Colegio de excelencia obligado a cerrar por mala gestión de sostenedor y deficiente fiscalización del ministerio

Por: Diego Ortiz

En marzo de este año, el colegio Santa Teresa de San Bernardo fue notificado que perdería la Subvención Escolar Preferencial (SEP) a causa del mal rendimiento de cuentas por parte de su sostenedor, Luis Aranguiz. Hoy, el colegio cuenta con profesores trabajando sin sueldo, cotizaciones impagas desde el 2015, y millones de pesos en bonos “extraviados».

La profesora de música, Natalia Lamatta sostiene que los problemas vienen desde antes. El colegio recibió el bono vacaciones en diciembre y, producto de los buenos resultados SIMCE y PSU, en marzo recibieron el de excelencia académica, pero estos nunca fueron entregados a los profesores. La comunidad del Santa Teresa sospechaba que algo extraño ocurría, y sería el alejamiento del propio sostenedor lo que confirmaría sus presentimientos.

Tras lo ocurrido, los funcionarios comenzaron a manifestarse mediante redes sociales y alegatos formales al ministerio y la inspección del trabajo, todo mientras se cumplía con las clases en el colegio. La Superintendencia notificó del cierre inminente del colegio, cuestión que los funcionarios buscarían impedir a toda costa por la vía formal y mediante movilizaciones.

De esta forma, el funcionamiento del colegio será garantizado por la Superintendencia hasta diciembre, mas las cotizaciones y los sueldos impagos no serán devueltos y el futuro del colegio se ve seriamente amenazado. A pesar de esto, la directora del establecimiento, Claudia Vergara, se mantiene firme en cuanto a su proyecto educativo.

Con el 75% del alumnado bajo vulnerabilidad social, el colegio Santa Teresa ha logrado una excelencia académica que podría servir de ejemplo para el sistema educativo. Sin embargo, hoy pareciera tener las horas contadas y para Vergara, el culpable de esta situación no es solamente el sostenedor.

Con la llegada de un sostenedor provisorio y el compromiso del pago de sueldos a contar de la llegada de éste, el colegio Santa Teresa afronta un complicado 2017. Aún así, sus funcionarios no dejarán de dar pelea y buscarán continuar con el legado de excelencia del colegio más allá del cese de funciones estipulado por la Superintendencia.