Ciclo Emerge: rock e ilustración en un mismo espacio

Escrito por el julio 16, 2018

El pasado 14 de julio en la Cúpula Multiespacio se realizó el Ciclo Emerge, donde se reunieron importantes bandas de la escena nacional y diversos expositores en torno a la ilustración como Mala Imagen.

por Catalina Araya y Jocelyn Jara

El reloj marcaba las cinco y media de la tarde, cuando se abrieron las puertas de la histórica cúpula del Parque O’Higgins, hoy rebautizada como la Cúpula Multiespacio. A pasos del metro Parque O’Higgins, los asistentes del primer Ciclo Emerge comenzaban a avanzar hacia el interior de las dependencias de este pequeño pero acogedor recinto.

Los amplificadores se encendieron pasadas las seis de la tarde. Quien estuvo encargado de iniciar este ciclo de bandas nacionales fue Boulevard Revolver, la banda emerge de esta primera versión. Bastaron solo unos segundos de melodía para que el público comenzara a acercarse al escenario, contagiado de la energía con la que estos músicos jóvenes se plasmaron frente a ellos. A partir de aquí, iniciaba una extensa jornada musical que prometía a los fanáticos shows de más de una hora y media.

Los próximos en presentarse eran Prehistóricos, una de las bandas que más ha prometido en la escena musical nacional en los últimos años. En cuanto comenzaron a ejecutar los primeros acordes, la gente se acercó con mucha emoción al centro de la cúpula. La atmósfera era clara: la melancolía que caracteriza la lírica de este grupo se tomaba el lugar para conmover a sus seguidores, quiénes coreaban cada una de sus canciones. 

El tiempo avanzaba, al igual que el frío del invierno santiaguino. Seguía llegando cada vez más gente a las dependendencias del multiespacio, que se transformó en un lugar lo suficientemente poblado como para cobijar a los espectadores. 

Entre cada banda se dieron unos espacios. La gente comenzaba a salir. Muchos caminaban hacia el patio a fumar para esperar la siguiente presentación. Otros se paseaban por los pasillos, donde habían algunos stands con discos, vinilos, pósters, algunas poleras y polerones. Pero uno de los mesones donde más gente había era donde se encontraba el ilustrador nacional Malaimagen.

Ciclo Emerge. Por: Catalina Araya.

 

Malaimagen: la lucha política desde sus dibujos y la música 

Guillermo Galindo, más conocido como Malaimagen, es un popular dibujante de sátira política, quien ya lleva diez libros bajo el brazo y uno por lanzar en 2019. Todos se caracterizan por su nutrido humor negro y de la contingencia que le han brindado los distintos gobiernos. En este encuentro, el artista se hizo presente con parte de su trabajo como dibujante. 

Una faceta no tan conocida de este ilustrador es la musical. Galindo no sólo se ha desarrollado a través de sus tiras cómicas, sino que su actitud desafiante frente a los poderosos la transmite también a través de su música. Es integrante de una banda punk. Cuenta que este amor por la música lo tiene desde muy chico y que para él ha sido una forma de expresión, al igual que los dibujos. “Es lo que yo elegí para transmitir mis ideas, comunicar, expresar y también de echar la anarquía afuera”, señala.

Ingresó a la agrupación Punkora en el año 2000, cuando ésta ya llevaba dos años de existencia. “He estado en Punkora desde mucho antes de iniciar el proyecto de Malaimagen. Lo que pasa es que la mayoría de la gente me conoce más por ese lado, pero la música es mi proyecto más antiguo”, afirma.

Malaimagen se inició en el 2007, siendo La cuenta por favor su primer libro, el cual ninguna editorial quiso publicar, teniendo que hacerlo de manera independiente. Sin embargo, con el paso de los años algunas editoriales prestaron atención a su talento como artista visual. 

Su habilidad en el mundo gráfico también la ha llevado a la estética de sus popios discos, pues él mismo ha diseñado la mayor parte de las portadas. “Generalmente esa pega recae en mí”, dice mostrando con entusiasmo uno de los CD’s que ofrece su stand. 

Guillermo Galindo aclara que su banda nunca ha entrado a la industria de la música como tal. “De hecho, nunca hemos sonado en las radios. Lo que pasa es que las bandas punk se manejan por el concepto de la autogestión y todos los discos los hemos hecho y vendido nosotros”, explica.

«Tampoco hemos tenido un sello discográfico, lo que es difícil porque uno tiene que hacer todos los pasos solo, pero también te permite toda la libertad en cuanto a tener el control absoluto de tu trabajo», sostiene. Para el artista esto tiene ventajas y desventajas. Por una parte, se genera poco alcance pero lo que se hace depende directamente del creador y no existen disputas por este tipo de contratos.

Dentro de tu misma relación con  la música, ¿qué piensas de los espacios que se generan a nivel nacional, para poder darle cabida a los artistas emergentes nacionales?

Espacios como éstos, para Punkora son bastante ajenos. En el punk es más precario el circuito, porque siempre está ese estigma del público desordenado, que van a llegar a los recitales a romper cosas. Entonces hay pocos lugares para tocar. Ese circuito de bandas emergentes es para los grupos de otros estilos musicales que realmente emergen a algún lado.

En el punk no se emerge, el ambiente es uno y ahí nos desenvolvemos. Al que le gusta bien y al que no, bien también. Las bandas que se hicieron conocidas en los noventas y que sacaron discos con sellos multinacionales, fueron básicamente tres o cuatro. Esas fueron las que sonaron en radio, cuando existía una apuesta de los sellos grandes de fichar a bandas chilenas. Pero nosotros llegamos a la música después cuando ya no existía eso, lo que tampoco era nuestra opción.

