Continúa criminalización: Senado rechaza despenalizar el cultivo de cannabis medicinal

Por tres votos contra dos, la Comisión de Salud del Senado rechazó despenalizar el autocultivo de cannabis medicinal. Las familias acusan criminalización.

La iniciativa conocida como Ley Cultivo Seguro y rebautizada con el nombre de Rodrigo Barraza, en memoria del padre que se quitó la vida tras vivir un duro proceso de criminalización, fue rechazado en la Comisión de Salud del Senado el pasado martes 5 de octubre. De esta manera se perpetúa la persecución contra las familias que cultivan cannabis bajo prescripción médica.

La moción, aprobada en la Cámara Baja en 2018, encontró el rechazo de tres senadores de la Comisión de Salud del Senado. Así, con votos de Ena Von Baer (UDI), Francisco Chahuán (RN) y Carolina Goic (DC) se frenó la despenalización del autocultivo de cannabis medicinal.

Previo a la votación, el ministro de Salud Enrique París expuso una serie de argumentos en contra de la despenalización del autocultivo. Entre ellos, mencionó la carencia de mecanismos de control que eviten otros usos; las conclusiones de un informe emanado del Colegio Médico del año 2019 y la falta de aprobación de los productos por parte del ISP.

La candidata a diputada por el Distrito 12 y fundadora de Fundación Daya , Ana María Gazmuri, analizó los argumentos presentados: “Acá vemos una confusión entre lo que es la debida aprobación de la autoridad sanitaria para los productos que se van a comercializar, que nada tienen que ver con esta ley que busca que no sean criminalizados o perseguidos los pacientes que usan la vía de acceso del autocultivo con prescripción de sus médicos”, declaró.

La activista comparó la discusión con la Ley de Aborto porque acá, «no importa si crees que es medicinal o no el cannabis. Lo que importa es si tú piensas que una persona que cultiva cannabis con prescripción de su médico debe ir presa”, concluyó la activista.

Despenalizar el autocultivo, ¿qué opina el Colmed?

El informe del Colmed al que hizo alusión el ministro Paris se publicó en junio de 2019 en respuesta al proyecto de Ley Rodrigo Barraza. En sus conclusiones afirma que se carece de evidencia fidedigna sobre el impacto de despenalizar el autocultivo de cannabis medicinal.

Otro antecedente de esta discusión es un video de Izkia Siches del año 2014 en el cual, aseguró que el Colmed, presidido en ese entonces por Enrique Paris, estaba de acuerdo con el uso de cannabis medicinal. 

Recordamos a Izkia Siches, actual presidenta del @colmedchile cuando apoyaba públicamente el derecho de médicos a prescribir cannabis en 2014, cuando era presidenta del Regional Santiago del mismo Colegio Médico. QUE PASÓ? pic.twitter.com/fEBcwEywZj

— Fundación Daya (@FundacionDaya) June 27, 2019

Por su parte, el médico cirujano que trabaja en la Fundación Daya, Diego Cruz, cuestionó la validez del documento: “Es un informe que salió de la oscuridad y que no se discutió ante nadie. Nunca se pasó a votación. Además, que es muy mal informe, la bibliografía que trae es pésima”, recalcó.

Ante esto, la coordinadora de Salud Mental del Colmed, y una de las redactoras del documento en cuestión, la psiquiatra Josefina Huneeus, defendió el informe y señaló que el contenido fue validado por el Consejo General del Colegio Médico.

Además, la especialista recalcó que la planta de cannabis y sus componentes no cuentan con evidencia científica que la validen su uso medicinal y que esto sería «un consenso en el mundo de la ciencia».

En tanto, Cruz señaló que el interés por los beneficios de la planta de cannabis medicinal lejos de disminuir ha aumentado en el mundo de la medicina: “Si te metes a Pubmed que es el principal portal de artículos médicos, verás que los estudios se disparan en el último tiempo, es un tema que está muy en boga”, informó.

Mamá cultiva cannabis medicinal

Una semana llevaba Javier en la UCI con tratamiento para manejo del dolor sin obtener mejorías, cuando Patricia, su madre, fue visitada por Paulina Bobadilla, la actual alcaldesa de Quilicura y fundadora Mamá Cultiva.

Javier, quien hoy tiene 12 años, tuvo que pasar por complejas operaciones para controlar la espasticidad provocada por una parálisis cerebral que se manifiesta en el crecimiento de sus huesos y  no así, de su musculatura.

