Doris Gonzalez: «la ciudad que estamos construyendo simplemente está respondiendo al mercado»

La dirigenta del Movimiento de Pobladores y Pobladoras Ukamau, Doris Gonzalez, señaló que «la política fracasó» y que debe haber «una política donde el derecho a la vivienda se consagre»

El jueves 11 de abril la Cámara Chilena de la Construcción (CChc) publicó un análisis a partir  de los datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica, Casen 2017. Este da a conocer que alrededor de 740 mil familias requieren una solución habitacional en el país, aproximadamente 2,2 millones de personas.

De ese total, 58% corresponde a carencias vinculadas al allegamiento y 42% a la necesidad de reemplazar unidades deterioradas. El Gobierno en tanto, refutó el informe a través del  ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, quién aseguró que el déficit habitacional solo lega a 400 mil.

Acerca de estas cifras y la situación en torno a la vivienda en Chile, conversamos con Doris Gonzalez, dirigenta del Movimiento de Pobladores y Pobladoras Ukamau, organización que lucha por el derecho a la vivienda.

Tomando en cuenta estos datos ¿cómo se ve el panorama en torno a la vivienda en Chile?

Primero decir que la política fracasó, lamentablemente la lógica de construir casas, de solo pensar en números, en un enfoque cuantitativo no dio a basto, no dio los resultados esperados y esto es el reflejo de lo que estamos viviendo ahora, porque sin duda el tema del allegamiento es un problema que ha venido creciendo a lo largo del tiempo.

También hay otras problemáticas que tienen que ver con los arrendatarios, con la gente que hoy en día no es propietaria de una vivienda pero tiene que pagar el alto costo de un arriendo porque la especulación inmobiliaria también está tomando esta esfera del tema de la vivienda, que es el arrendamiento y los altos costos de este que están pagando cientos y miles de familias de personas: jóvenes  profesionales que con la esperanza del título profesional después de tener una de educación de calidad que ellos esperaban y que, en algunos casos no se dio, tienen que pagar esos costos y no son, en algunos de los casos, ni siquiera sujetos de crédito para poder comprar un vivienda y resolver su situación.

Entonces tiene diferentes enfoques esta problemática, para nosotros solo pensar en número no es la solución tenemos que buscar otras fórmulas y otras vías porque el déficit cualitativo es muy grande y en ese sentido la ciudad que estamos construyendo simplemente está respondiendo al mercado y no a la necesidad de la ciudadanía y de la gente que hoy necesita una mejor calidad de vida.

¿Cuál podría ser la solución a esta situación en Chile? ¿falta una política publica?

Tiene que haber una política de Estado, una política donde el derecho a la vivienda se consagre, pero no solo sea entregar subsidios y que esté a cargo de un ministerio en particular, sino que tiene que haber una visión más amplia, tiene que estar el Ministerio de Medio Ambiente, de transporte, diferentes ministerios tienen que ser parte de esta política publica en la cual la ciudadanía tiene un rol fundamental.

Gráfica La Tercera

Tampoco podemos dejar de lado los municipios, los municipios hoy en día están cumpliendo un rol más de fiscalización, de poner algunas reglas y en algunos casos ni siquiera tienen la capacidad de poner reglas claras en sus comunas, entonces, mayores atribuciones y recursos para los municipios y que en definitiva también puedan aportar al desarrollo de las ciudades y sus comunas.

En ese sentido, acá esto no se define simplemente por un decreto de vivienda que se enfoque hacia los más vulnerables, sino que también hay que pensar en una cuestión que sea mucho más amplia, por eso me refería a diferentes ministerios que tienen que ser parte de ese proceso y los municipios, que juegan un rol fundamental hoy dentro del desarrollo urbano.

Tomando este panorama ¿qué es lo que le queda hacer a las personas, a los movimientos sociales y a las organizaciones en pos del derecho a la vivienda?

Hoy como movimientos sociales lo que queda es activarnos, es salir a manifestarse, existen diferentes instancias de organización en donde hay academias, instituciones, ciudadanía civil que está discutiendo estos temas, pero que no está incidiendo necesariamente en la política o en el espacio donde se toman las decisiones, en el Congreso se está discutiendo esta ley de integración que lo que viene a hacer es a ampliar mucho más al mercado y entregarle e hipotecar el futuro de nuestras ciudades, entonces, en ese sentido, la organización de las comunidades tiene que forzar a las autoridades locales, en este caso a los municipios, a pronunciarse acerca del tema, a ponerse en pos de la comunidad y no simplemente del mercado.

La organización va a permitir impulsar los cambios necesarios, pero también va a aportar a que exista la voluntad política para legislar en favor de la gente, de la ciudadanía y que las autoridades en definitiva dejen de mirar solamente a los empresarios y el negocio que se está haciendo con la ciudad, con la vivienda y que velen por la calidad de vida que todos y todas merecemos en esta ciudad.

Por eso, para nosotros el énfasis de esta lucha tiene que ver con la democratización de las ciudades, acá no es solo vivienda, sino que tiene que ver con el transporte, con la movilidad, incluso con la atención de salud, a como accedemos a los servicios, como podemos desarrollarnos humanamente, ese es el enfoque que hay que ir cambiando, no solo pensar en construir unidades habitacionales, sino que la calidad de vida es tremendamente importante.

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