85% de las mujeres declara ser víctima de acoso en el transporte público

En el contexto de una sociedad patriarcal, organizaciones feministas plantean la necesidad de deconstruir el pensamiento que deshumaniza a las mujeres y que justifica el acoso callejero.

Un informe realizado por el Banco del Desarrollo para América Latina (CAF) y Mujeres en Movimiento que estudia el acoso del que son víctimas las mujeres en el transporte público, un tipo de acoso callejero, arrojó que Chile es el país sudamericano con la mayor tasa (85%) de estos casos y que sólo en Santiago, 9 de cada 10 mujeres se sienten inseguras al usar este medio.

El acoso callejero se encuentra definido por el Observatorio Contra el Acoso Callejero como un tipo de violencia a las que las mujeres pueden ser sometidas varias veces al día desde los 12 años, lo que constituye una vulneración a sus derechos a transitar libres y seguras,  y que muchas veces las obliga a cambiar sus patrones de conducta.

Tatiana Hernández, socióloga, encargada de metodología y contenidos del Observatorio de Género y Equidad, sostuvo que «esto tienen que ver con la construcción social que hay en torno a los cuerpos, la idea de que el cuerpo de la mujer es un objeto, generándose mecanismos de control que lo van deshumanizado. Bueno, el acoso sexual es una forma de decir ‘este es tu lugar en el mundo’, recordándonos permanentemente que nuestro cuerpo es un objeto«

Asimismo, Nadia Martínez, vocera de Ni Una Menos Chile  señaló que el acoso callejero obedece a «la necesidad del hombre de sentirse dueño del espacio público, que va desde orinar hasta tocar y abusar de una mujer.  Se da en lugares donde también donde la ciudad no ha sido pensada para las mujeres, como por ejemplo, callejones, espacios con poca iluminación, lugares solitarios, y son espacios que terminan siendo transitados por las mujeres de día o de noche».

Como una forma de reducir el porcentaje de acoso, desde la sociedad civil hasta los distintos gobiernos de turno han levantado campañas para concientizar sobre este tipo de violencia. Sobre esto, Martinez afirmó  que «Chile tiene una normativa legal muy amplia, lo que ha significado que el acoso o la violencia machista no ha disminuido«.

Desde el Observatorio de Género y Equidad, Hernández aseguró que las iniciativas han permitido el reconocimiento del acoso como una forma de violencia, por tanto, es necesario avanzar en campañas que puedan deconstruir los imaginarios patriarcales que permiten el acoso callejero, y agregó que » es tan fuerte la construcción social y cultural, los imaginarios que hay en torno a ‘como tengo que ser yo hombre’ y a ‘como soy yo mujer’, que finalmente estas prácticas nos demuestran que los imaginarios siguen intactos».

Por último,  el proyecto de ley de Respeto Callejero que pretende tipificar el acoso callejero como un delito fue aprobado de forma unánime por la Comisión de Mujer y Equidad de Género del Senado, permitiendo que la iniciativa pueda ser discutida en la Cámara Alta.