En el espectro nacional, ¿sientes que está al debe la industria con la música chilena?

Yo creo que sí, pero la industria se alimenta de la gente y Chile es un mercado chico. O sea, si las bandas esperáramos que la industria apoyara la música, no se podría surgir como músico. Incluso las bandas más conocidas han tenido  problemas de apoyo. Los músicos tienen que hacer música y si nadie te da una mano, tienes que hacerlo tú no más, no hay otra forma. Yo podría decir que están al debe, pero tampoco siento que el mercado le deba algo a mi banda, no es esa una realidad.

Entonces, los grupos tienen que seguir su camino, dedicarse a hacer canciones, tocar lo mejor posible para su gente y mantenerse fiel a sus principios. Y en eso consiste tener una banda creo yo, en hacer las cosas porque uno ama la música. Ahora si hay un respaldo de la industria, si a uno lo invitan a eventos pagados o si se logra sacar un disco que se vende mucho, eso es algo secundario.

En el punk no es una realidad tan tangible, quizás las bandas del Ciclo Emerge tienen más posibilidades por ser un estilo más pop o pop rock. Es algo que puede sonar en la radio, tiene un sonido más digerible-sin decirlo de forma despectiva- y puede llegar a más gente. Siempre he sentido que el mercado de la música es chico y si además haces algo más específico en cuanto a música, menos te van a pescar en lo comercial. Pero uno toca porque ama tocar. Ninguno está tocando para vivir de la música, es muy difícil eso.

En ese sentido, con la creación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, ¿crees que va a llegar a cambiar este panorama en algún momento?

Yo creo que no. El Estado y los ministerios de Cultura probablemente jamás van a apoyar a una banda punk. La escena se construye con la gente que va a los recitales y ellos tienen que cuidar los espacios. Apoyar a las bandas, no regatearles las entradas porque generalmente son baratas, por lo menos la música que hacemos nosotros. Yo creo que ese apoyo no va a llegar nunca de los ministerios, porque no les interesa y a nosotros tampoco.

¿Qué piensas de grupos tributos a las bandas históricas y trascendentales?, ¿crees que éstos le quitan espacio a las bandas emergentes? 

A mí personalmente no me gustan, prefiero a las bandas que hacen sus propias canciones. Por otra parte, creo que sí le quitan un espacio. También hay locales que hacen recitales con bandas que no son tributos y que tienen una postura de apoyar al rock chileno. Es una cosa de gustos, creo yo. Si hay alguien le gusta ir a ver a un grupo tributo a AC/DC o Metallica, cosa de ellos. Claramente sale más barato que ir a ver a las bandas originales, ¡jajaja!. Pero hay muchas bandas que hacen sus propias canciones y esas son las que deberían tener más atención.

Dentro de este medio artístico, ¿se genera una actitud de compañerismo y de apoyo mutuo entre ustedes?

Sí, de hecho aquí estamos compartiendo espacios con el trabajo de otros artistas y dibujantes. En las tocatas siempre están las bandas amigas que hacen una música similar a la de nosotros y tratamos de ayudarnos entre todos. De hecho, los discos están sub-apoyados por mini sellos que a veces ponen plata para coediciones. Se genera un ambiente de apoyarnos todos con todos, porque así nos va a mejor. Es primera vez que venimos de un recital así. 

Actualmente, ¿tienes proyectos en marcha, tanto en lo visual como en lo musical?

En lo musical va a salir el disco nuevo de Punkora en agosto, ya está listo. En los libros, ya sería el próximo año. Estoy trabajando en uno, pero para el 2019.

Segregación, Malaimagen.

 

We Are the Grand, Fármacos y Ases Falsos: el cierre de la noche 

Cuando la música volvió a sonar, el tercer grupo en presentarse fue We Are the Grand. Rápidamente la cúpula se llenó nuevamente. Esta banda nacional, que ha compartido el escenario con íconos de la música como el dúo argentino Miranda!, desataba la energía en los presentes.

Pasada la mitad la presentación se subió al escenario el vocalista de Fármacos, Diego Ridolffi. Su presencia se transformó en la sorpresa que marcó la jornada. Una canción fue suficiente para dejar más que felices a quienes estaban disfrutando el show. 

Ciclo Emerge fue el espacio escogido por la banda para comenzar a despedirse de sus fans chilenos por un tiempo. Próximamente emprenderán vuelo a suelos mexicanos. Pero aprovecharon la instancia para dar un aviso: tendrán una despedida oficial en el Bar Loreto, el próximo sábado 4 de agosto.

Luego quedaría una sola banda por presentar. Este Emerge sería el primer concierto del grupo Ases Falsos en Santiago luego de presentar su último disco, Mala Fama, en la región del Bío Bío hace un par de semanas. Pasadas las diez de la noche, el público comenzaba a exigir con palmas y silbidos su pronta subida al escenario.

De forma casi sorpresiva apareció el vocalista Cristóbal Briceño paseándose solo por el escenario, aparentemente para alistar un par de detalles antes de dar inicio a su presentación. Después de rayar el setlist y de tocar una seguidilla de acordes en su guitarra, comenzó a cantar un par de canciones que culminaron en el single “Mala Fama’’, acompañado del resto de los músicos que subieron en la mitad del tema. Entre los bailes y las anécdotas del artista, Ases Falsos dio término a Emerge con “Así es como termina’’.  

Ya era pasada la medianoche cuando una gran cantidad de jóvenes caminaban hacia la salida del parque, entre el humo de los cigarros encendidos y los comentarios de las canciones que faltaron para darle un broche de oro la primera vez que «Ciclo Emerge: Reminiscencia» se abrió al público.

Ciclo Emerge. Por: Catalina Araya.

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