Videojuegos: cuando la entretención se vuelve adictiva
Escrito por Curso de Reportaje el diciembre 4, 2024
En Chile, el porcentaje de jóvenes que consumen videojuegos ha aumentado un 20% desde 2022, pasando de ser un hobbie al reflejo de un problema creciente en el país: adicción a los videojuegos.
Por: Nicolás Quintana, Stefano Bindi y Santiago Bustamante.
“Siempre tuve problemas con la procrastinación y con el déficit de atención. Buscaba cualquier cosa con la que me pudiera distraer y ocupar como excusa para no cumplir con mis obligaciones. Me hubiera servido la tele o dibujar, pero fue la facilidad de acceso de los videojuegos la que funcionó en mi caso”. Así reconoce Francisco Betta, un joven de 20 años que desde muy temprana edad ha sido expuesto a los estímulos de los juegos en línea.
Su caso es el reflejo de un problema que en los últimos años ha ido en aumento en Latinoamérica: la adicción a los videojuegos que, por las recompensas inmediatas, su fácil acceso y lo poco regulado que está, ha hecho que crezca su impacto en la población joven.
Una adicción es “la pérdida de libertad relativa al comportamiento en alguna de las áreas de la vida de la persona y que con el paso del tiempo no logra controlar”, aclara Vicente García-Huidobro, psicólogo académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).
En el año 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó la onceava edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), la cual contiene más de 1.6 millones de casos clínicos y enfermedades recopilados en más de noventa países. Entre los nuevos contenidos está la adicción a los videojuegos como una enfermedad legítima y reconocida.
Un estudio hecho por la Universidad McGill reveló las consecuencias que tiene jugar videojuegos en exceso desde una edad temprana. Una de las consecuencias, se sostiene en esta investigación de la universidad canadiense, es tener mayor probabilidad de sufrir trastornos psicóticos en la adultez.
Son varios los países que han empezado a tomar medidas en contra de esta adicción, incluido Chile, que el 26 de enero de 2024, publicó un sondeo realizado por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) y la Superintendencia de Casinos y Juego. Dicho sondeo reveló que en una semana los jóvenes dedican en promedio siete horas para jugar videojuegos y seis para ver contenido de los mismos; uno de cada cuatro afirma que están muy presentes en sus círculos de amistades, mientras que uno de cada cinco dice que lo identifica en sus círculos familiares, y cerca del 20% declara que los videojuegos están muy presentes en sus vidas cotidianas.
Además, desde antes y durante el 2018, el Ministerio de Salud evaluó añadir a su programa la adicción a los videojuegos. Sin embargo, estos son los únicos esfuerzos realizados por el gobierno en ayuda a la salud mental en este aspecto. A pesar de existir un discurso de compromiso, no se han visto medidas por parte de la administración actual fuera del sondeo de Juventudes y Videojuegos realizado en enero.
Según un estudio de 2022 hecho por Kantar Ibope Media, cuatro de cada 10 jóvenes en Chile juegan videojuegos, y de estos el 51% lo hace de lunes a viernes. A todo esto, hay que mencionar que la razón del por qué los juegan es para escapar de sus problemas. Estas cifras han ido en aumento desde la pandemia del 2020, que a nivel mundial subió en un 62%, mientras que en Chile alcanzó el 20% en 2022.
Factores de adicción a los videojuegos
Según Vicente García-Huidobro, uno de los principales factores que convierten a los videojuegos en algo adictivo es que tienen “recompensas infinitas”, similar a un casino pero mucho más accesible, pues hacen ganar dos o tres veces mientras generan cada vez más y más competencias y recompensas, enganchando al jugador.
García-Huidobro aclara que estas tácticas son usadas por los juegos online, como League of Legends (LoL) porque son estos los que tienen una “característica de recompensa ilimitada, pues si juegas algo como Mortal
Kombat, haces unas peleas y ya, no hay mucho más que hacer. En cambio, estos otros están armados para estimular constantemente los sectores de recompensa en el cerebro de manera muy fuerte y prolongada”. Esto le da a los videojuegos el mismo peligro que otras adicciones que también han ido en aumento en el último tiempo, como la pornografía o las apuestas.
Otro estudio que apoya la idea de que la ludopatía está relacionada con la adicción a los videojuegos, es el realizado por Ricardo Tejeiro Salguero en 2001 y citado por Rodrigo Soto en su tesis Descripción del estado actual de la adicción a los videojuegos a partir de una revisión bibliográfica integrativa, de 2014. En la investigación muestra cómo múltiples investigadores conectan ambos trastornos, basándose en que la estructura de los juegos de azar y los videojuegos es bastante similar, convirtiendo a estos últimos en “una forma no-financiera de juego patológico”.
Francisco Betta confirma esta conexión declarando que, según su experiencia, el mayor peligro con los videojuegos es su relación con las apuestas: “La ludopatía tiene una relación parasitaria con los videojuegos, sobre todo en la época moderna, con los sistemas de loot boxes (cajas de botín), de ruletas, gachas, etc. Siento que ese es su mayor problema, que son un casino enmascarado o un preámbulo a este”.
