Informe del Banco Central afirma que la migración potenciará la economía local

El IPoM publicado en el segundo semestre de este 2019 incorporó en sus proyecciones el factor migratorio, desmintiendo la discriminatoria idea de que «los extranjeros vienen a robar trabajo». Desde el Movimiento de Acción Migrante valoraron el documento, pero hicieron un llamado a considerar también en los estudios la vulneración de los derechos laborales de los inmigrantes. 

Esta semana, el Banco Central presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM), correspondiente al mes de junio, ante la Comisión de Hacienda del Senado. En el recuadro «Impacto de la inmigración en Chile: lecciones de casos comparables», reveló que la migración en Chile no solo ha potenciado la economía local, sino que además es caracterizada en promedio como “más calificada, más joven y con una mayor participación laboral que la población chilena”.

De acuerdo a datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre diciembre de 2014 y diciembre de 2018, «la población extranjera en Chile pasó de 490 mil personas a más de un millón 250 mil». Es decir, aumentó en un 155%, y se espera un aumento de 360 mil personas en los próximos 3 años.

El efecto que esto ha tenido en la fuerza laboral no es menor. Según el informe, los posibles efectos de este flujo migratorio pueden ser muy significativos para la macroeconomía del país, tanto en la oferta laboral como en la demanda agregada. Sin embargo, señala que la inmigración futura se encuadra en una alta incertidumbre, ya que no depende solo de decisiones de política migratoria y la evolución económica de Chile, sino que también de los países de origen de los migrantes. El siguiente gráfico elaborado en el IPoM refleja los posibles escenarios de la fuerza laboral, dependiendo de una alta, base o baja migración.

La alta migración en el país elevará la economía local debido al mayor consumo que supone. Esto haría crecer el PIB potencial, que mide el crecimiento máximo, mientras que el aumento de la fuerza laboral influye positivamente en el PIB tendencial. Todo depende de la estabilización que logren los flujos migratorios. Respecto a esto, el IPoM señala: «Chile plantea menores impedimentos legales para insertarse en el mercado laboral, y a diferencia de los casos migratorios europeos (), comparte el idioma y otros aspectos culturales con una fracción mayoritaria de la población inmigrante. Por lo tanto, es de esperar que continúen observándose efectos en el mercado laboral a medida que los inmigrantes se integran a este”.

El problema de los análisis: la migración no regular

«Es difícil poder medir lo que está irregular. Pero no hay la voluntad, que es mucho más grave», asegura Eduardo Cardoza, secretario ejecutivo del Movimiento Acción Migrante (MAM). Apunta a que el análisis del Banco Central solo toma en cuenta la migración regularizada.

Por un lado, considera que es positivo que la institución reconozca el aporte de la migración en la economía. «En todas partes del mundo, la migración contribuye a la economía de los países. Fíjate que nada más que comiendo, nada más que por pagar el IVA de la comida del día, ya estás contribuyendo a los países enormemente», añade Cardoza.

No obstante, también afirma que es importante ver en qué condiciones viven estas personas en la práctica: «Muchas veces, la migración, que está aportando al país, está teniendo sus derechos vulnerados y no reconocidos. Y  que soportar situaciones de racismo o de discriminación enormes». 

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Es más, el dirigente social señala que el Estado chileno ha tomado medidas que llevan a la irregularización de los migrantes. «Nosotros siempre dijimos que hay que facilitar la regularización y que lo ideal sería que estuviera todo el mundo regularizado, pero para eso tiene que haber un Estado que acoja», dice Cardoza.

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«Si se constatara esto en función de establecer políticas públicas que permitieran que la migración pueda aportar al país con sus derechos respetados, la calidad de vida de sociedad sería mucho mejor», finaliza Eduardo Cardoza.

El informe advierte que la economía local debe atravesar un proceso de ajuste, para que de esta manera los nuevos trabajadores se ubiquen en puestos acordes con sus competencias. Mientras esto sucede, se espera que los salarios y la inversión se incrementen.