresentables como con Barnechea en San Miguel, la cancha era malísima, prácticamente de barro y eso también le hace un daño al físico de la futbolista. Entonces, ojalá que en el fútbol femenino podamos jugar en canchas más decentes, en estadios y no en complejos deportivos donde no cumplen con las normas de seguridad.

-Para terminar, teniendo presente todas esas desprolijidades en el fútbol femenino, ¿Qué puede motivar a una mujer a ser futbolista profesional? ¿Qué te motiva a ti? 

Desde mi punto de vista, creo que la pasión por el fútbol es lo único que puede motivar a una futbolista a seguir jugando. Desde pequeña que a mí siempre me fascinó el fútbol, nunca me movió la plata por así decirlo. Siempre fui una apasionada con el deporte, en cada club que he estado siempre he tratado de dar lo mejor de mí, que se note que no me pesa la camiseta y que todos los días espero seguir superándome. Y creo que esa es la mentalidad del fútbol femenino, cada futbolista chilena actúa por pasión y amor al fútbol.

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