Las inquietudes del movimiento social de cara a la Convención Constitucional

El quórum de dos tercios, las faltas de garantías de participación ciudadana y la protección a los tratados de libre comercio, han sido objeto de críticas por el movimiento social frente al proceso constituyente. Radio JGM conversó con tres dirigentes y candidatas/os a la Convención Constitucional para abordar estas temáticas.

El lunes pasado, un grupo de diputadas de oposición, lideradas por Camila Vallejo, presentaron un proyecto de reforma constitucional que busca bajar el quórum de dos tercios a mayoría absoluta de 50 por ciento más uno.

Este proyecto, que también tiene por objetivo garantizar la participación ciudadana y fortalecer la hoja en blanco, fue rápidamente cuestionado por Chile Vamos y la Democracia Cristiana, quienes acusaron de «cambiar las reglas establecidas el 15 de noviembre de 2019″.

Sin embargo, desde el movimiento social han surgido una serie de voces que han criticado el quórum impuesto en el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del año pasado.

La presidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (Sintracap) y candidata por el distrito 9 a la Convención, Luz Vidal, señaló que “este proceso constituyente todavía no se sabe cómo estará formado (…) Cuando los partidos políticos firmaron este acuerdo fue sin participación de la ciudadanía”.

“No hay que olvidar que los partidos políticos para ese entonces cuando se firmó ese acuerdo estaban con un tres o seis por ciento de aprobación respecto a la ciudadanía. Era muy bajo. No sé qué tanta representación podrían tener. Dejaron fijadas esas normas sin considerar lo que la ciudadanía estaba reclamando”.
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Por su parte, el coordinador del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y el Medioambiente (Modatima) y candidato por el distrito 9, Rodrigo Faúndez, apuntó a que un tercio de la Convención podría imposibilitar los avances en las demandas emanadas del movimiento social.

“Nos parece que hoy puede ser una amenaza el dos tercios para que un sector minoritario del país, como la derecha, se parapete en un tercio para frenar cualquier posibilidad de cambio y no permita que la voluntad mayoritaria que se ha expresado en la última década en este país, con particular fuerza desde el 18 de octubre en adelante, y que permitió la apertura del proceso constituyente, se vaya a las pailas. Y se vaya a las pailas porque la derecha se parapete en un tercio vetante, por decirlo así”.
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Poder originario

Otra de las dudas que han surgido a raíz del proceso constituyente es hasta qué punto la Convención Constitucional podrá ser un espacio para cambiar el ordenamiento social, político y económico que rige actualmente en el país.

Esto se hace más explícito en el artículo 135 inciso último de la actual Constitución, que establece los procedimientos para elaborar un nuevo texto, en donde indica que una nueva carta magna deberá respetar los “tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”.

Esto podría relacionarse, por ejemplo, con el TPP-11 que ha sido reimpulsado por el Gobierno de Sebastián Piñera en el Senado, en cuyo caso los inversionistas transnacionales podrían demandar al Estado de Chile en caso de que cambien «las reglas del juego».

La dirigenta socioambiental, animalista y ecofeminista, Camila Zárate, quien irá como candidata por el distrito 7, indicó que la Convención Constitucional no debe ser solo un poder derivado, sino que un poder lo más originario posible, teniendo las facultades para discutir estas materias imposibilitadas por el acuerdo de noviembre del año pasado.

«Tenemos que impedir que el TPP-11 se apruebe en el Congreso y al mismo tiempo, creemos que es necesario que ese articulado que se estableció en el Acuerdo de la Paz también sea cuestionado y no solamente el quórum de dos tercios, que por supuesto también debe ser modificado a través del Congreso en el proceso que estamos viviendo».

«El órgano convencional tiene que tener la posibilidad de regular sus funcionamientos y, al mismo tiempo, las materias que puede tratar para que sean amplias, para que realmente sea una hoja en blanco y construyamos todas y todos este nuevo Chile».
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Para Rodrigo Faúndez, la discusión no sólo debe centrarse en los quórums, sino que también en el funcionamiento y mecanismos de participación que tendrá la Convención.

“La Convención debiera tener el poder de decisión. No solamente sobre su quórum, sino que también su funcionamiento, sobre los mecanismos de participación que tendrá, sobre la deliberación que hará con los cabildos y la relación vinculante que pueda ejercer con las asambleas territoriales. Con todos los aspectos que refieren al Estado, porque justamente es un espacio de poder originario creado para salir de la crisis en la que estamos y refundar las relaciones en las que nos estábamos moviendo como país”.
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Participación ciudadana

En el caso de otros procesos constituyentes realizados en el mundo, el sudafricano es similar al chileno en cuanto al establecimiento de los quórums necesarios en la instancia en donde se redactó su nueva Constitución.

Si bien el Congreso Constituyente sudafricano debía dirimir con dos tercios, también existía la figura del plebiscito dirimente o dirimidor para los temas en los que no se llegara a acuerdo. Esto no existe para la Convención Constitucional que empezará a regir el próximo año.

La presidenta de Sintracap, Luz Vidal, llamó al movimiento social a estar alerta durante todo el proceso constituyente, haciéndose partícipes también a través de instancias territoriales.

“Es súper importante que la ciudadanía tenga la confianza en lo que se va a construir, porque tienen que ser parte también a través de lo que se fuera a mantener. Por ejemplo, los cabildos, las asambleas territoriales, de que se pueda ser transparente el proceso que se estará llevando a cabo (…) Mientras esté el proceso constituyente, la gente debe mantenerse en alerta, debe mantenerse manifestándose, debe mantenerse haciéndose partícipe”.
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Camila Zárate manifestó que es entendible la desconfianza al proceso constituyente, sobre todo por la falta de participación de la ciudadanía y las vulneraciones a los derechos humanos ocurridas desde el inicio de la revuelta popular.

«No hay reparación de los daños en la vulneración de los derechos humanos que ocurrió en nuestro país, y es por lo mismo que también existe una desconfianza profunda a este proceso, y por qué no, si fue construido en una cocina entre parte de la oposición, el Gobierno, y en donde no tuvimos cabida. Pero de todas manera tenemos que ser capaces de desbordar este proceso. Ser parte, incidir. Y este tipo de trabas como el quórum de dos tercios, la protección de los tratados de libre comercio son algunos de los grandes cambios que tenemos que pujar«.
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El proyecto de ley presentado para bajar el quórum de los dos tercios continúa en su primer trámite constitucional. El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputadas y Diputados, Matías Walker, anunció que no pondrá la iniciativa en tabla para su discusión tras 10 días de su presentación.