The Northman: un relato de venganza, honor y misticismo

Escrito por el mayo 18, 2022

La nueva entrega de Robert Eggers, The Northman es una sangrienta meditación respecto al poder que ejercen las historias sobre nosotros.

Por Rodolfo Figueroa

 

The Northman: un relato de venganza, honor y misticismo

The Northman: un relato de venganza, honor y misticismo.

Adaptada del canto nórdico que inspiró a Shakespeare en su escritura de Hamlet, The Northman (2022) continúa y explora la fascinación de Eggers con el rol que satisfacen las historias en nuestras vidas, tanto como fuente de liberación como aprisionamiento, ambos aspectos diferentes caras de la misma moneda.

Mientras The Witch (2015) coloca a su protagonista en contención con las narrativas fundamentalistas patriarcales que la condenan por su feminidad y The Lighthouse (2019) difumina las supuestas barreras entre mentira y verdad, relato y realidad en el quiebre de sus protagonistas. The Northman, presumida como una historia de venganza, hace uso de tal premisa para construir un relato sobre religiosidad y determinismo, que nos muestra que el contar historias define nuestra identidad para bien y para mal.

Para quienes no conozcan la premisa de la película, The Northman es la historia de Amleth (Alexander Skarsgard). Un príncipe que abandonó sus tierras tras el asesinato de su padre, a manos de su hermano. Tras esto, el protagonista jura vengar a su padre, salvar a su madre y matar a su tío. Una historia con la que ya nos familiarizamos, pero cuya especificad nos invita a examinarla desde otro lente.

Tal y como ocurre con The Witch, el director nos introduce a su relato como un folk tale de Nueva Inglaterra. The Northman utiliza el mismo recurso para posicionarnos dentro de su mundo. La escena inicial nos sumerge en su narración como un cántico hacia Odín, una épica sobre un héroe persiguiendo su destino, que conocemos desde el principio: la muerte de su traicionero tío en duelo en Hel.

De ello surge cierta distancia crítica de parte de la audiencia respecto al mundo y los personajes presentados, el relato se despoja de la necesidad de aparentar la realidad y nos invita a interrogarlo como lo que es, una narrativa. No seguimos ciegamente a Amleth en su búsqueda por venganza, sino que permanecemos en la posición de un testigo interrogador. Tanto de crímenes como de pasiones.

Pese a ello, el mundo de The Northman nos es profundamente envolvente. Esto debemos agradecerlo tanto a su arte como su sonido y cinematografía. Especialmente en su depicción detallista de la cultura tratada, e invigorante de la emocionalidad evocada. Sin necesidad de presentar un mundo realista, se facilita la construcción de uno mítico, en que el protagonista pareciera recibir el apoyo tanto de los dioses, como de la tierra misma en su travesía vengativa.

Y es que esta venganza pareciera preceder su necesidad. Desde la escena primera sabemos que Amleth tendrá que vengarse. En un ritual de adultez, su padre le hace prometer tomar venganza cuando ocurra su muerte. Bien sabemos que Amleth deberá obedecer, bien sabemos por qué tendrá que hacerlo, y así también lo sabe Amleth, antes siquiera de padecer su pérdida. La venganza lo define como hombre de honor, y tiene que vivir en función de ella con tal de satisfacer su destino.

De ese modo, la venganza precede y define a Amleth, tal y como el relato precede y define al hombre. Si bien el deseo de Amleth surge de un genuino amor hacia su padre, pareciera que su verdadero impulso motivador yace en el deseo de satisfacer su masculinizante destino, una obsesión religiosa.

Este impulso, esta narrativa y religión, es interrogada en más de una instancia por sus falencias morales. Ejemplo de ello es un giro que redefine la relación de Amleth respecto a una de las figuras clave de la película. Cuando se revela el tormento de esa figura a manos del padre que tanto amaba, la ceguera de su propia visión, Amleth no responde con empatía y compasión, sino auto lamento e ira, el redoblar su creencia en la misión que se le impuso desde pequeño.

La alternativa a la narrativa de venganza es presentada en el personaje de Olga (Anya Taylor-Joy) y su amor hacia Amleth. Si bien la relación es uno de los aspectos menos desarrollados en el film, ésta supone un contrapunto temático a la narrativa de venganza, una en que Amleth aprende a amar y dejar ir de su ira.

En el acto final, como en toda historia de venganza, Amleth tiene que decidir entre bondad hacia los suyos y odio hacia sus enemigos. Éste toma una decisión, que en sus ojos significa lograr ambas, pero en efectos prácticos, significa una pérdida para él. La reflexión que surge de su decisión final es, si tu destino no es más que la recolección de un relato, ¿Qué tan libre puedes ser? ¿Está nuestra vida determinada por las historias que se cuentan sobre ella? ¿Y yace en ellas la clave de nuestra felicidad?

 

 

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The Northman (2022) está disponible en cines en estos momentos.

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