Sistema Previsional: Entre la gloria militar y la miseria civil

Escrito por el septiembre 13, 2019

En el contexto de la reforma previsional del gobierno de Sebastián Piñera y la celebración del mes de la patria, la  Fundación Sol emitió un estudio, el cual señala que, en materia de pensiones, las Fuerzas Armadas presentan jubilaciones hasta nueves meses mayores respecto de la sociedad civil. Acerca de este tema y sobre el panorama actual de las previsiones chilenas, conversamos con Raúl Morales, miembro de la coordinadora No+AFP.

El actual sistema previsional chileno comenzó a regir a partir de 1981, reemplazando al anterior sistema de reparto, el cual funcionaba mediante diversas cajas previsionales que recibían el aporte obligatorio de los trabajadores activos, con el que se formaba un fondo común desde el cual se obtenían los recursos para financiar las pensiones de los retirados.

La imposición del nuevo modelo de pensiones (AFP) se realizó en el contexto de la dictadura cívico militar, contexto en el cual los economistas neoliberales podían implementar «a sus anchas» este nuevo modelo. Este cambio en el modelo de pensiones contó con su respectiva ofensiva publicitaria (que podemos incluso buscar en Internet) y de «Estudios» que afirmaban que las pensiones, con el correr de los años, iban a equiparar al sueldo que recibían los trabajadores al momento de jubilarse. Nada más lejano de la realidad, como lo podemos ver hoy.

En la actualidad, el panorama en materia de pensiones ha registrado saldos negativos en la gran mayoría de los sectores de la sociedad chilena. No obstante, existe un grupo que no pertenece al actual sistema previsional, y que, a todas luces, se ve privilegiado frente al resto de la ciudadanía: las Fuerzas Armadas. Hace poco, la Fundación Sol emitió un estudio en el cual ratifican que los funcionarios de fuerzas armadas reciben, en promedio, pensiones cuatro veces superiores en el caso de los suboficiales y nueve veces en el caso de los oficiales, respecto al promedio de los chilenos que se jubilan en el sistema de AFP.

Cabe señalar que esta brecha entre civiles y militares puede aumentar al considerar los montos recibidos por los diferentes estamentos militares (oficiales y suboficiales) y los años cotizados por los civiles en el sistema de AFP. También debe tenerse en consideración que al año 2018 se pagaron alrededor de 400 mil Pensiones Básicas Solidarias de Vejez (consistentes en un pago de alrededor de 100 mil pesos).

Grandes diferencias en un mismo sistema

Respecto a esta y otras problemáticas, Raúl Morales, miembro del Comunal Ñuñoa de la Coordinadora NO+AFP conversó con Radio JGM:

¿En qué crees que radica esta diferenciación entre ambos sistemas?

Los militares, policías y gendarmería se excluyeron de este sistema justamente porque estaban en conocimiento de que haberse hecho parte del modelo de pensiones de las AFP los hubiera perjudicado. Obviamente los militares tenían su análisis de la realidad y respaldo como para imponer sus condiciones. Se mantuvieron por lo tanto, utilizando el sistema de DIPRECA (Carabineros, PDI y Gendarmería) y CAPREDENA (Fuerzas armadas).

Además de este cálculo económico evidente, tal vez lo anterior se ve reforzado por elementos de tipo cultural presentes en la oficialidad de las fuerzas armadas chilenas, de tradición prusiana, jerárquica y elitista. Existiría una autopercepción de este sector de la sociedad de considerarse los indicados para dirigir al país en todo ámbito, no solo en lo militar. En esta visión aristocrática se justificaría cultural e ideológicamente el hecho de acceder a un mejor modelo de pensiones. Además, hay que recordar lo señalado por Ricardo Martínez, general del ejército, en noviembre de 2018, planteando que, de ser necesario «iban a defender el sistema de pensiones con dientes y muelas».

Y esta inequidad, según el estudio, también se da en los mismos funcionarios…

Así es. La pensión que recibe un “pelado” (suboficial) del ejército es menor a la que recibe un oficial. Sin embargo ésta aún sigue siendo mayor al promedio de las pensiones civiles. Recuerdo una anécdota: cierta vez hablando con un suboficial de carabineros, le pregunté si acaso «no estaría bueno un sistema de pensiones digno, y que la gente no recibiera estas jubilaciones precarias», y él mismo apoyó la idea. El tema es muy transversal para la sociedad. Si uno es joven, uno tiene papás o abuelos que están jubilados y puede darse cuenta, en la experiencia de vida, lo miserable de las pensiones entregadas por las AFP.

¿Por qué crees que la ciudadanía reaccionó respecto a las pensiones?

Porque este es un sistema que sólo recientemente comenzó a entregar las pensiones de la gente que cotizó más de 30 años. El problema es que se ha ido evidenciando la precariedad del modelo en el monto de las pensiones, y lo va a ir haciendo cada vez más, lo cual también significa un costo económico para el Estado que paga las pensiones solidarias. Esta es tal vez una de las características más importantes del modelo neoliberal: el Estado sirve para «poner parches» (subsidios) focalizados a la población más pobre, con costo al erario público, mientras los privados mantienen sus negocios y estratosféricas ganancias.

No+AFP en Arica

En ese sentido, ¿crees que sea un tema netamente estructural?

Completamente. Este sistema nace en la dictadura militar, en el contexto de un país en crisis económica, con una inflación desatada, donde los Chicago Boys implementaron las AFP como el gran sustituto de un sistema que probablemente tenía ciertas falencias, pero que en ningún caso eran tan significativas como las del actual. En mi opinión, no es que el sistema de AFP «funcione mal», no. En el fondo el “Mercedes Benz” funciona perfecto para lo que fue diseñado, ya que nunca fue pensado para entregar pensiones dignas. Tenía como fin flujo de capital permanente que le diera dinamismo a la economía neoliberal chilena. Al final, las personas ricas no financian su vejez a través de las pensiones, sino que lo hacen con los réditos de sus negocios. Del mismo modo, los militares estratégicamente optaron por mantener sus sistemas de DIPRECA y CAPREDENA.

¿Cómo ven la reforma previsional que impulsa el gobierno de Sebastián Piñera? ¿Consideran que es un avance -teniendo en cuenta el 4% adicional- o lo ven como una medida parche?

Yo creo que nuestra postura es muy sólida frente a esta reforma, incluso el mismo nombre de la coordinadora lo dice, nosotros no estamos de acuerdo con este tipo de medidas parche, queremos el fin de las AFP. Lo que proponemos es un cambio sustancial en el sistema previsional, reemplazarlo por uno de reparto que entregue pensiones dignas para todos los chilenos. Actualmente la pensión solidaria está cercana a los $100.000, lo cual no alcanza ni siquiera a ser un sueldo mínimo. Creo que este tipo de reforma no nos viene muy bien, en el sentido de que quizás le inyecte $20.000 más a la pensión de un jubilado, pero que en ningún caso significa un cambio sustancial para llegar a una pensión digna y viene a retrasar aún más el debate por un verdadero cambio en el sistema previsional, pensando en el bien común y en beneficio de la ciudadanía en general.

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