Teatro documental: un género que cada vez cobra más relevancia en Chile

Escrito por el julio 28, 2017

Como una forma de profundizar en la importancia que tiene actualmente el teatro documental en el país, se realizó el seminario “Escenas Reales. Teatro documental contemporáneo”, de la mano del ICEI y el Teatro Ictus. Las reflexiones de los académicos culminaron con el coloquio “Pantalla y escenario: cruces entre cine y teatro”, donde expusieron los resultados de sus investigaciones en esta área.

por Constanza Romero Lecourt

El teatro documental es una variante de la dramaturgia que surgió aproximadamente durante los años ’60. En esta apuesta, los temas políticos e históricos son tratados con fines críticos, didácticos y de denuncia. Las obras se cruzan con testimonios, documentos y otros géneros, fusionando así la ficción del libreto con la realidad documentada.

Algunos estudiosos sostienen que en el teatro documental se mezclan propuestas teatrales con el periodismo, la biografía y otros géneros literarios que se funden en hechos reales.

Lo cierto, es que el teatro y el cine tienen una relación estrecha y muchas veces sus lenguajes se entrelazan. Como una forma de generar un diálogo entre el espacio de lo académico y el rol de lo audiovisual en el teatro chileno, se realizó este encuentro en el marco del proyecto Enlace de la Universidad de Chile.

“En un comienzo, mi principal preocupación fue indagar cómo el teatro había acogido el dispositivo audiovisual. Pero después me aboqué a pensar en lo documental, cómo está en el teatro y en el cine. Esto me llevó a reflexionar no sólo en las purezas e intercambios entre las disciplinas, sino que también en los en los cruces”, explicó la académica del ICEI, Catalina Donoso.

La doctora en literatura hispánica comentó desde hace un tiempo le interesa estudiar este tema y que el coloquio les ayudará a focalizar ese interés, junto con sistematizarlo. “Hay un diagnóstico de en los últimos años en Chile, existe un resurgimiento y renovación de cómo se piensa lo documental”, señaló.

Ella indicó que la obra “El año en que nací” (2012) de Lola Arias se retrata claramente este proceso. La historia trata 11 jóvenes chilenos nacidos en dictadura que reconstruyen la historia de sus padres a través de fotos, cartas, ropa usada, historias y recuerdos borrados. Cada uno de los protagonistas busca restaurar diversas escenas del pasado para entender algo del futuro. Se ponen la ropa de sus padres y encarnan los momentos más arriesgados de sus vidas.

Alexandra reconstruye las versiones sobre el asesinado de su madre, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Viviana lee el juicio contra su padre, un policía acusado de asesinar a dos militantes del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Soledad revive las circunstancias en que sus padres se exiliaron en México.

Catalina Donoso expresó que en esta obra, que transita entre la ficción y lo real, es muy interesante la manera en que se hace el trabajo de archivo. “No es sólo recoger esos documentos sino que también moverlos un poco desde ese sitial de veracidad. De un elemento que nos va a dar señales de huellas intocables, donde podemos rastrear la verdad. También hay lugar a poder rayarlos, recomponernos y desautorizar el archivo. De esta manera, usarlo de forma expresiva”, sostuvo.

El teatro documental ha atravesado las fronteras hacia otros países. El doctor en historia, Jorge Sala, profundizó en su investigación sobre de los intercambios teatrales en la post dictadura argentina en los años ’80. Este período se caracterizó por sus constantes crisis y lentas transformaciones en el campo cinematográfico. A partir de estos cambios, el cine comenzó a entablar una articulación con otras series culturales como lo es el teatro.

Sin embargo, él se propuso estudiar el cine a partir de sus continuidades, sus flujos y cómo se genera la textualidad de las películas. “A lo largo de los años ’80, van a surgir nuevas  formas de ruptura que van a significar el surgimiento de la performance y la revalorización del teatro no realista, que van a venir a impugnar esa lógica del teatro comprometido”, dijo Sala.

El autor contó que en Argentina casi siempre se piensa la relación del cine y el teatro desde el texto dramático. Pero para él, la reflexión debe ir más allá.

“Construir un vínculo entre lo cinematográfico y lo teatral desde la adaptación es un problema, es pensar una historia renga. Porque hay toda una serie de prácticas que no pasan por lo textual y que muchas de ellas, el cine las recogió a partir de la puesta en escena. De esta manera, se conjugan”, observó el académico.

Los expositores manifestaron que este coloquio fue muy enriquecedor para poder compartir sus experiencias e interactuar con el público. Pero además de este encuentro, con motivo de la conmemoración de los 60 años del Teatro Ictus y sus realizaciones desde el teatro documental, se presentará en colaboración con la Compañía La Laura Palmer “Esto (no) es un testamento”.

La obra reúne a Pilar Ronderos e ítalo Gallardo, ambos reconocidos por sus trabajos en este género. El montaje transita por la trayectoria del Teatro Ictus, entrelazándose con las biografías del elenco y la historia reciente de Chile. Estará en cartelera hasta el 29 de julio en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).

Revisa aquí un fragmento de “El año en que nací” (2012) de Lola Arias:

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