Un nuevo ataque a las disidencias: Vandalizan mural de Mónica Briones

El pasado lunes 30 de agosto un grupo de personas vandalizó el mural en memoria a Mónica Briones. El hecho no es un caso aislado, y una vez más pone en jaque la seguridad de las disidencias sexuales y de género.

En la madrugada del pasado lunes 30 de agosto, un grupo de personas cubiertas con overoles celestes vandalizaron el mural en memoria a Mónica Briones, primer crimen de odio hacia una mujer lesbiana registrado en Chile.

Según registros viralizados en redes sociales, este grupo de personas llegó en numerosas camionetas y pintaron la fachada del lugar con la intención de borrar el memorial, el cual está ubicado en la esquina de calle Merced con Irene Morales, lugar donde Mónica fue asesinada hace treinta y siete años atrás.

⚠️⚠️⚠️ALERTA DE LESBOODIO⚠️⚠️ vandalizan mural memorial de Mónica Briones @AgrupalesbicaRS @claudiaamigo73 @IraciHassler pic.twitter.com/Ckxn4Zz8ev

— Nico Rojas (@Replicante_89) August 30, 2021

La creación de este espacio no fue un proceso sencillo. Al contrario, contó con meses de espera y coordinación entre distintas artistas y la Municipalidad de Santiago. Finalmente, a principios de 2021 y con los permisos correspondientes, activistas lesbofeministas autoconvocadas lograron pintar el memorial, el cual nació tras las ganas de aportar al patrimonio y mantener la memoria disidente. 

La artista y activista lesbofeminista, Isonauta, quien además participó y coordinó la creación del mural, reconoce que esto no solo es un acto de odio, sino que tiene una intencionalidad más profunda. 

“En este caso no solo estamos hablando de un mural, estamos hablando de un memorial. Es diferente porque más encima, en esa misma esquina mataron a Mónica, y antes del ataque en ese lugar se realizaban velatones, marchas, iba parte de la comunidad a hacer memoria. No es que solo desapareció una imagen, sino también el imaginario y la comunidad que se sentía convocada ahí”, afirmó.

Un caso reiterado

El daño a sitios de memoria o referentes en la comunidad LGBT+ no es un hecho aislado. En septiembre de 2020 fue vandalizado un mosaico en honor a Pedro Lemebel, histórico referente de las diversidades sexuales y de género.

La obra, ubicada en la intersección de Nathaniel Cox con Tarapacá, fue destruida por dos sujetos que portaban martillos a plena luz del día.

🔴 Podrán destruir un Mosaico, más su obra permanecerá por siempre!!! Tanto les molesta que un artista como #Lemebel sea homenajeado? #mosaico #Pedrolemebel #tengomiedotorero #chile #VTRChile #alfredocastro @AlfredoACastro @Rayenaraya pic.twitter.com/MowVaK8Nmf

— cavabpe (@carabpe) September 17, 2020

Por otra parte, a fines de julio de 2021, este mismo tipo de ataque fue registrado en Chueca Bar. El local es reconocido por ser gestionado por mujeres lesbianas y por el tono político que tienen distintos afiches e ilustraciones en su fachada.

Al respecto, la dueña de Chueca Bar, Macarena Cortés, reconoció que el hecho es un intento de amedrentamiento e invisibilización.

“Buscan borrarnos de la historia y del espacio público, invisibilizarnos porque generamos una incomodidad para algunas personas. Es horrible, porque lo que había en Chueca era una construcción colectiva, un relato colectivo que critica, interpela al relato dominante heterocis patriarcal”, señaló.

Desde el local presentaron una denuncia en fiscalía, que está en proceso de investigación. Además han recibido apoyo desde la Municipalidad de Providencia para aumentar la seguridad de los clientes y las trabajadoras de Chueca.

 

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No hay espacios seguros

El surgimiento de estos ataques demuestra que la comunidad LGBT+ está en peligro de manera constante. De esa forma lo enfatiza integrante de la Agrupación Lésbica Rompiendo El Silencio, Nicole Rojas, quien además recalcó el peligro que se vive por ser mujer lesbiana.

“Para las disidencias la verdad es que no hay un lugar seguro. Las mujeres lesbianas estamos en una doble condición de poder ser asesinadas, lo mismo las mujeres trans. Ya sea por tu expresión de género, que no encaja con la heteronorma (…) ahí te das cuenta que no hay un espacio seguro para las mujeres lesbianas, no hay espacio seguro para ser una persona de la comunidad LGBT+ en Chile”.

De esta forma, distintas organizaciones y activistas firmaron una carta a la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler (PC). En el documento buscan “solicitarle medidas de prevención y un espacio seguro en donde desarrollar nuestras actividades, espacio que de seguro la Municipalidad de Santiago nos puede facilitar”.

La Municipalidad de Santiago expresó su repudio al hecho a través de Twitter. Aun así, Isonauta recalcó que “los asesinatos y los ataques de odio no se acaban por tweetear. Entonces, super bien tener la disposición pero tenemos que concretar”.

Desde el Municipio de Santiago, rechazamos este acto de lesbo-odio llevado a cabo por un grupo de individuos, y reafirmamos nuestro compromiso con la diversidad y sus distintas manifestaciones artísticas en nuestra comuna.#VivamosBienSantiago https://t.co/KPPeVKYWNX

— Santiago (@Muni_Stgo) August 30, 2021

Protección desde la institucionalidad

Macarena Cortés estableció que “es clave la educación, y es ahí donde ya se debería estar haciendo un trabajo fuerte. Por otro lado, en Chile contamos con la Ley Zamudio, aunque claramente no es suficiente. (…) Esperamos que este tipo de manifestaciones de odio no queden impunes. Se habla de espacios seguros LGBTIQ”.

En 2019 ingresó al congreso un proyecto de reforma a la ley antidiscriminación, conocida como Ley Zamudio. Ese proyecto busca tener una ley con más alcance en la protección de las personas que sufren distintos tipos de discriminación arbitraria.

Con estas reformas se buscaba, originalmente, corregir algunos puntos de la actual ley, como aumentar las multas como indemnización  y tener más elementos de prevención de discriminación.

A principios de agosto el Senado votó las reformas a esta ley. Entre estas, rechazó la modificación que obligaba al Estado implementar medidas de prevención contra la violencia y la discriminación.

Sumado a la urgencia d euna ley fuerte, la integrante de Rompiendo El Silencio, Alexandra Benado, afirmó que “debiese existir una ley contra el negacionismo que ayude a valorizar la memoria histórica como parte de la reparación colectiva social”.

De todas formas, estas iniciativas y su avance tienen un futuro incierto. Por ejemplo, el proyecto de reforma a la Ley Zamudio no tiene ningún tipo de urgencia legislativa y ya lleva dos años siendo tramitado.

En el caso del negacionismo, se presentó un proyecto de ley al respecto que en noviembre de 2020 recibió un requerimiento, presentado por parlamentario de Chile Vamos, que fue acogido por el Tribunal Constitucional (TC). El organismo determinó que la iniciativa debía ser aprobada por quórum calificado. Además, se alegaron distintos puntos, como por ejemplo, que el proyecto «transgredía la libertad de expresión».