¿Y qué son las “gachas”? Son un género dentro de la industria de los videojuegos que se caracteriza por tener un sistema que consiste en avanzar por el juego consiguiendo objetos o personajes a través de mecánicas parecidas a los slots (tragamonedas) de casinos, donde se tienen “giros gratis” cada cierto tiempo. Además, a cambio de pagar algo de dinero se puede obtener giros ilimitados, que pueden servir para ganar un personaje raro y valioso que facilitará la aventura del jugador.
Esto genera un bucle infinito de búsqueda de una recompensa, que posiblemente quedará obsoleta en pocas semanas, ya que podría llegar una mejor oferta que la anterior y así atraer nuevamente a los jugadores.
A pesar de que los juegos gachas son los más relacionados con las apuestas y los que más pueden contribuir en el desarrollo de la ludopatía en los jóvenes, no existe ningún tipo de regulación en Chile al respecto.
Según lo expuesto en la tesis La monetización en videojuegos y el derecho, de Jaime Verdugo y Jonás Rantakyro, en 2023, los aspectos negativos de los gachas han sido bien estudiados, pero a pesar de esto, la ley de nuestro país no posee ninguna facultad para controlarlos: “Hemos podido observar también, en vista a la breve revisión normativa que podría haber llegado a ser aplicable de manera supletoria a una especial, que laley chilena no provee herramienta alguna para proteger al jugador/consumidor/usuario frente a las prácticas anteriormente descritas”. Esta situación se compara con otros países que ya están tomando cartas en el asunto, como lo son España o Bélgica, tal como se destaca en la tesis.
Betta declara, sobre la base de sus vivencias, que uno de los factores que vuelven a los jóvenes más propensos a la adicción a los videojuegos es “la facilidad de acceso a ellos, ya que hay juegos gratis por montones, y las empresas grandes contratan a gente para hacerlos más adictivos”. Sin embargo, afirma que los videojuegos no son el problema, ya que las personas son propensas a adquirir esta adicción según los rasgos de personalidad que tengan como, por ejemplo, el déficit atencional.
Descontrol y daño cognitivo
Las adicciones en los jóvenes son especialmente peligrosas, pues son personas que están en pleno desarrollo cognitivo y esto puede llegar a afectar distintos aspectos de sus vidas al crecer. La psicóloga Catherine Vicencio, parte de la consulta Psicólogo Infantil, que se especializa en el trato de niños y adolescentes, comenta que el exceso de pantallas al jugar “produce, a nivel sensorial, una sobrecarga”, afectando la capacidad de procesamiento de información en el adolescente. En particular, y según lo dicho por Vicencio, el exceso de videojuegos afecta principalmente a la corteza prefrontal -que se encarga de la concentración y la memoria- debido a que estos la sobre estimulan, lo que puede producir “un debilitamiento de esta zona, lo que afecta a las funciones cognitivas que se desarrollan ahí”, aclara.
Vicencio dice que cuando se altera la atención y la concentración, “hace que la conducta cambie. Por eso tenemos tantos adolescentes con problemas de conductas adaptativas”. Estas son:
- El déficit atencional.
- La ansiedad.
- El aumento de agresividad.
- Trastornos en el sueño.
- Aislamiento social, etc.
Este descontrol de dopamina y serotonina, que afecta el circuito del placer y los ritmos biológicos del cuerpo respectivamente, producen esta adicción de querer continuamente esa recompensa que traen los videojuegos.
Todo esto no solo puede llegar afectar psicológicamente a la persona, si no que también físicamente. El dejar de lado la actividad física para jugar videojuegos puede llegar a perjudicar bastante. Según la OMS, el no hacer ejercicio puede causar aumento de grasa corporal, problemas cardio metabólicos, reducción del sueño y efectos en la conducta prosocial.
Psicología para la adicción
Vicencio explica que, cuando a un joven se le da tratamiento a la adicción a los videojuegos, es importante considerar el rol de los padres, que tienen no solo que participar en el proceso, sino también ser los que se encargan de darse cuenta del problema en sí: “Mi orientación es hacer terapia familiar. Yo siempre le explico a los padres que para trabajar el problema, hay que verlo en el entorno cercano. Si yo tengo a un niño que está criado en un ambiente familiar donde no se le da el tiempo necesario, claramente yo no puedo trabajar”.
La psicóloga añade que para mantener la mente del joven enfocada en algo diferente que la tecnología hay que “generarle algo que le sea de interés, entonces la mamá, en este caso deberá meterlo, por ejemplo, en un grupo de hockey. Así, ese tiempo que ocupa en las pantallas lo utilizará para entrenar”. No obstante, Vicencio, destaca que ningún gobierno ha manejado bien los trastornos psicológicos en Chile, destacando que “existe una crisis de salud mental. Hay altos niveles de depresión y ansiedad. Esto no se ha tratado porque no se han dado los fondos necesarios”.
Francisco Betta comenta que para llegar a superar esta adicción es necesario replantearse en qué momento pasa a ser un problema. Él habla sobre usar una pirámide para medir tus problemas en relación al videojuego y que, al llegar a una “etapa crítica, en la que afecta a tu vida, no comes bien o tienes problemas de ira, es momento de tomar un descanso del juego”. Recalca la importancia de esto porque, al fin y al cabo, el videojuego debe ser un hobbie, y uno “nunca debe sacrificar una parte de su día a día por jugar algo que debería ser una entretención”.
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