“La omisión y el silencio”: un estreno sobre actores sordos y su inclusión en la sociedad

A partir de las pequeñas historias y de las necesidades de estos actores sordos, la obra da cuenta de las dificultades a las que enfrentan para poder comunicarse y denuncia la invisibilización de la sociedad frente a la integración de estas personas.

La actriz y directora del montaje, Loreto Cruzat, explicó que a partir de sus estudios de la lengua de señas quiso hacer un aporte en esta materia. “Vi que los sordos tienen poco acceso a las artes escénicas, porque no entienden lo que sucede. Ahí se me ocurrió crear este proyecto. También, tengo familiares sordos, de ahí también empieza mi cercanía y mi interés”, señaló.

Además, la directora valoró el gran potencial creativo que tiene la lengua de señas. Este fue el puntapié inicial para este montaje. Sin embargo, algunos actores no pudieron ser parte de este proceso.

“Como la traba comunicacional es tan grande, ellos se quedan muy al margen con muchas cosas que suceden. Ellos tienen otros códigos, otro humor y otra forma de relacionarse. No es sólo la lengua de señas, hay que entenderlos para poder comunicarse. Yo también como profesora aprendí mucho sobre este universo y las falencias que hay”, indicó Loreto Cruzat.

¿Qué valor tiene para ustedes el trabajar con actores sordos y visibilizar su situación frente a la incomunicación?

Muy importante y eso es lo que queremos apuntar con esta obra, que son pequeños cuadros de historias de ellos. También, denunciar la falta de comunicación y la inconciencia de la integración que tienen, porque tú vas por la calle y no te das cuenta que hay un sordo. Ves a la persona ciega o al discapacitado. No se les considera y ellos se dan cuenta de esto. Todo esto, personalmente me da mucha rabia.

También, me he dado cuenta existen muchas personas sordas que no tienen acceso a la educación básica y universitaria. Esto es muy invisibilizado. Además, de que las familias no manejan la lengua de señas. Los sordos hablan y escriben diferente porque tienen otra gramática. Todo eso como sociedad no nos interesa mucho tampoco.

¿Y por qué crees que  existe ese desinterés?

Creo que la gente está más preocupada de ganar plata y subsistir un poco. Yo vengo de hacer la obra “Hogar”, que se trataba de los abusos dentro de una casa de menores tipo Sename y si no nos preocupamos de los niños de nuestro país, con estas personas tampoco. Ese interés es de la boca para afuera, porque no se hace nada realmente. O, son muy pocos los que se preocupan de integrar a los que quedan al margen de la sociedad. Es más fácil no hablar con estas personas. Los mismos sordos me comentan que prefieren no decir que son así, porque los oyentes los apartan.

Pero la verdad es que no es difícil hablar en lengua de señas. Si uno lo aprendiera en el colegio, en primero o en segundo básico, todos lo podrían hacer. Esto no está como proyecto, pero si se hiciera sería un acto concreto de integración. No existen colegios de enseñanza media para personas sordas. Son todos de integración entrecomillas.

Desde tu perspectiva como actriz y directora, ¿cómo crees que la sociedad podría efectivamente integrar y considerar a estas personas?

Como comunidad sorda tratan de que se conozca que ellos hablan la lengua de señas y no lenguaje de señas. Que ellos son sordos y no sordomudos. Que puedan salir en las noticias, que sean parte y puedan hacer teatro. Que puedan entregar cultura para los suyos y para los oyentes.

Esta obra tiene subtítulos, por ejemplo. Para que los oyentes puedan entender lo que están hablando y enseñando. Hay que visibilizar el problema, pero creo que las artes es un lugar que permite educar al pueblo. A empezar a hacer cosas por ahí y que ellos mismos no lo saben. Para conocer, relacionarse y que los trabajos que les den no sean todos mecánicos. Ellos también son personas creativas y que tienen capacidades, hay que abrirles esa puertecita.

Lo estoy mirando con proyecciones porque esto es algo que ahora existe en México y Argentina, en donde hay festivales de teatro de sordos. Este año tenemos el apoyo del gobierno, pero no sabemos si siempre va a ser así. De todas maneras, queremos viajar con esta obra y proyectarla en un escenario internacional. Y así, poco a poco empezar a hacer inclusión real. Que ellos formen parte de nuestra sociedad y no con actividades especiales.

“La omisión y el silencio” estará en cartelera hasta este 29 de diciembre de martes a viernes a las 20:30 horas, en el Teatro del Puente. La entrada general tiene un valor de $6.00, $4.000 adultos mayores y $3.000 para estudiantes.