Un mal chiste: Piñera anunció cierre de termoeléctricas que cumplieron su vida útil

Desde el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) catalogaron el plan de cerrar termoeléctricas a carbón antes de 2040 como «un chiste de mal gusto», ya que la vida útil de este tipo de centrales energéticas es de 30 años, plazo que ya está cumplido por la mayoría. 

El presidente Sebastián Piñera hizo oficial este martes el anuncio, que había adelantado en el discurso de la Cuenta Pública el fin de semana, de un plan de descarbonización que desde el Gobierno han denominado como «Energía zero carbón: un compromiso responsable».

Según lo anunciado por el mandatario, el programa busca que para el 2040 sean cerradas las 28 termoeléctricas a carbón que hay en Chile, o que al menos cambien su fuente de energía, junto con poner énfasis en que el desafío será recuperar los empleos que se perderán en este proceso.

Al detallar la iniciativa ante la prensa, Piñera especificó que una vez que las centrales dejen de operar quedarán en un estado de «reserva estratégica» por cinco años, plazo en el que se ira evaluando si deben volver a funcionar debido a la carencia energética que se podría generar.

Organizaciones sociales dedicadas a temas medioambientales manifestaron su rechazo a la medida debido a los plazo demasiado amplios que plantea. El director nacional de Greenpeace Chile, Matías Asún, afirmó que «este anuncio oficializa una condena de carbón para las zonas de sacrificio por otros 20 años«.

«Llama la atención la falta de ambición y de urgencia por parte del presidente a la hora de presentar una hoja de ruta completa en el plan de descarbonización del país. Se ha desperdiciado una oportunidad histórica para avanzar en el pronto cierre de las zonas de sacrificio«, indicó Asún.

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Desde el Observatorio Latinoamericano de Conflicto Ambientales (OLCA) se sumaron al rechazo catalogando el anuncio como «decepcionante» y como «un chiste de mal gusto«, especialmente para las comunidades que sufren problemas a las salud y a su ambiente productos de estas centrales.

Lucio Cuenca, director de OLCA, afirmó en conversación con el Noticiero Ciudadano que esta medida «no significa ningún esfuerzo para el Gobierno ni para las empresas eléctricas que funcionan con carbón. Representa menos del 20% del total de lo que están generando a carbón. Muchas de estas ya debieran estar fuera de funcionamiento por su vida útil que ya está largamente cumplida«.

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En Chile existe el doble de la capacidad en energía de lo que se necesita para generar en todo el país, por lo que abandonar el carbón no tendría ninguna repercusión que pudiera significar un colapso o un desabastecimiento energético.

Escucha la entrevista completa a Lucio Cuenca en el siguiente enlace.