De objetos a sujetos: La deficiente protección del Estado con los animales
Escrito por José Ojeda el octubre 5, 2020
Diversas agrupaciones animalistas, activistas y de acogida han señalado su preocupación por la falta de fiscalización por parte del Estado ante el maltrato animal y las contradicciones dentro del marco legal y jurídico respecto a esto. Ad portas a un próximo debate constituyente, apuntan a la importancia de incluirlos dentro de la norma.
Por Macarena Martínez Millar y José Ojeda Vargas
[Nota publicada originalmente el 9 de julio, al inicio de las campañas]
Foto: Macarena Martínez Millar
Dentro de la actual legislación chilena, los animales únicamente aparecen en el Código Civil, siendo definidos como propiedad privada de las personas, específicamente como “bienes muebles semovientes”. Es decir, como una cosa en la que ejerce derecho de dominio.
Es por ello que diferentes organizaciones pro derechos de los animales, han llevado a cabo algunos proyectos con el objetivo de cambiar su estatus legal y jurídico, buscando un cambio constitucional que permita una modificación dentro del Código Civil para asegurarles una protección digna. Este es el caso de las iniciativas #NoSonMuebles y “Animales en la Constitución”.
Mientras que, desde la Fundación Derecho y Defensa Animal han levantado la campaña “Animales en la Constitución”.
El integrante del área legislativa de la organización, Jean Menanteau, explicó que la iniciativa se fundamenta en que el derecho no ha avanzado en conjunto con los cambios sociales que se han dado en torno a la relación personas y animales no-humanos.
“Es posible observar cómo otras legislaciones han dado el paso en la protección constitucional de los animales y el éxito que han tenido estos países. La opinión de las personas ha cambiado en relación al cuidado de los animales, habiendo cada vez una mayor preocupación por los deberes morales que tenemos con ellos. Estas causas son así mismo los fundamentos que apoyan la campaña de Animales en la Constitución”, expresó.
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En tanto, el coordinador de la campaña #NoSonMuebles y director legal de Vegetarianos Hoy, Cristian Apiolaza, señaló que incluir en una nueva Constitución a los animales como seres sintientes, daría paso a la modificación de su estatus jurídico, sentando las bases para reconocer derechos a los animales.
“No es automático, eso hay que tenerlo claro. Incorporar a los animales en la Constitución no significa que la realidad que viven los animales cambiará de forma inmediata. Por supuesto que no, pero sí nos dará una base para quienes trabajamos en el área jurídico-legal de empezar a modificar leyes e incorporar nuevos proyectos de ley que vayan en la medida de otorgar nuevos derechos a los animales o se reconozca su nuevo estatus jurídico, que ya no será de cosas o propiedad, sino que será de sujetos de derecho, y no objetos de derecho que es lo que hoy son”, aseguró.
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Un marco legal insuficiente
De acuerdo a la ONG Animal Libre, la legislación chilena referida a los animales no los protege efectivamente, además de ser contradictoria y especista en varios aspectos.
Sin ir más lejos, la Ley 20.380 sobre Protección de Animales, deja fuera de su aplicación al rodeo, las corridas de vaca, el movimiento a la rienda y los deportes ecuestres.
Pese a que la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas empezó a regir hace un poco más de un año, en el Congreso ya existe otro proyecto de ley que permitirían la matanza de perros “asilvestrados” a través de ordenanzas de las Municipalidades, lo que ha sido criticado por organizaciones animalistas por ser una medida cortoplacista y que no respeta la vida.
Para la asesora jurídica de Animal Libre, Celeste Jiménez, también existe un problema en la fiscalización de las leyes promulgadas desde el Congreso, que a pesar de tener artículos con buenos principios, estos no se llevan a la práctica.
“No basta con crear leyes declarativas. Leyes que declaran derechos, que imponen obligaciones o prohibiciones. Por ley se deben crear los servicios públicos y determinar las partidas presupuestarias para que aquellas leyes se puedan llevar a cabo. Hoy en Chile tenemos un grave problema de fiscalización de aquello que se ha legislado, supuestamente, en favor de los animales”, indicó.
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En el mismo sentido, la integrante de Animal Libre apuntó a que el marco legal de protección animal no tiene un sentido preventivo, dejando la puerta abierta para que los animales puedan ser vulnerados y maltratados sin un plan por detrás que lo evite.
“El marco legal que tenemos es insuficiente. Es amplio, pero no soluciona los problemas. Los animales no-humanos no están protegidos efectivamente. El simple hecho de que tengamos que denunciar el maltrato animal es porque antes de la denuncia pasaron una serie de cosas por encima de toda posible ley para que el animal llegara a estar maltratado. Significa que ni siquiera tenemos una legislación que sirva en términos preventivos”, expresó.
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Desde la Fundación Huella Animal señalaron que la “Ley Cholito” se está recién implementando, pero es necesario capacitar mejor a las autoridades y acercar a la sociedad civil lo que implica la tenencia responsable.
El subdirector de comunicaciones de la organización, Pablo Kohler, recalcó en la importancia de la correcta ejecución de la ley y no caer en malinterpretaciones en su práctica.
