«De vuelta a la Edad Media»: El giro ultraconservador en Italia amenaza derechos de las mujeres y población LGBTI

Escrito por el abril 2, 2019

Entre manifestaciones se llevó a cabo el Congreso Mundial de las Familias que entre sus propuestas plantea volver a considerar el aborto como un delito y prohibir a las parejas homosexuales adoptar y tener hijas o hijos. Los movimientos feministas y LGBT+ temen que estas iniciativas pongan en peligro las ganancias que ya se creían consolidadas e imposibiliten nuevos avances en derechos sociales. 

Fue Verona, la ciudad del norte de Italia y conocida por ser el escenario de la obra de Shakespeare, Romeo y Julieta, la sede elegida para celebrar el Congreso Mundial de las Familias, el cual se plantea como un encuentro entre defensores de la familia tradicional y que, además, tenía entre sus invitados especiales a Matteo Salvini, el viceprimer ministro del Gobierno italiano, ministro del interior y líder de la Liga ultraderechista de ese país. Asimismo, esta instancia convocó como exponentes a activistas contrarios al aborto, el divorcio y el matrimonio homosexual de Estados Unidos y de distintos países de Europa y África.

Tanto el colectivo feminista «Non Una di Meno» («Ni una menos») como el movimiento LGBT+ llamaron a manifestarse contra este Congreso ultraconservador en la ciudad italiana. Las protestas, finalmente, convocaron a más de 20.000 manifestantes, según datos de la policía.

El llamado el movimiento «Non Una di Meno» fue a una marcha transfeminista en la ciudad de Verona.

También asistieron a Verona, pero con la intención de ser partícipes del encuentro pro familia tradicional, el grupo de extrema derecha neofascista, Forza Nuova. Las autoridades italianas desplegaron un operativo de alta seguridad para evitar los enfrentamientos violentos en las calles.

Verona, bastión del ultraconservadurismo. 

La ciudad de los amantes de Shakespeare se convirtió en uno de los principales focos de la extrema derecha italiana luego de que en octubre del año pasado se autoproclamara como una ciudad «pro-vida» y antiabortista posterior a una votación del consejo municipal, la cual aprobó iniciativas y apoyo financiero en contra de la interrupción del embarazo.

«Aquí desde Verona, lobbys internacionales, como el Congreso Mundial de la Familia y grupos neoliberales están queriendo seguir con sus políticas neoliberales para devolver la promesa de que a cada hombre le corresponde una mujer. Por eso pelean por una familia cerrada que es una máquina de violencia», comentó Marta Dillon, argentina fundadora de «Ni una menos», que viajó hasta Italia para participar de las protestas.

Mateo Salvini, defensor de valores sociales conservadores. 

El viceprimer ministro italiano ha sido muy criticado y se ha encontrado múltiples veces en el ojo de la polémica por sus planteamientos. Es conocido por su política de mano dura frente a la migración, negándose a rescatar embarcaciones provenientes de África y, además, se ha puesto del lado de los líderes tradicionalistas de la iglesia católica para resguardar  valores sociales conservadores. En el discurso que dio el día sábado en el congreso defendió nuevamente la familia formada por una madre y un padre. En paralelo a la charla de Salvini en el encuentro conservador, el otro vicepresidente del Gobierno italiano, Luigi di Maio, también hacia un discurso en Roma asegurando que los participantes del congreso eran fanáticos que viven en el medioevo.

Las políticas conservadoras del ministro del interior son parte de una inclinación a la extrema derecha en Italia. Entre otros ejemplos de este giro, el senador Simone Pillon, perteneciente al partido ultraderechista, Liga Norte, tiene como objetivo proponer una ley que castigue a las mujeres que hayan acusado a sus esposos de violencia doméstica si es que éstos no son hallados culpables.

Con respecto al Congreso y las protestas que éste suscitó, Salvini comentó: «Las feministas hablan de derechos de las mujeres y fingen no ver cuál es el verdadero peligro para ellas, que no es este congreso, sino el extremismo islámico para el que la mujer vale menos que cero», y enfatizó que el extremismo islámico es promovido por los migrantes que buscan entrar a Italia.

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, no se hizo partícipe del congreso, aclarando que aquello que inspira las acciones de su gobierno es el respeto a las personas, su dignidad individual y social, sin considerar su orientación sexual y las decisiones tomadas en la vida privada. A su vez, el secretario del Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha dicho que está de acuerdo con los valores que defiende el congreso pero no «con los métodos».

 

 

 

 

 

 

 

 

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