Viviana Catrileo, Anamuri: “Es fundamental mirar otro modelo de sociedad a partir del modelo de producción, de relación con la vida y la naturaleza”

Una figura destacada de las luchas campesinas e indígenas de Chile y del extranjero, Viviana Catrileo Epul, de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), dialoga su visión sobre la agroecología, la soberanía alimentaria y la justicia social. Basándose desde su experiencia con la agricultura campesina y la alimentación, hasta su compromiso con políticas públicas más inclusivas para la sociedad, su voz resuena como un modelo y referente para lograr un futuro más sostenible y equitativo tanto en Chile como en el resto del mundo.

Por Josefa Zúñiga

Desde su perspectiva, tanto Anamuri que forma parte de La Vía Campesina y la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) han sido pilares fundamentales para la promoción de la agricultura campesina, la defensa de los derechos de las mujeres rurales e indígenas y la construcción de una conciencia colectiva en un contexto de la soberanía alimentaria. Viviana Catrileo, desde su papel en el Comité Político Pedagógico (CPP) IALA del Instituto de Agroecología, enfatiza en la importancia y destaca a este en la capacitación de las mujeres indígenas y en el principio de lucha y la protección de la soberanía alimentaria, declarando que “la participación en este espacio, es de construcción colectiva en el ámbito local, pero al mismo tiempo es una construcción más amplia y mayor en articulación con los IALAs del continente”, con el fin de resaltar la importancia de la articulación con otros movimientos de diferentes países.

Ella participa, en tanto Anamuri, en la coordinación de la CLOC en el país, que agrupa a cinco organizaciones nacionales, tiene una directiva y una coordinación política de la cual está bajo su responsabilidad y la de Misael Cuevas (Presidente de la Federación Red Apícola Nacional de Chile RAN F.G, Presidente de la Federación Latinoamericana de Apicultura FILAPI). “Nos han delegado distintas responsabilidades para vincular la visión política de las organizaciones del campo, en torno a la coyuntura nacional. Y avanzar hacia una política pública nacional que ayude a nuestro sector”, expresa, al tiempo que destaca que participa en la Cátedra Campesina y de Alimentación Saludable de la Universidad de Chile.

El mensaje con el que Viviana Catrileo infunde confianza en el futuro, y el que le gustaría transmitir a los jóvenes interesados en involucrarse en las luchas por la justicia social, la agroecología y la soberanía alimentaria, se basa en tomar conciencia de la necesidad de transformación social: “Es fundamental mirar otro modelo de sociedad a partir del modelo de producción, de alimento, de relación con la vida, y la naturaleza. Entonces, creo que retomar el sentido de la idea de la vida comunitaria es fundamental en este sentido”.

Es así como al abordar el impacto de Anamuri en Chile, Catrileo destaca la importancia de la asociación que durante 25 años ha contribuido en el desarrollo de las comunidades de mujeres campesinas e indígenas, que a través del tiempo ha implementado procesos de formación y articulación para encontrar puntos en común de diferentes ejes y así poder llevar adelante demandas en torno a otras áreas. El principal objetivo de Anamuri es la soberanía alimentaria, la agroecología, el feminismo campesino y popular. Parte de este horizonte de la lucha es visibilizar las demandas y las problemáticas de las mujeres en los territorios campesinos indígenas. “Un objetivo tiene que ver con concretizar la soberanía alimentaria, porque hablamos de ésta y cómo implementarla, pero no estamos viviendo en una soberanía alimentaria, por tanto, hace parte de las aspiraciones de las banderas permanentes de la lucha”, sostiene la militante.