“Es complejo hablar de la tenencia responsable en un marco legal, dado que actualmente la ley de tenencia responsable tiene muchas dificultades, desde su implementación, la centralidad del Estado, hasta los entes fiscalizadores que se encargan de ejecutarla porque hay mucha descoordinación. Las mismas autoridades no manejan la ley. Hay mucha interpretación errada sobre lo que significa la Ley de Tenencia Responsable”.
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El abandono a los abandonados
Tras la implementación en 2019 de la Ley de Tenencia Responsable de Animales, más conocida como «Ley Cholito«, el abandono es considerado como maltrato animal.
Esto ha ido en aumento con el avance del Covid-19, ya que múltiples organizaciones han manifestado que siguen rescatando día a día animales que viven en la calle.
La integrante de la Fundación Callejeros Buscan Hogar, Daniella Carter, declaró que han notado un incremento de casos a tratar durante la pandemia, pero la cuarentena ha complicado su trabajo en diferentes comunas.
El Estado no se ha hecho cargo de los animales callejeros y a ellos se les ha restringido el actuar para realizar rescates.
Asimismo, indicó que “también tenemos el problema del abandono circunstancial que es cuando, lamentablemente, las personas fallecen y quedan los animales abandonados, por eso digo que es un abandono circunstancial porque no es voluntario, decidido de mala manera, sino que es por muerte. Entonces, como han habido tantas muertos, hay muchos animales que quedan a la deriva por culpa de esta pandemia”.
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A pesar de existir una ley que supone ser en protección de animales, desde la misma Seremi de Salud han afirmado que la “Ley Cholito” es para crear conciencia en la comunidad y evitar que animales domésticos circulen libremente por la vía pública, obteniendo a largo plazo un control de animales callejeros. Sin embargo, en ningún momento se han propuesto medidas concretas en pos de los animales sin hogar.
Ningún órgano del Estado posee datos actualizados respecto de la cantidad de perros y gatos que viven en las calles. Los últimos registros entregados en 2018 por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) contabilizan 255 mil perros y 88 mil gatos sin dueño que deambulan en zonas urbanas y rurales.
Sin embargo, según un estudio del veterinario y magíster en Salud Pública de la Universidad de Chile, Fabián Espínola, en el país hay cerca de 3,6 millones de perros y más de 1,2 millones de gatos sin hogar.
A esto hay que sumarle los 10 mil animales sin dueño que fueron chipeados por municipios y comunidades, es decir, que son cuidados por vecinos y vecinas de un sector específico.
Desde la Fundación Huella Animal comentaron que los motivos económicos han sido una razón importante de abandono en el último tiempo, llegando variadas solicitudes de personas que buscan entregar a sus perros a la organización.
Pablo Kohler también explicó que, en este momento, Huella Animal ya se encuentra colapsada y escasos en recursos. Además, emplazó a los dueños a que se hagan responsables de las mascotas adoptadas, debido a que no hay razones para abandonar a un familiar por motivos económicos, situación que cree aumentará luego de la pandemia.
“Consideramos que, así como están las cosas, seguirá acrecentándose el abandono, incluso después de la pandemia, en donde se va a agudizar la crisis social y económica que estamos viviendo”.
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Foto: Macarena Martínez Millar
Por su parte, Daniella Carter afirmó que la razón de causa al abandono es social-educacional. Para ella, la gente no ha sido educada sobre tenencia responsable de mascotas, no se les ha enseñado que animales no-humanos y personas somos pares.
“Hay quienes están un poco atrasados, por decir lo menos, que siguen considerándolos como un bien. Lamentablemente, para el Estado son un bien. Es como decir que tengo un televisor. ¿Qué hago con el televisor? Lo que yo quiero. Y nadie me dirá nada porque es mi televisor. Eso es lo que hay que cambiar. Hay que cambiar la estructura desde la base. No son de nuestra propiedad como un televisor. Son nuestros pares. Por ende, necesitan respeto. Es un derecho que tienen”.
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Es urgente avanzar
Desde Animal Libre, Celeste Jiménez, recalcó en la necesidad de un avance radical en la relación persona y animal no-humano, cambiando el axioma de la Ciencia del Derecho, constituido en que los derechos humanos son para los humanos, por los humanos, progresando hacia una efectiva defensa de toda especie viva.
“Aquí no estamos solos. Si vamos a dictar derecho, lo vamos a dictar para todo lo que viva y no para que esté a nuestro servicio, sino que para que exista una armonía en los derechos a la vida, a la integridad, la tranquilidad, la paz, el no sufrir de todo aquello que viva. ¿Eso en qué decantará? En que incendiar un bosque será un delito realmente grave, como incendiar una casa de un humano con él adentro”.
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En vista al próximo debate constituyente, Celeste manifestó que la inclusión de los animales en una posible nueva carta magna debe ser trabajada desde un cambio de paradigma contundente, en donde los animales no-humanos tengan su propio espacio y no sólo un rincón que sobre. Apuntó a que esto último sólo sería un “saludo a la bandera”, siguiendo la misma lógica cosificadora bajo la que se creó la “Ley Cholito”.
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