Siria: una excusa para las grandes potencias

Escrito por el abril 21, 2018

Después del bombardeo a Siria por parte de Estados Unidos, Francia y Reino Unido, ha surgido preocupación en la comunidad internacional. Las fuertes declaraciones por parte de Donald Trump y Vladimir Putin hacen temer una escalada en el conflicto en Siria.

Es por eso que hay quienes vislumbran la posibilidad de una guerra de mayor envergadura en la región. Sin embargo, desde una perspectiva humanitaria, es todo un desafío imaginar como la situación podría empeorar.

La Guerra Civil Siria ya lleva más de 7 años, es decir que ha sido más larga que la Segunda Guerra Mundial, y se ha cobrado alrededor de medio millón de vidas. Como si esa cifra no fuera suficiente, existen más de 5 millones de desplazados y refugiados.

Lo que comenzó en el 2011 como otro país que formaba parte de la llamada “Primavera Árabe”, se ha convertido en un conflicto en donde ya actúan de forma directa, varios actores internacionales. Se ha transformado a Siria en un escenario donde Estados Unidos y sus aliados, se enfrentan a Rusia e Irán, en una lucha que se paga con la sangre del pueblo sirio.

En el campo de batalla, los rebeldes y el ejército sirio combaten, sin embargo, pareciera que hace años ya que lo que esta en disputa no es tan solo el fin del gobierno de Bashar al-Ássad, sino qué país de los patrocinadores de esta guerra, Estados Unidos o Rusia, impone sus intereses e influencia. Hablamos entonces, de un país secuestrado y utilizado como excusa por las grandes potencias.

Volviendo al bombardeo de Estados Unidos, Francia y Reino Unido, sería interesante ver el mismo ímpetu por parte de las grandes potencias occidentales por detener la masacre en Siria, a la hora de controlar la venta de armas. Si realmente existe un interés por defender la vida de los inocentes, sería bastante consecuente el detener el flujo de armamento, ya sea a través de las ventas “legítimas” de armas, como las que llegan mediante el tráfico.

Sin embargo, pareciera que discursos como el del presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien señalaba que el bombardeo del cual su país formó parte “defendía el honor de la comunidad internacional”, se caen con facilidad al considerar que su nación es uno de los grandes vendedores de armamento a nivel mundial.

¿Acaso los rifles y bombas francesas utilizadas en otros conflictos donde mueren inocentes también defienden la dignidad humana?

Por otro lado, Rusia no ha hecho más que contribuir a la desinformación generalizada, al retrasar en 10 días la llegada del equipo encargado de investigar el uso de armas químicas. Esto no solo demora cualquier esclarecimiento del asunto, sino que permite que se especule sobre un tema que debería ser tratado con la mayor seriedad

Pareciera que los acontecimientos demuestran que más allá de los discursos, sea Macron o sea Putin, a nadie le interesa un acuerdo de paz en Siria, no al menos hasta que alguno de los bandos haya logrado imponer sus términos. Hasta ese día por supuesto, los sirios seguirán muriendo.

 

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