[#FECH2018] Bárbara Brito: «La Fech debe hacerse cargo de las demandas del pueblo»

Escrito por el noviembre 8, 2017

Hace un año la reconocida y experimentada dirigenta feminista Bárbara Brito lideraba la primera lista a la Fech compuesta sólo por mujeres. Hoy vuelve a la carrera por la Federación junto al colectivo Pan y Rosas y el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR)  bajo el lema “ Somos fuerza para para vencer”.

Por Bárbara Barrera Morales

Nacida en La Cisterna, en el actual Hospital El Pino, Bárbara Belén Brito Carrasco (26) recuerda su infancia armando los barquitos de papel que venían en las revistas de Icarito y jugando con amigos de su barrio clase media en el Parque Tobalaba, en Peñalolén.

El que no alcanzara a conocer a su abuelo Arturo Carrasco, militante del Partido Comunista y dirigente sindical de las petroleras, no fue impedimento para que heredara su bien nutrida biblioteca, de la cual sacaba y devoraba libros completos sobre marxismo.

Sin embargo, no le compró tanto a la lógica partidista del marxismo-leninismo: rechazaba la idea del partido único, que no hubiera libertad de tendencias en la izquierda y que el pueblo fuera gobernado por un grupo político. Ni a Fidel ni al Che les dio chance, y en 2008 encontró en el trotskismo algo que le hizo sentido: un ideal de sociedad donde el poder estuviera en manos de las y los trabajadores.

Las luchas sociales que se desarrollan en nuestro país actualmente significan para Bárbara la posibilidad de dar un vuelco a la Fech y convertirla en herramienta del movimiento social. A su juicio, la Federación no puede “desperdiciarse en negociaciones de gobierno” y debe hacerse cargo realmente de las demandas del pueblo chileno que exige el fin a las AFP, fin a la violencia contra las mujeres y una educación gratuita universal.

Fuerza

Bárbara supo desde chica que quería formar parte de una organización feminista. Entre risas cuenta que tenía la idea de que si el hombre se encontraba en cierto nivel de la sociedad, las mujeres debían estar mucho más arriba para equilibrar la balanza. Ya en 2009, metida de lleno en política universitaria, levantó junto a otras compañeras la agrupación Pan y Rosas Teresa Flores.

“Pan y Rosas viene de un movimiento histórico de huelga de mujeres trabajadoras. El pan, referido a la precaridad del trabajo que te impide un buen vivir, que te recluye a la pobreza y a la miseria. Y no solo el trabajo en fábricas sino también el trabajo doméstico, porque las mujeres son en las que más recaen las tareas del cuidado, no solamente de la casa sino también de los adultos mayores.

Las rosas porque no solamente es la doble explotación laboral, sino que la violencia sexual, la violencia de género, la violencia machista. Las rosas se refieren a que queremos dejar de ser invisibilizadas, dejar de ser maltratadas. Queremos dejar claro que no queremos que nos maten”.

Años antes, en 2006, Bárbara fue dirigenta estudiantil del Altamira; un colegio artístico de Peñalolén que la hizo sentir cómoda porque “desarrolla mucho el pensamiento, la creatividad”. En 2008, cuando estudiaba Filosofía y Humanidades también en la Universidad de Chile, fue parte de la movilización estudiantil del Campus Juan Gómez Millas en contra del proyecto Bicentenario y en 2011 fue electa concejera Fech de su facultad.

Cuenta que el asesinato de Manuel Gutiérrez ese mismo año fue una de las luchas más difíciles que le ha tocado vivir, organizando barricadas, asistiendo a asambleas y coordinando al Cordón Macul para que se hiciera justicia. Fue rebelde desde chica, desde antes que la echaran del Colegio Pedro de Valdivia de Peñalolén debido a su rechazo profundo hacia el sistema estructurado, a la PSU y las pruebas con alternativas. Rayaba las salas y quemaba cuadernos con sus compañeros y compañeras.

La dirigenta feminista cree que su rebeldía es culpa de sus abuelos; no de Arturo, sino del que fue minero desde los 8 años y de la que trabajaba en la parroquia de la población en Recoleta, cuando la Iglesia Católica “todavía valía la pena por tener centros de discusión y organización política”.

Vencer

Bárbara Brito fue electa concejera Fech por segunda vez en 2015, esta vez en la Facultad de Artes, luego de que decidiera cambiarse de carrera en la misma casa de estudio tres años antes. Cuenta que lo que más la motivó fue “que el arte en sí mismo sirve para encontrar ventanas de asombro en una sociedad donde te coartan tu libertad, donde el régimen de trabajo impide que los trabajadores puedan desarrollar su creatividad e imaginación, sus intereses”.

A diferencia de hace algunos años atrás, la Bárbara de ahora centra sus propuestas en temáticas de género y sexualidad. Uno de sus principales logros fue precisamente haber creado la Secretaría de Sexualidades y Género de Artes Encinas con otras compañeras; instancia desde la cual han logrado articular marchas por el aborto y la emblemática “Ni una Menos”, que reunió a miles de personas el 19 de octubre de 2016.

Su dedicación en torno a las temáticas de género la llevó a posicionarse como una de las dirigentas feministas más conocidas de la Universidad de Chile y a levantar por primera vez una lista compuesta por puras mujeres para disputar la Fech. Tras largos días de campaña, Bárbara Belén Brito Carrasco ganó la vicepresidencia de la Federación en un hecho inédito: el trotskismo entraba por primera vez a la mesa directiva en la historia de la Casa de Bello.

Hoy Bárbara vuelve a la carrera por la presidencia de la Fech más convencida que nunca para levantar desde la dirigencia estudiantil una voz anticapitalista y antipatriarcal. Dentro de sus proyecciones a futuro, cuenta que siente una gran pasión por organizarse en torno a las marchas Ni una Menos y que lo electoral no le llama la atención de por sí.

En vez, Bárbara se ve “con muchas compañeras levantando amplio movimientos, y ojalá que sean mujeres trabajadoras. Me veo siendo parte de un gran movimiento de trabajadoras y pobres que puedan dar vuelta la tortilla”.

 

 

 

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