Rosabetty Muñoz, nominada al Premio Nacional de Literatura: “No podemos volver atrás»

Escrito por el octubre 21, 2020

La poeta y profesora enfatizó, en el marco del Plebiscito 2020,  que no debemos repetir los errores del pasado, «creo que todo lo que pasó de octubre hacia acá, lo que ha quedado absolutamente marcado, es que no podemos volver atrás. Volver atrás significa ese país injusto, de abusos constantes y permanentes”.

Por Valentina Ramos

Foto: Rosabetty Muñoz, poeta y profesora. Universidad de Los Lagos.

Foto: Rosabetty Muñoz, poeta y profesora. Universidad de Los Lagos.

Agosto del 2020, Valle del Elqui, mediante una conexión virtual se da la oportunidad de viajar hacia el paraíso terrenal de Chiloé y revivir recuerdos de infancia a través de la hermosa palabra de Rosabetty Muñoz Serón, profesora y poeta nominada al Premio Nacional de Literatura por la Universidad de Los Lagos. De esta forma, contra viento, marea y coronavirus la frialdad del email y las redes sociales se ven derretidas ante la calidez humana de Rosabetty, quién, por medio de un contacto hablado, transmitió sus ideas respecto a las letras, educación, ruralidad, medio ambiente y esperanza en el futuro.

En tiempos de pandemia y desconexión social la escritura puede ser un puente para las relaciones humanas y una trinchera de lucha contra el aislamiento, «creo que como nunca la literatura hoy tiene un sentido profundamente sanador y necesario. Necesario de verdad, no solo para llenar ciertas horas de distracción y entretenimiento, sino que como una fuente fundamental donde buscar sentidos y significados”, dice Rosabetty Muñoz Serón, nominada al Premio Nacional de Literatura.

Respecto a esta nominación, Muñoz expresa: “Lo primero es que es un honor, le agradezco mucho a la Universidad de Los Lagos porque pone en circulación una poética y una forma de escritura que se hace en provincias con convicción respecto del territorio. Es importante mostrar otras visiones de la realidad y completar con eso el mapa de la literatura en Chile,” dice la poeta, haciendo alusión a la representatividad rural. Ruralidad que comparte con Gabriela Mistral nuestra poeta Premio Nobel de Literatura, ejemplo a seguir de Rosabetty Muñoz, “Gabriela Mistral ha sido desde mis inicios, desde que era muy niña en realidad, mi heroína”, comenta la escritora rememorando viejos tiempos.

Gabriela Mistral ha sido desde mis inicios, desde que era muy niña en realidad, mi heroína.

Desde niña, el afán por las letras de Rosabetty Muñoz se vio fortalecido por esta fuerte figura femenina, quien además de salir en los billetes de cinco mil pesos, tuvo una gran trayectoria y rol social en el mundo. Mistral se desempeñó como poeta, política y profesora. Además, se encargó de reformar el sistema educativo en México y actuó como cónsul y representante en organismos internacionales en América y Europa. Fue la última mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura en 1951, galardón del cual sólo 5 de un total de 55 ganadores son mujeres. Así, Gabriela Mistral fue un modelo completo para Muñoz, representando en su vida “tres nudos fundamentales: la poesía, la educación y la esperanza en el futuro”.

Mantenerse conectados

¿Habrá previsto Gabriela Mistral la enseñanza con pantallas negras e iconos? Porque de esta manera es como funciona la educación en tiempos de pandemia. Uno prende el computador y rara vez logra ver la cara del otro. Escuchar voces, bullicio y conversaciones típicas de una sala de clases hoy son una ilusión de un pasado no muy lejano. “Ayer una estudiante, quien era muy crítica a la rutina, a las costumbres y a una cierta vida conservadora, me decía: ‘echo de menos la rutina’», cuenta la profesora Muñoz con un timbre de nostalgia ante esta nueva modalidad.

De esta forma, Rosabetty Muñoz comenta cómo se ve aún más dificultada la educación, cuando la ruralidad interfiere en las señales y el estudiante debe ahorrar recursos para las eternas jornadas frente a la pantalla. En este contexto, para ella es irreal pensar en profundizar contenidos: “Creo que lo fundamental ahora es mantener un vínculo y contención emocional”, dice, y luego agrega, “lo fundamental es mantenerse conectados. Conversar, conversar mucho e inducir a reflexionar”.

La fusión de profesora y poeta se da perfecto en Rosabetty Muñoz; generosamente pone al servicio su escritura tanto para sus estudiantes como para la comunidad y con entrega de docente incentiva a las personas a amar su tierra, cuidar su entorno y sanar su alma. Para ella, trabajar en educación es creer en el futuro, y, ¿qué es un futuro sin naturaleza? “Hay que hablar de una educación que realmente provoque un cambio permanente en las almas, en la manera de concebir la vida con otros y por supuesto, en la manera de defender el medio ambiente”, comenta Muñoz respecto al importante rol de la educación.

