Estadio Nacional: memorias que resisten el olvido

A once años de la primera edición del libro “Terrorismo de Estadio: Prisioneros de Guerra en un campo de Deportes”, fue relanzado con nuevos antecedentes acerca la represión y violación a los derechos humanos ocurridos dentro de Estadio Nacional, en el período de la dictadura. La investigación de la periodista y académica del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI), Pascale Bonnefoy, fue presentada en la librería del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).

por Constanza Romero Lecourt

“El 26 de diciembre de 2002 murió en Concepción el coronel en retiro del Ejército, Jorge Espinoza Ulloa, comandante del Estadio Nacional cuando se convirtió en el más grande campo de detención en la historia de Chile desde el mismo día del golpe de Estado, 11 de septiembre de 1973, hasta el 9 de noviembre de ese año”.

Así, Pascale Bonnefoy dio inicio a la versión ampliada de la investigación periodística sobre el Estadio Nacional, durante el período en el que fue convertido en el mayor centro de detención de presos políticos en la historia de Chile, inmediatamente después del Golpe de Estado de 1973.

La autora explicó que el libro puede ampliarse hasta el infinito, porque hay tantas historias sobre el Estadio Nacional como prisioneros políticos. Sin embargo, muchas preguntas siguen abiertas y sin respuesta.

En la actualidad, no se conocen cuántos fueron los detenidos que estuvieron recluidos en este lugar, aunque se estima que fueron alrededor de 15 mil personas. Tampoco se conoce el número de muertos y desaparecidos. Esto fue lo que motivó la periodista a indagar aún más.

A partir de esta investigación, Bonnefoy identificó militares que participaron de la represión política en la dictadura y que no eran de su conocimiento, como Hugo Salas Wenzel.

Además, ordenó la cadena de mando, armando un rompecabezas entre todos los involucrados y trazó con mayor precisión cómo operaba este recinto deportivo. Así fue, como se empezaron a abrir nuevos caminos, que fueron claves en el relato.

El sociólogo y analista internacional, Raúl Sohr, comentó que esta es una investigación periodística profunda, hecha con mucha rigurosidad y tratamiento ético.

Puesto que, la autora relató esta realidad a partir de 20 expedientes, entrevistas con militares y familiares, pero no expuso los testimonios que dieron aquellas personas que fueron torturadas en los interrogatorios.

Durante los 10 años que transcurrieron entre la primera y segunda edición del libro, Pascale Bonnefoy dijo que muchas cosas han cambiado en todo ese tiempo. Cuando publicó el primer libro, sólo había una causa, de Charles Horman.

Desde entonces, se han abierto más de una docena de investigaciones judiciales. En el proceso de búsqueda de información, muchos quisieron hablar y otros no.

Pero lo cierto, es que el Estadio Nacional como campo de concentración no es olvidado en la memoria de los chilenos y chilenas. Para la periodista, fue un germen del aparato represor de la dictadura. Y aquellas heridas, siguen abiertas en nuestra historia.