«Exigimos que lesbianas y bisexuales estemos incorporadas a las demandas del movimiento feminista»

«Además, no somos “LA mujer”, somos “las Mujeres”. Aquellas diversas, disidentes, con vivencias e historias de violencia que el patriarcado ha intentado borrar y hacer desaparecer de la memoria del movimiento feminista», señalaron desde la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio.

Este 8 marzo, en el Día internacional de la Mujer trabajadora, como Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, manifestamos y exigimos que lesbianas y bisexuales estemos incorporadas a las demandas del movimiento feminista de manera visible y con voz propia. A pesar de que en los últimos años, compañeras de movimientos territoriales así lo han entendido y han incorporado bloques disidentes y antiraciales, aún persisten situaciones en algunos grupos que nos invisibilizan.

Desde una mirada interseccional, situada desde los territorios de Abya Yala que manifiestan expresamente el fin del sistema capitalista y extractivista, exigimos que nuestras realidades y problemáticas dejen de ser invisibilizadas, obviadas y, muchas veces maltratadas, por ciertos feminismos que en nada reflejan los principios de sororidad en la lucha amplia y diversa de las mujeres.

En muchos espacios, las lesbianas y bisexuales participamos de manera visible, acompañando luchas que muchas veces no nos afectan directamente, pero que entendemos son parte de la constante lucha de todas por sus derechos sexuales y reproductivos. Las lesbianas y bisexuales hemos estado presente en toda la historia del movimiento feminista, internacional y local. Múltiples relatos así lo confirman, como también tantas compañeras que lucharon y fueron invisibilizadas solo por temor al enjuiciamiento del patriarcado. Solo recordar que la primera organización lesbofeminista en Chile, Ayuquelén, se conformó en 1984 en plena dictadura militar.

Además, no somos “LA mujer”, somos “las Mujeres”. Aquellas diversas, disidentes, con vivencias e historias de violencia que el patriarcado ha intentado borrar y hacer desaparecer de la memoria del movimiento feminista. Así como escribió la activista y pensadora lesbiana y afroamericana Audre Lorde en 1985, es necesario organizarnos alrededor de nuestras diferencias, sin negarlas ni exacerbarlas, reconocer que podemos ser muy diferentes pero que, aún así, podemos trabajar en conjunto.

Hoy, nos encontramos en otro momento de nuestra historia. Otro momento en que nuevas generaciones de feministas están comprendiendo que, sin una mirada interseccional, no podemos avanzar en más y mejores derechos para todas las mujeres. ¡Nuestras luchas son inseparables!

Chile, 8 de marzo 2021