“Yo me Libro, desde el territorio” un espacio de reivindicación de la cultura

Con una fuerte lluvia, cánticos, bailes, colores, libros, teatro, diálogos y un profundo sentido de comunidad, este sábado se desarrolló la 12va versión de esta feria autogestionada, libre y popular, organizada por El Enredo y el espacio La Minga, en el sector del Museo del Cielo Abierto en la comuna de San Miguel.

por Constanza Romero Lecourt

Jóvenes, adultos, niños, estudiantes y gente de las poblaciones, se reunieron en esta gran fiesta del barrio y del territorio. Con un ambiente familiar y lleno de energía, más de 20 organizaciones populares dieron vida a esta feria a pulso, al margen de lo institucional.

El puntapié inicial se hizo con un “Pasacalles” con tinkus y comparsas como La Provinciana Sangre Buena, Tinku Yanaparina y Siembra.

La lógica de Yo me Libro es explorar en la diversidad de opiniones y en la crítica constante al sistema capitalista. Desde el feminismo, ecología, miradas políticas de izquierda, proponen una visión distinta respecto al acceso a la cultura y a la lectura.

En la actualidad, comprar libros en cualquier librería es muy complejo debido su alto costo y con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al libro, que es del 19%, se crea una barrera que aleja a los chilenos y chilenas de la lectura.

En ese sentido, este espacio toma distancia de los grandes consorcios y ferias del libro, como el FILSA, que según Mario Ramos, de la editorial Quimantú, este es un mall de libro que está por sobre el alcance de los sectores populares, con un dejo de lucro y donde los libros están destinados a una cultura elitista.

Por esta razón, es que las editoriales del encuentro establecieron una política en la que todos los libros que se vendieran no podrán tener un costo superior a los 5 mil pesos, con la intención de que cada persona que asista se pueda llevar un libro a su casa.

Uno de los principales lineamientos de este conjunto de organizaciones es la autogestión. Al no recibir ningún tipo de recursos por parte del Estado, ellos pueden delimitar un espacio en el que a través de la autonomía, la confianza y de ejecutar una línea de valores distinta, pueden generar un acercamiento más íntimo con la comunidad sin censuras de ningún tipo.

La organizadora del evento, Cindy Corrales, señaló que en este es un espacio tomado políticamente y el libro es “una excusa para tomarnos la calle y en donde éstos sean entendidos más que como una mera mercancía”, dijo.

En principio, la feria se desarrolló en Tristán Matta con Monja Alférez. Pero debido a las malas condiciones climáticas, todos los puestos se tuvieron que trasladar al espacio liberado de La Minga.

Para Mario Ramos, de la editorial Quimantú, fue muy potente que a pesar de todas las incomodidades la gente tuviese la disposición de quedarse y ayudar en que la actividad se desarrollara normalmente.

Para todas estas editoriales y organizaciones, el poder construir territorio, identidad y un sentido de comunidad, es una actividad que los enriquece en su día a día y les da fuerzas para seguir trabajando.  Saben que la tarea es difícil, pero ellos quieren seguir pensando y discutiendo con el propósito de continuar luchando desde sus sectores, por acceso a la cultura que sea más justo para todos y todas.