Teatro independiente y en regiones: una batalla de pesos y kilómetros

El teatro es el espectáculo de artes escénicas que más espectadores tiene en Chile, sin embargo, su producción viene acompañada de constantes luchas por permanecer vigente, en especial cuando se enfrenta antes dos fuertes adversarios: el financiamiento y su carácter regional. Te hablamos del Teatro independiente durante el Día del Teatro.

Por Rocío Cerda

Una de las disciplinas más antiguas conocidas por la humanidad. Históricamente se habla de su origen como un tanto difuso. Se le atribuyen los inicios a más de una cultura a la vez, las que mediante rituales a sus dioses preparaban lo que con los años se registraría como las primeras obras de teatro. El inicio del arte dramático como tal, viene de la mano con el surgimiento del teatro griego, el mismo que sería usado como precedente para las representaciones que se difundieron en occidente hasta países como Chile. En el país se le dio un significado relevante desde lo popular. La base del teatro griego, pero con la esencia chilena nutrida especialmente por lo campestre y los lugares propios.

Más allá de la amplia gama en que se desempeña el arte que se da sobre las tablas, hay cifras que corroboran su éxito a nivel nacional. Según las Estadísticas Culturales del Informe Anual del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) durante 2020 –en plena pandemia– un 66,4% de los espectáculos de artes escénicas que se llevaron a cabo en el país fueron de teatro, convocando a un 60,6% de los espectadores de esta categoría. Pese a que las cifras son consecuentes con los habitantes por sector, queda reflejado que no lo son en cuanto al interés por participar.

Sin embargo, la positiva cifra, que refleja el interés que los chilenos tienen por el teatro, se ve también contrastada en la realidad para su acceso a nivel nacional. El centralismo propio del país se evidencia aún más tras cierto monopolio cultural que favorece a la región de la capital por sobre las otras. Según el estudio del INE, un 69,7% de los asistentes a espectáculos de artes escénicas, con entradas de pago, están concentrados en la región Metropolitana, pero la cifra disminuye a un tercio y las regiones aumentan sus números cuando son de carácter gratuito. De las cifras se puede concluir que el interés de participar en regiones está presente, pero existen factores que dificultan la llegada al público.

120 kilómetros al noroeste

Alejándose de Santiago y más allá de todas las complicaciones, en las regiones se hace teatro. De carácter independiente y enfrentando más de una adversidad es que en la región de Valparaíso –la cuarta con más espectadores de artes escénicas a nivel nacional– es que Teatro Estudio Nos busca abrirse un camino tras algunos años de trayectoria. Su director, Ignacio Barrales, cuenta que pese a iniciar en 2015 con propuestas más revolucionarias, fue recién en 2017 que se formalizaron como una compañía independiente. Fue por las complicaciones de financiamiento que debieron apuntar sus producciones a un público familiar para solventarse. Es así como cinco años después, trabajan bajo los sellos de “educación, medioambiente y juglaría”.

Lo complejo de hacer teatro independiente y en regiones es que se debe poner en la balanza las ideas a trabajar y su posibilidad de financiamiento, lo que no siempre es congruente. Es por ello que con años de práctica, Teatro Estudio Nos ha conseguido un equilibrio que les alivia las preocupaciones: realizan producciones de carácter político e histórico y se sustentan principalmente con proyectos individuales en establecimientos educativos donde, venden sus producciones a colegios de la región quitando la carga de “llenar un sala un fin de semana” para pagar gastos. Como es común, los integrantes de la compañía también realizan trabajos paralelos con remuneraciones de por medio para la propia economía. Para Barrales esta dualidad es fundamental, financiarse con producciones que le permitan hacer otras fiel a sus ideales. Para él “hacer teatro independiente quiere decir que hay de alguna forma una autonomía crítica”.

Los conflictos económicos se intensifican cuando se agrega la variable “regional”. La falta de políticas públicas que respalden su financiamiento es el antagonista en la historia de la compañía porteña. El fenómeno de “círculo reducido” donde “se sabe quiénes hacen teatro”, es para Ignacio Barrales uno de los principales conflictos, ya que tras siete años de labor aún no han tenido la oportunidad de llegar con sus presentaciones a la región Metropolitana y deben de forma autogestionada ofrecerse a sí mismos para actividades en la zona. Lo que también es un conflicto pues “falta formar redes consistentes entre las compañías y centros culturales”.

Con la innovación de los discursos transhumanos heredados del conocimiento de teatro en pandemia y usando nuevos recursos digitales para llegar a “algo innovador” es que Teatro Estudio Nos busca llegar a nuevos públicos. “Con una política de vanguardia alejada de lo humano y de lo presencial” buscan sortear la brecha de la distancia y llegar a una audiencia sin importar los kilómetros de distancia. Nuevas estrategias que el teatro independiente y en regiones se ha visto obligado a incorporar a la rutina para combatir la desventaja constante en que se ha posicionado desde la cultura en Chile.

Entre la constante búsqueda de vigencia es que la compañía anhela llegar a una instancia futura en que puedan “seguir trabajando en base al lenguaje, un lenguaje que contemple siempre en su producción los medios que producen la obra”, una propuesta que aun no es posible por las mismas dificultades ya descritas.

514 kilómetros al sur

En la región de Biobío, el fenómeno de hacer teatro independiente se da de una forma distinta. Con 24 años de trayectoria en la ciudad de Los Ángeles, “Perfiles & Siluetas” se ha consagrado como una de las compañías más importantes de la zona. Su impacto va más allá del que puedan generar en un escenario, llegando también a lo académico.

