Vecinos de San Javier de Loncomilla acusan al Estado por chanchería

Escrito por el junio 5, 2018

Cansados de que las autoridades chilenas no los escucharan, miembros de la comunidad de San Javier acudieron a la embajada de Dinamarca para presentar una carta donde expresan su molestia por la construcción del proyecto agroindustrial: “San Agustín del Arbolillo”. El plan consiste en la crianza y engorda de 10.000 cerdos hembras, en un predio de 1.000 hectáreas, con el objetivo de exportar carne a países como China, Rusia y Japón.

Este proyecto, que ostenta un costo cercano a los 40 millones de dolares, fue presentado inicialmente por Coexca S.A y luego cedido a Agrícola Coexca S.A. En su financiamiento cuenta con la participación, desde mayo del 2017, del Fondo de Inversión para Países en Desarrollo (IFU), a través de su Fondo Danés de Agronegocios (DAF), lo que significa que es financiado por dineros públicos daneses.

Una representante de las comunidades, Marisa, quien estuvo presente en la entrega de la carta explica que las motivaciones fueron dar a conocer a la embajada el problema que se estaba produciendo.

Irregularidades y pestilencia

La crianza de cerdos y el mal olor que esto significa no es el único problema que afecta a la comunidad, además el proyecto contempla el tratamiento de residuos a través de piscinas anaeróbicas y un embalse de tratamiento de residuos líquidos de 76 hectáreas, entre otros componentes contaminantes. Si a esto se le suma que durante su actividad se ocuparan más de cinco millones de litros de agua diariamente, la indignación de la comunidad es más que comprensible, sobre todo porque los y las vecinas se  abastecen con camiones aljibes cuando las norias se secan por la falta de lluvias. Esta impotencia es explicada por una vecina del sector:

La historia del proyecto agroindustrial lleva a recordar otros megaproyectos que no han tenido la suficiente fiscaliazación de parte del Estado. San Agustín del Arbolillo se aprobó el año 2008, sin contar con una consulta ciudadana, y empezó su construcción con los movimientos de tierra, después del segundo semestre del año 2015.

Desde la comunidad han denunciado las múltiples y notorias irregularidades del proyecto. Entre ellas, destacan que el lugar donde se proyectó es distinto al de construcción; el terreno en que se ejecuta el proyecto no está ubicado en el Kilómetro 33 de la Ruta de los Conquistadores como lo expresa Coexca S.A., sino que colinda con esta Ruta sólo en una pequeña porción en el Km 25, esto significa que el proyecto está a ocho kilómetros del lugar en el que fue aprobado.

El mayor problema de esto es que: El kilómetro 33 de la Ruta de Los Conquistadores está dentro de la jurisdicción de la provincia y comuna de Cauquenes. Por lo tanto la Municipalidad que le correspondía participar en el proceso de evaluación y otorgar los permisos de edificación era la Municipalidad de Cauquenes y no la Municipalidad de San Javier de Loncomilla, como terminó siendo. Esta extraña situación es relatada por Mariza, una vecina del sector que ha sufrido con la llegada de la chanchaería:

Por otra parte, la empresa comprometió permisos sectoriales que hasta la fecha no ha obtenido, tampoco tiene el cambio de uso de suelo, ni el permiso de la DGA para obras mayores (Este permiso sería necesario para la construcción del embalse de 76 hectáreas), tampoco ostentan el permiso para cambios de cursos de aguas. Por lo tanto, COEXCA S.A. ha realizado obras en los cursos de agua del sector sin contar con los permisos que según señala la Ley. Desde la comunidad expresan que la falta de estos documentos es una irregularidad jurídica grave que debe ser tomada en cuenta por la autoridad ambiental.

Otro punto importante dentro del conflicto, es que cercano al proyecto se encuentra la Ciénaga del Name, el último humedal existente en el secano interior de la zona central del país, considerada por la CONAF como sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad desde el año 1997. Por lo cual las Ciénagas de Name están protegidas como área prioritaria bajo el código Nacional SP2-202.

Este humedal tiene una gran importancia, ya que alberga alrededor de 81 especies de aves, algunas de ellas en peligro de extinción, como el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus) y el cuervo del pantano (Plegadis chihi). Además destaca la gran diversidad vegetal, hay 76 especies nativas y 62 introducidas, las que se convierten en numerosos espacios que sirven como refugio y lugar de descanso para aves migratorias. Todo este espacio se ve amenazado por el proyecto “San Agustín del Arbolillo”.

El trabajo de las comunidades busca detener el trabajo de este proyecto agroindustrial que amenaza con dejar sin agua a las comunidades y con afectar gravemente al ecosistema del lugar. Vecinos y vecinas se han organizado para difundir el problema que les aqueja y en próximas instancias proyectan presentar recursos legales, así lo explica Mariza, vecina del sector:

La constante y deficiente fiscalización ambiental por parte del Estado chileno ha llevado a convertir diferentes sectores en zonas de sacrificio. Mientras las carnes porcinas son exportadas a Asia, los habitantes de San Javier de Loncomilla están relegados a sufrir con su contaminación y a vivir con su basura.

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