Hablemos de fracasos

Digamos las cosas como son: la eliminación de Colo-Colo antes la Universidad Católica de Ecuador es un fracaso. Fracaso también fue la pobre presentación de la Universidad de Chile en la Copa Libertadores.

El fútbol chileno estuvo en un nivel de competitividad bajo en comparación a otros torneos y esto fue consecuencia de la implementación de los torneos cortos bajo el mandato de Sergio Jadue en la Asociación Nacional de Fútbol.

El resto de los equipos se ha mantenido de buena manera en los torneos internacionales, como es el caso de Unión la Calera que superó a Chapecoense o Palestino que en un difícil grupo, tiene toda la opción de seguir compitiendo pero en Copa Sudamericana.

Pero, ¿es que acaso el fútbol chileno es muy mediocre en comparación a otros torneos del continente? Porque pareciera que sí lo es.

La prueba es lo vivido en pastos del Monumental el martes: un plantel que superaba económicamente al otro, incluso un chatoleí que llegaba sin sus figuras al David Arellano logró asaltar el arco, hacer el gol y en penales llevarse el paso a la siguiente fase.

Pero no solo Colo-Colo se ha visto envuelto en esto. Lo decíamos, primero fue la Universidad de Chile a principios de año. Eliminada ante un Melgar de Perú que solo daba como favoritos a los campeones de la Copa Sudamericana en 2011.

Soy de las personas que cree que los equipos deben aprender de los errores -como las eliminaciones por soberbia- y así enfrentar de nuevo los desafíos.

Hablemos de los fracasos. Es sano.