Hay que hablar de una educación que realmente provoque un cambio permanente en las almas, en la manera de concebir la vida con otros y por supuesto, en la manera de defender el medio ambiente.

Su mensaje es claro en cuanto a la defensa de la naturaleza y la recuperación del individuo desde la comunidad. Con gran lucidez no le tiembla la voz al hablar sobre el descontrol de las empresas en Chile, el actual sistema capitalista y de qué forma este afecta a la comunidad local y nacional generando seres individualistas sin identidad por su tierra.

Como ejemplo, menciona el simbolismo del puente de Chacao, proyecto que unirá la Isla de Chiloé con el continente, “es una representación de cómo el poder central trabaja para los intereses económicos y no para el mejoramiento y la calidad de nuestra vida”, asegura Rosabetty Muñoz, y luego agrega: “Pienso que ha influido mucho esta sociedad capitalista en el ánimo y en la manera de ver la realidad de muchos. Hay un gran individualismo que hay que combatir con fuerza”.

Pero no todo está perdido. Si algo positivo se puede entrever del confinamiento por el Covid-19 es la oportunidad de redención con la naturaleza: “creo que parte de lo que nos está pasando con la pandemia es que estamos teniendo un tiempo de reserva y resguardo para volver a mirar el planeta. Es impresionante lo que está pasando respecto de la recuperación de agua, bosques, flores y plantas. Creo que hay que mirar eso con atención y decir lo que ya estaba dicho y predicho respecto a la intervención humana, que es la que verdaderamente daña el medio ambiente. Es posible recuperar mucho de lo mal que hemos hecho”, dice Rosabetty Muñoz, con optimismo hacia el futuro.

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En el centro del país amado/
hay un volantín/
Mientras habla/
se abren cierran alas/
de chonchonas/
Los volantines eran lo más recordado/
dice Ligia/
volví en septiembre y los vi elevados/
Son los sueños de los chilenos/
Pero ella olvida el hilo curado/
Se hace patria cortando los hilos/
echando abajo los volantines de colores.

(Muñoz, fragmento de “Ligia”, LIGIA, Lom, 2019)

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Soñar en ese país nuevo

Desde la ventana se vislumbra una mesa con su silla. Sobre la mesa hay papeles, lápices, una taza de café que ya se enfrió y tal vez un cenicero con un cigarrillo encendido. En la estantería de libros ya no hay espacio para uno más y los rezagados quedaron apilados sobre el suelo. Así suele ser el refugio de un escritor, coraza de la cual los creadores chilenos actuales difícilmente salen, olvidando su rol social y muchas veces prefiriendo la comodidad del silencio. En esto se diferencia Rosabetty Muñoz Serón. En ella aún se puede descubrir un artista del siglo pasado con una clara convicción hacia la justicia y bienestar social.

Rosabetty Muñoz nos convoca a construir una sociedad nueva desde la participación política-ciudadana y nos entusiasma a votar: “Creo que hay que ganar el plebiscito para hacer una nueva constitución. Hay que intentar fortalecer en lo más que podamos el grupo de personas que van a pensar y soñar con todos ese país nuevo”, afirma, sin titubeos.

El su libro ‘Ligia’ Rosabetty Muñoz habla poéticamente sobre la dictadura, el exilio, la sangre que se derramó y todo lo que Chile perdió. De esta forma, al momento de leer sus versos resulta inevitable no evocar el levantamiento social ocurrido entre octubre de 2019 y marzo de 2020, en donde nuevamente se vulneraron los derechos humanos. Respecto a esto, Rosabetty Muñoz expresa: “Es bien tremendo que cualquier avance en términos sociales y políticos de una comunidad tenga que pagar costos tan altos”, dice, para luego transmitir su pensamiento claro: no debemos repetir los errores del pasado, «creo que todo lo que pasó de octubre hacia acá, lo que ha quedado absolutamente marcado, es que no podemos volver atrás. Volver atrás significa ese país injusto, de abusos constantes y permanentes, donde lo único que se estaba haciendo era incubar ciertos tipos de violencias que hoy día hemos tenido que enfrentar, y tenemos que estar doliéndonos de ella”, expresa firmemente la profesora Muñoz.

La conversación con Rosabetty Muñoz Serón fue el descubrir una profesora, poeta, activista ambiental y por sobre todo un ser humano consciente de sus raíces, de su gente y de su tierra. Como buena madre que toda comunidad necesita, nos deja enseñanzas en su palabra sabia y honesta e incluso, nos hace volver al nido, a esa casa de infancia con la pava hirviendo y el té servido de anhelos, valentía y esperanza.

Restituir a la isla su condición de madre. /
Volver a sentir el calor de la madera crujiendo/
aroma a cujen de grosellas, /
el sonido de la tetera saltando sobre la plancha de fierro/
el vapor que sale de su boca.

(Muñoz, fragmento de “Marea Roja”, TÉCNICAS PARA CEGAR A LOS PECES, UV, 2019)

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