La sensibilidad hacia el otro (a) es desarrollo humano

Escrito por el mayo 23, 2018

Por Felipe Durán

Por estos días de movilizaciones y protestas para exigir el debido respeto a la mujer, entre otros grupos de personas específicas como los niños y niñas o los adultos mayores, por ejemplo, se discuten necesariamente los conceptos o ideas de machismo y feminismo, matriarcado y patriarcado, fraternidad y sororidad.

Para efectos de esta columna se someterán estos conceptos a un proceso dialéctico, con el fin de esquivarlos intencionadamente. Se absorberán los otros dos términos detrás de machismo y feminismo:

Diremos que como tesis está el machismo asignándole la responsabilidad de conducta primaria, sin ahondar más allá, lo diremos así, que a su vez da origen a su antítesis que es el feminismo. El resultado de la pugna es la síntesis.

Lo que resulta de eso, la síntesis, es sencillamente la cuestión humana. Eso es lo de fondo. Personas. Hombres y mujeres, ya sean heterosexuales, homosexuales, transexuales o bisexuales.

Eludida la dicotomía feminismo-machismo y sus variantes, proponemos un enfoque basado en la teoría del desarrollo a escala humana, como una manera de ayudar a entender las sensibilidades humanas y cómo respetarlas.

El desarrollo tiene que ver con las personas y no con las cosas. Es un principio fundamental del desarrollo a escala humana. Su autor es el economista alternativo Manfred Max Neef y sus colaboradores. Recordemos que además fue candidato a la Presidencia de la República de Chile en 1993.

Las necesidades y  los satisfactores de esas necesidades humanas fundamentales son dos cosas distintas. A menudo se confunden. Manfred además descarta la idea de que las necesidades humanas son ilimitadas y los recursos son siempre escasos para satisfacerlas, como lo proponen los autores del libre mercado.

Para el desarrollo a escala humana las necesidades son conocidas, finitas y se pueden satisfacer. En su obra homónima propone una matriz de necesidades fundamentales y sus satisfactores, las clasifica como categoría axiológica (valóricas) y existencial (más relacionado con lo concreto). Aunque como se trata de algo extenso para esta columna nos referiremos a aquella necesidad  que concierne directamente a la sensibilidad humana.

Se propone por tanto, entender la cuestión de la sensibilidad propia y hacia otra persona en relación directa con la necesidad del afecto.

La manera de vivir y realizar la necesidad del afecto, en carácter de propuesta y no de determinación inamovible, la matriz la describe así:

Categoría existencial à

Categoría axiológica

SER TENER HACER ESTAR
 

 

AFECTO

Autoestima, solidaridad, respeto, tolerancia, generosidad, receptividad, pasión, voluntad, sensualidad, humor Amistades, parejas, familia, animales domésticos, plantas, jardines Hacer el amor, acariciar, expresar emociones, compartir, cuidar, cultivar, apreciar. Privacidad, intimidad, hogar, espacios de encuentro.

Conductas como la autoestima, la solidaridad, la tolerancia y el respeto son elementos del SER que vive toda persona, fundamentales para vivir y realizar la necesidad del afecto hacia uno mismo y hacia los demás.

Es exactamente lo contrario lo que se ha visto en los hechos recientes vividos en el país, públicamente conocidos, sin olvidar todos aquellos que no logran salir a la luz.

Por tanto no se puede acompañar el afecto que requiere toda persona en cualquier sociedad del mundo con violaciones y muerte a mujeres, agresiones físicas y sicológicas, acosos sexuales con sotana, uniforme o terno, piropos fuera de lugar, intimidaciones, etc.

La sensibilidad nos avisa que todo lo que hagamos nos afecta y afecta a otros. Y debemos estar atentos a eso. El individualismo desarrollista tras el éxito vacío de contenido humano, no puede pasar jamás por sobre la necesidad del afecto que merecemos todas y todos. Porque el afecto es parte del desarrollo humano.

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