La alcaldesa le propuso usar aceite cannábico, pero Patricia dudó. “Imagínate que nosotros no fumamos marihuana, no fumamos cigarro y decir: le vamos a dar marihuna al niño, fue algo difícil porque está el prejuicio”, explicó.

Sin embargo, la desesperación los hizo cambiar de opinión y esa misma tarde intentaron el tratamiento. “Era tanto lo que lloraba mi hijo; le pasaban y le pasaban medicamento, morfina y nada. Le dimos un granito sublingual y fue mágico: a los minutos Javier paró de llorar y se empezó a relajar; a los diez minutos estaba durmiendo profundo y así pasó toda la noche”, relató la mujer.

A los pocos días Javier salió del hospital. Como era de esperarse, la familia no cesó el tratamiento. Se instruyeron en autocultivo y preparación del aceite. Lamentaron los prejuicios que impiden despenalizar el autocultivo de cannabis medicinal. También la liviandad con que el ministro sugirió que las familias en vez de cultivar compren los medicamentos disponibles en el mercado: “¿Tendrá idea de cuánto valen por casualidad? Estamos hablando que el medicamento canadiense que llega a Chile sale alrededor de quinientos mil pesos al mes. Es una locura”, sostuvo.

Como otras familias, los padres de Javier recibieron una visita que los inquietó: “Cuando vino la PDI a nuestro hogar le mostramos toda la documentación. No nos llevaron, pero ¿por qué? no sé. El fiscal habrá estado de buena, el detective fue criterioso. Nosotros le decíamos no somos traficantes, no vendemos ni siquiera fumamos, es la medicina de nuestro hijo”, defendió la mujer.

Preso por plantar

El paciente de la Fundación Latinoamérica Reforma, León Contreras no corrió con la misma suerte. El joven se encuentra recluido hace un año en la cárcel de Alta Seguridad de Cauquenes acusado de tráfico de drogas. Hace algunas semanas la Corte de Apelaciones ratificó la condena de más de cuatro años de prisión.

Saber a ciencia cierta cuántas personas se encuentran en esta situación resulta tarea difícil. Según registros que la Fundación Daya ha podido recabar en conjunto con la Defensoría Penal Publica, 116 familias se encuentran procesadas y tres personas se hallan privadas de libertad a pesar de contar con prescripción médica.

Uno de ellos es León. Su pareja, quien prefiere mantener su identidad en reserva, relató que los detectives de la PDI  se presentaron en su casa e hicieron caso omiso a las recetas que el médico prescribió al joven para tratar el dolor crónico de su columna por falta de tono muscular.

Alertados por una denuncia anónima, la PDI ingresó al domicilio de León culpándolo de vender drogas: “Ellos dicen que León hizo dos ventas para poder allanar la casa. Nunca pudieron justificar nada de esas dos ventas. No hubo fotografías, solo el testimonio de un policía como prueba principal”, denunció la joven.

En el allanamiento los policías encontraron dos plantas de no más de veinte centímetros, otras dos de menos de dos centímetro y una bolsa con 800 gramos de hojas de marihuana. León las guardabas para preparar una crema que le ayudaba con su dolor no solo a él, también a su cuñado que padecía de Esclerosis lateral amiotrófica (ELA), detalló su compañera.

La pareja apenas se encontraba asumiendo la ratificación de la condena que lo mantendrá en prisión, en el mejor de los casos, durante dos años y medio, cuando recibieron la noticia de la votación: “Teníamos muchas expectativas, lo único que quería era que esto se regule. Todavía no lo logro entender. Hay cosas mucho más nocivas”, reflexionó.

Tras el resultado en la Comisión del Senado Ana María Gazmuri, criticó que se hablara del autocultivo como una realidad hipotética. “Son miles las familias que cultivan; son cientos los médicos que prescriben cannabis. Lo único que estamos pidiendo es el mínimo de seguridad y dignidad para esas familias. Es lo que está ocurriendo y va a seguir ocurriendo independiente del curso que tomen las leyes”, advirtió la candidata a diputada.

Con todo, el rechazo a la idea de legislar para despenalizar el autocultivo de cannabis medicinal mantiene con riesgo de criminalización a miles de familias que, arrojadas a la necesidad de mejorar el estado de salud de algún ser querido deben sumar a sus experiencias la amenaza de la persecución penal.