Desafíos sociales y ambientales

Catrileo destaca que los principales obstáculos a los que se enfrentan las comunidades campesinas e indígenas en la defensa de sus derechos territoriales y culturales, son el extractivismo en los territorios y la crisis hídrica que ayuda a la pérdida de biodiversidad. Serían estos problemas frente a las comunidades y a la agricultura campesina los que influyen en no tener las condiciones suficientes para sobrevivir. Es por esto, que surge la gran importancia de abordar los problemas desde una perspectiva integral que valore y promueva el conocimiento tradicional y prácticas sostenibles. “Por otra parte, también está el problema de las semillas, el problema del avance de los monocultivos, las forestales, la contaminación de las aguas, la intervención de los territorios con vertederos a las comunidades, que van contaminando tanto las napas subterráneas como el aire y el ambiente. Entonces son múltiples los problemas que en las comunidades campesinas existen y que de alguna forma generan un problema importante en cuanto a la migración campo y ciudad, que termina siendo como una reacción forzada ante la imposibilidad de desarrollar vida digna en las comunidades y en los territorios”, enfatiza Catrileo.

Viviana Catrileo, Anamuri. Fotografía Marcha Mundial de las Mujeres

Al hablar sobre la relación entre las luchas campesinas y la protección ambiental frente al cambio climático, nos encontramos con que son correlativas, ya que al hablar y ver las luchas campesinas desde la visión de los movimientos de la CLOC – La Vía Campesina, se propone un modelo de desarrollo diferente al ya predominante, el cual ha sido partícipe de un sistema de producción que contribuye al calentamiento global, por tanto, a la crisis climática en el mundo, en el que las comunidades campesinas y rurales terminan siendo las más afectadas y vulnerables a sus impactos.

Catrileo valora importancia de la agroecología como una alternativa al modelo de desarrollo capitalista, “en ese sentido la apuesta es que, a través de una producción agroecológica, sana, sustentable, vamos a cuidar el planeta y es esa la gran consigna que abrazamos como Vía Campesina, desde esta perspectiva de luchas del campo que juntas podemos cuidar al planeta. Pero en la mayoría comprendemos que tenemos que hacer un giro en lo que ha sido la práctica de producción campesina y en lo que tiene que ver con la producción industrial, porque ahí está principalmente la generación de mayores consecuencias hacia el calentamiento global”.

Las semillas campesinas como patrimonio cultural

Las semillas campesinas representan un legado cultural invaluable y son fundamentales para las comunidades, destinadas a enriquecer y beneficiar a toda la humanidad, juegan un papel importante en la preservación de la biodiversidad y la soberanía alimentaria. Viviana Catrileo destaca las semillas campesinas, tradicionales o nativas como patrimonio de los pueblos y su esencialidad en la lucha por los territorios y en la producción sustentable. “Las semillas campesinas son el corazón de toda una lucha campesina por la tierra, el agua, la producción y la soberanía alimentaria. Porque en la medida que conservemos nuestras semillas tradicionales y nativas, también vamos a conservar esa identidad campesina en torno a la biodiversidad y a las posturas de los pueblos del campo. Y somos parte también de una campaña global de la Vía Campesina, en que las semillas nativas, son patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad”, comenta. La dirigente declara que siempre van a defender a las semillas de la privatización y de cualquier forma de apropiación por parte de terceros, ya que, para la comunidad, las semillas han sido continuamente parte de la lucha, en la que se sigue avanzando para lograr conservarlas, preservarlas y multiplicarlas, con el propósito de que estas vuelvan a las comunidades campesinas, a las mujeres y a la chacra.

Respecto del avance del Gobierno en la protección de la soberanía alimentaria, Catrileo reconoce los esfuerzos realizados por parte de este, sin embargo, indica que se ha enfocado más en torno a la seguridad alimentaria que a la soberanía y espera un avance en las políticas públicas. “Creemos que el Gobierno sí hace el esfuerzo, pero les falta mucho y esperamos que pueda seguir avanzando en una discusión que aterrice a las necesidades reales de la comunidad campesina de las mujeres”, plantea, identificando como necesidades la falta de los recursos, las semillas tradicionales, la restitución de las tierras de los campesinos.

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