La intervención humana en el paisaje desde el pincel de Alejandro Quiroga

En la obra de Alejandro Quiroga todo tiene una intención. Así lo expresó el creador, a quien le interesa que el arte cumpla con una función social para poder educar, presentar temas de interés y poner en crisis ciertas condiciones humanas.

“Este trabajo surge a partir de una urgencia que tiene que ver sobre cómo el modelo económico ha cambiado y transformado la naturaleza. Me interesa el paisaje secundario, que no es el de postal. Más bien, el que está entre mi casa y el lugar de destino que está más vulnerado. Esto me permite hablar de la conservación de lo que queda del territorio y dar cuenta de un proceso político”, explicó.

Alejandro Quiroga trabajó en este proyecto durante tres años. La muestra comienza el cuadro «The new indian», que representa a un mapuche vestido de huinca ante una tierra recién labrada y al fondo una casa en llamas, plasmando sus reivindicaciones territoriales.

“Hice esta pintura a partir de una foto periodística, es una imagen tomada de las comunidades Temucuicui. Me interesa mucho hablar de la historia del pueblo mapuche y sobre cómo el Estado chileno ha hecho una ocupación indebida de esta zona. Me asombra comprobar lo poco que sabemos de nuestra historia y nuestros pueblos originarios«, enfatizó el artista.

En la exposición se puede observar el cuadro «Mark Rothko visita San Antonio», en el que unos barcos surcan un mar esplendoroso. Son inmensos cargueros repletos de containers, que han alterado el ambiente de esa zona. Más allá se destaca «El ataque del pino mutante», que con esta figura de gran tamaño Quiroga alude a la industria forestal que ha arrasado con bosques nativos completos.

Otras obras plasman descampados arbolados en los que sobresalen una caseta de guardia en PVC o torres de vigilancia, así como escenas campestres semiintervenidas por objetos o elementos industriales.

“Todas las piezas que están en la exposición son parte de un proceso que se vincula al método científico. Para hacer estas pinturas usé fotografías que tomé con la cámara del celular o desde mi auto. De esta manera, las proyecto en la tela para poder dar una estructura de dibujo. La imagen se usa sólo como un referente, porque mi trabajo es muy pictórico”, indicó Quiroga.

La muestra que se está presentando en cuatro de las seis salas del MAVI, también incluye series de dibujos y grabados. Se destacan unas palmas chilenas en blanco y negro que evocan un pasado de paisajes frondosos, ricos y diversos.

«Por mucho tiempo en Chile vivimos creyendo que los recursos naturales eran inagotables, hoy muchos se han extinguido. Personalmente, lo que me interesa es llevar esta problemática al arte. Que se creen y respeten normas medioambientales para poder legar nuestro país a las futuras generaciones”, señaló el artista.

“Paisaje” ha tenido una muy buena acogida, con más de 5.500 visitas a la fecha. El artista señaló sentirse satisfecho con este proyecto y explicó que a pesar del dramatismo de las obras en exhibición, hay un final esperanzador con la pintura “Que los pájaros vuelvan a los bosques”.

“Mucha gente me ha agradecido porque esta exposición les ha dado alegría y esperanza. Yo soy artista y mi principal tarea es pensar y soñar el mundo. El paisaje me interesa porque es el lugar al cual pertenecemos y el que nos determina como seres humanos”, concluyó Alejandro Quiroga.

“Paisaje” desde otras miradas artísticas

Esta exposición también ha sido ampliamente valorada por diversos exponentes del mundo de las artes. El editor, traductor y crítico, Pedro Donoso, explicó que el paisaje es siempre una construcción cultural y que constituye una forma de ver un grupo humano.

“El hecho de que Quiroga retrate con fidelidad lo que nos rodea sólo arroja una información inevitable: nuestro modo socioeconómico de subsistencia ha deformado el territorio hasta convertirlo en el relato de una explotación”, aseguró Donoso.

Alejandro Quiroga obtuvo parte del material de sus últimos trabajos en diversos viajes. De esta manera, se fue enriqueciendo con la naturaleza del valle central. La historiadora del arte Natalia Arcos señaló que “Quiroga establece el paisaje como un campo de batalla simbólico, en conflicto y en tensión. Tanto las fotografías que él hace como los recortes que elige, vuelven al paisaje pictórico un elemento político”.

Finalmente, el artista expandió la noción de territorio. Así lo expresó la curadora Kimberlee Cole. “Su trabajo evoca espacios físicos, visualizaciones personales, terrenos simbólicos y ambientes sociales, todo al mismo tiempo. Este mapeo del entorno impone en el espectador la obligación ética de considerar el efecto de la actividad humana y del progreso económico”, observó la artista.

“Paisaje” puede visitarse en el MAVI, ubicado en José Victorino Lastarria #307, de martes a domingo desde las 11:00 a 19:00 horas. La entrada general tiene un valor de $1.000 para adultos. Todos los días el ingreso es liberado para estudiantes, menores de 8 años y mayores de 60. Los domingos el acceso es gratuito para todo público.

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