Además de las constantes obras presentadas en la conocida “Bodega 44”, espacio en que ensayan y se presentan los fines de semana, la compañía ha gestionado 13 versiones del festival Bío Bío Teatro Abierto, una de las instancias más importantes en la región para presentar el arte de las tablas. En adición a ello, llevan una trayectoria de 20 Escuelas de Teatro y Circo número, instancia que reúne a jóvenes de la zona cada verano para instruirlos en las principales disciplinas del teatro.

Mariela Belmar, directora y fundadora de Perfiles & Siluetas habla de cómo los más de 20 años haciendo teatro independiente y autogestionado les han dado toda una experiencia en cuanto al financiamiento. Si bien la falta de recursos es un problema recurrente, también han descubierto un conflicto en la falta de valorización de las artes a nivel general, donde incluso pagar entradas es una dificultad para su acceso.

La falta de oportunidades y de espacios en la región, por más que haya aminorado, no deja de estar presente. Por ello, sus primeros años fueron limitados de espacio y con poca llegada al público. Posicionarse en el Biobío para hacer carrera ha sido complejo para la compañía y para sus integrantes, porque en palabras de su directora “es imposible aquí, en región, vivir de esto, muchos de nosotros nos dedicamos a otras cosas”. Pese a estas adversidades, la tenacidad con que continúan se debe en gran parte al querer cumplir un rol a más de 500 kilómetros al sur de la capital de Chile, “se hace porque hay algo más que nos mueve que, tiene que ver con el territorio del que somos parte, de nuestra comunidad”. No es viable posicionarse de igual forma sin este vínculo con la región ya que, “la pertenencia es parte importante”. Esta pertenencia queda retratada en sus producciones, las que suelen contener guiños a la ciudad que los vio nacer, Los Ángeles.

Belmar recuerda los inicios de la compañía desde la osadía e idealismo. El vivir el presente no los llevó a cuestionarse la viabilidad del proyecto. Dice, sin embargo, que, una cosa que siempre tuvieron claro fue “ser independientes, no depender de nada ni de nadie en cuanto a la estructura”. La juventud de esos años los motivó a “contar y sentir la libertad de contar cosas” sin ser cuestionados por ello.

La realidad de Perfiles & Siluetas es de una trayectoria de altibajos en el rubro. En sí, es de cierta forma un prototipo de lo que significa hacer teatro independiente en regiones: actores llegando a los ensayos luego de sus trabajos, predisposición a salirse de la zona de confort para cubrir tareas más allá de lo actoral, conversaciones sobre cómo incluir a la ciudad en sus proyectos, hojas y lápices esparcidos en una mesa donde se habla de presupuestos y la constante colaboración. Una colaboración que va más allá del equipo que integra la compañía, donde desde las telas del vestuario hasta el pan de la escenografía son adquiridos en la ciudad por gente de la ciudad y para un público de la ciudad.

1030 kilómetros al sur

A una mayor distancia de la región Metropolitana se da un fenómeno. Los Temporales Internacionales de Teatro de Puerto Montt con 33 versiones realizadas desde sus inicios en 1991 son una prueba de que, estando la instancia cultural, la participación es un hecho.

Marcelo Utreras lleva 10 años en la dirección del certamen que define como “uno de los más importantes de Iberoamérica”. Para él una de las mayores dificultades que han enfrentado con el paso de los años es la reducción de los presupuestos. Actualmente el financiamiento viene desde fondos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la Municipalidad de Puerto Montt y del Gobierno Regional Los Lagos, lo que pese a permitirles más de 30 años ininterrumpidos –incluso en pandemia– de ediciones, los mantiene limitados.

La instancia está a cargo de la Corporación Cultural de Puerto Montt desde el fallecimiento de su primer director, Mauricio de la Parra Vial. Reconociendo el gran proyecto impulsado por quien le dio vida al proyecto, Utreras recuerda de su antecesor que “desde el inicio tuvo consciencia de que un festival de teatro debía parte de su prestigio al componente internacional”. Es por ello que pese a estar situado en una región al sur de Chile, esta es una instancia que el intercambio cultural entre países pero sin dejar de “reconocer la creación artística regional” ya que se debe asegurar que “sirva también  de motor, de palanca, de desarrollo para la escena teatral local y regional”, dice Utreras.

El trabajo impulsado en Puerto Montt ejemplifica que se pueden hacer producciones regionales a gran escala. Cuentan con audiencia y constantes postulaciones de compañías nacionales e internacionales para participar. “Propuestas no nos faltan, al contrario, la limitación va más por presupuesto que por otra cosa” dice su director. Y es que, pese a que la instancia contribuye a generar lazos entre sus participantes y el teatro, las “malas decisiones tomadas en distintas escalas” ponen en riesgo su continuidad. El modelo de asignación de recursos a nivel nacional es “competitivo y excluyente”, donde se busca distribuir entre la mayor cantidad de postulantes los medios, aunque eso perjudique incluso a los beneficiados.

El choque de fuerzas entre la motivación por realizar cada año la instancia que potencia el teatro regional y favorece también a compañías independientes y las constantes disyuntivas por cómo se llevarán a cabo, podría ser solucionado para Marcelo Utreras con “asignación directa por parte del min de cultura, asesoramiento a los órganos regionales y más libertad de decisiones para los municipio” lo que de momento está lejos de ser una realidad, pese a que dentro de sus objetivos está el avanzar hacia una mayor presencia regional.

Si los kilómetros no afectaran

La falta de financiamiento es una disyuntiva para la realización del teatro independiente que se justifica por motivos económicos. Pero la falta de instancias colaborativas desde propuestas públicas no debería perjudicar a las regiones. De momento, no existen proyectos que busquen combatir el conflicto y pese a que desde las direcciones consultadas la soluciones está en los recursos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, no es una realidad viable aun.

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