Comunidades rurales se oponen a la construcción de hidroeléctrica en Linares

Preocupación, esa es la palabra que define lo que están sintiendo las vecinas y vecinos de las comunas rurales de la precordillera de Linares.

Debido al proyecto denominado Central Rabones de la empresa Generación Eléctrica Roblería S.A, el cual busca construir una central hidroeléctrica de paso, que entubaría el cauce del Río Putagán y que trasladaría su cuenca natural por más de seis kilómetros generando una baja drástica del cauce del río, las y los vecinos de Linares se encuentran entrampados. El proyecto afectaría  las napas subterráneas y por consecuencia el consumo de agua para los vecinos y vecinas de Los Colihues, Los Rabones y Los Avellanos.

Desde diferentes sectores, miembros de la comunidad han realizado reclamos contra el proyecto, ya que desde su inicio la empresa Generación Eléctrica Roblería S.A, no ha sido clara con la entrega de la información. Así lo explica la presidenta de la corporación para el desarrollo del turismo, Mitzi Verdugo.

La mayor inquietud de las comunidades es que el cauce ancestral del río se vería gravemente afectado, perjudicando un ecosistema rico en especies nativas, las que deberían ser resguardadas bajo la ley 20.283. Desde la corporación para el desarrollo del turismo, Mitzi Verdugo, explica las implicancias que tendría el proyecto eléctrico en una zona que para los habitantes es emblemática, sobre todo por su valor turístico.

La unión de los miembros de la comunidad, para enfrentar e intentar detener este proyecto eléctrico va mucho más allá de un hecho puntual, es un cansancio producido por el constante ingreso de proyectos que buscan intervenir el espacio natural para generar réditos económicos. La presidenta de la junta de vecinos de los Colihues, Tanya Skinner, expresó su molestia frente a este nuevo proyecto extractivista para la zona.

Actualmente esta central de paso se encuentra en etapa de estudios preliminares por parte de la empresa, el proyecto cuenta con una caída de 56 mts. y un caudal de 3.1 m3/seg y tendría una potencia instalada de 1.2 a 1.5 MW. Al ser menor de 3MW la producción energética, la empresa solo tendría que entregar una declaración de impacto ambiental y no un Estudio de Impacto Ambiental, el cual es mucho más extenso y contempla mayor participación ciudadana.