Ser mujer, mapuche y hortalicera en tiempos de pandemia

Escrito por el junio 18, 2020

En medio de la crisis sanitaria la tasa de cesantía en Chile alcanzó la cifra más alta de la década. El oscuro panorama, más los constantes enfrentamientos con Carabineros de Chile, es lo que deben sortear las hortaliceras mapuches tradicionales que venden en el centro de Temuco para poder llevar el sustento a sus hogares. ¿Cómo se desenvuelven estas mujeres en la Región de La Araucanía, donde se han reportado casi 3 mil casos de contagios de COVID-19? Racismos profundos cotidianos que se ejercen como parte de la violencia de estado.

Por Diana Bernal Allendes

El trabajo de las hortaliceras mapuches en el centro de Temuco es bastante conocido y ha sido recurrentemente noticia en los medios de comunicación, pero no precisamente por el intentar preservar una de las costumbres ancestrales de la zona, sino por la violencia con que inspectores municipales y Carabineros las reprimen constantemente.

Las detenciones, multas y destrucción de mercadería que se repiten en cada enfrentamiento entre las hortaliceras y las autoridades se deberían a una infracción a la ordenanza que regula el comercio estacionado y ambulante firmada por el alcalde de Temuco, Miguel Becker, en el año 2018.

Los hechos más graves y recientes datan del pasado 4 de mayo, cuando tres hortaliceras fueron detenidas por carabineros y llevadas a la 2da comisaría de Temuco, lugar en donde dos de ellas serían forzadas a desnudarse.

esto, las víctimas interpusieron este pasado 17 de junio una querella por abusos en contra de particulares, detención ilegal y tortura. La situación fue condenada por organizaciones de Derechos Humanos, tales como Amnistía Internacional y el Observatorio Ciudadano, las que exigieron al Ministerio Público investigar el caso y sancionar a los responsables.

Rosa Poblete Lauquen, hortalicera mapuche, que desde joven aprendió el trabajo de su madre y lo convirtió en su fuente laboral, comenta que la venta de verduras es su único sustento y la herramienta para sacar adelante a su familia. “No andamos pidiendo nada más, solo que nos dejen trabajar tranquilas; que no tengamos que llegar y Carabineros nos bote todo, nos quite todo, nos insulten. Lo que más duele es el trabajo de uno, el cariño que uno le ha invertido [a la mercadería] y todo el proceso que tiene para después cosecharla”, agrega.

Racismo cotidiano en tiempos de Covid19

A este problema se adhiere el avance de la pandemia del COVID-19, que ha golpeado fuertemente a todo el mundo, tanto en el ámbito sanitario como económico. Por un lado, en la región de La Araucanía, se registran más de 2 mil 800 casos de contagios. Por el otro, la tasa de cesantía en Chile alcanzó la cifra más alta de la década (9 %) según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Esto tampoco ha sido indiferente para las hortaliceras, a quienes les causa mucha preocupación y angustia. En ese sentido, Rosa Poblete comenta que esta crisis sanitaria complicó aún más su situación laboral, que ya se veía perseguida por la ordenanza municipal, pues su cosecha sufrió muchas pérdidas debido a la baja de ventas causada por el confinamiento en la capital regional.

“Aquí en el campo no podemos hacer mucho, no tenemos los medios para hacer entregas. Congelamos un poco para nuestros hijos y convidamos a nuestros vecinos, hacer trafkin, [o sea,] intercambiar una cosita por algo que le falta a uno” agrega la hortalicera de la comuna de Padre Las Casas que, además, relata que sorteó muchas dificultades para cruzar el  cordón sanitario de Temuco y llegar a vender en la intersección de las calles Manuel Bulnes y Manuel Montt.  “A veces Carabineros se ponían tercos, que para qué íbamos a ir, que era peligroso. Ahí una ha tenido que ingeniárselas y prácticamente rogarles”, expresa Poblete.

En mayo de este año, el Gobierno regional ofreció a las vendedoras la posibilidad de ser reubicadas al bandejón siete de la Feria Pinto de Temuco. Sin embargo, esta propuesta no fue bien recibida por las hortaliceras. La representante de las vendedoras, Yolanda Llanquitur, asegura que hace diez años se les prometió lo mismo, por lo que ya no creen en sus propuestas. Además, las trabajadoras habrían recalcado querer comercializar sus productos solo en el centro de la ciudad.

En esta misma línea, Rosa Poblete dice creer que las autoridades han olvidado que ese territorio les pertenece y que, la violencia que ejercen, estaría estimulada por una discriminación étnica e incluso de género. “Siempre estuvimos nosotros primero, es lo que nos enseñaron nuestros antepasados. Él [el alcalde Becker] no da la cara, lo único que hace es mandar a los inspectores, a los carabineros para humillarnos”, afirma la trabajadora.

Violencia, Misoginia y Clasismo vs Derechos Ancestrales

La directora de la Asociación de Abogadas Feministas de La Araucanía (Abofem Wallmapu), Vivian Palacios, afirma que han seguido desde cerca la situación de las hortaliceras, por lo que aseguran que en este caso se evidencian claramente diferentes tipos de violencia, entre ellos, la violencia de género perpetrada por diversos organismos del Estado. “Aquí es donde se hace carne la intersección del racismo, misoginia y el clasismo, que deriva en negar sus derechos económicos, sociales y culturales. La triple discriminación por ser mujer, pobre e indígena y por otro lado, la lógica de obedecer y ejercer el poder social, político e institucional inevitablemente tiene efectos diferenciados y de mucho mayor impacto en las mujeres indígenas. La CEPAL, en el año 2013, ya lo ha considerado factor de discriminación estructural que los gobiernos deben abordar con urgencia, señala.

Ante este complejo panorama, a fines de mayo, la diputada Emilia Nuyado (PS) impulsó junto a otros parlamentarios un proyecto de ley para poder reconocer el derecho a la comercialización tradicional de la producción de los pueblos originarios, el cual está contemplado en parte en tratados internacionales y en la Ley Indígena chilena. Este proyecto garantizaría que las vendedoras no puedan ser multadas ni se sometan a medidas administrativas y que, en los casos de excepción constitucional, las autoridades públicas a cargo resguarden y apoyen la realización de estas prácticas comerciales ancestrales.

Actualmente, el proyecto de ley sigue siendo tramitado, pero Rosa Poblete considera que sería un gran avance para su rubro, puesto que cree que la Ley Indígena nunca ha sido respetada y, por eso mismo, se sigue ejerciendo violencia contra el pueblo mapuche.

Abofem, por su parte, concuerda en que la moción de este proyecto es una acción positiva, ya que no aborda el caso de las hortaliceras desde la mirada de la seguridad pública, sino que desde el desarrollo económico indígena como derecho colectivo de su autodeterminación, replanteando incluso el pluralismo cultural que coexiste en Chile.

Sin embargo, consideran inaceptable que se deba requerir constantemente de nuevas leyes para que el Estado y sus órganos cumplan obligaciones internacionales ya contraídas, por ejemplo, en el Convenio 169 de la OIT, y en la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, que mandatan la preservación de la cultura y desarrollo económico indígena.

 “Una democracia legítima y respetuosa de los pueblos originarios no puede tener que recurrir a nuevas leyes para regular lo que ya está en el ordenamiento jurídico; la lucha es que no sea letra muerta en el papel”, expresan desde Abofem.

En tanto, las hortaliceras siguen a la espera de alguna muestra de apoyo por parte del Gobierno, ya que, hasta ahora, ningún beneficio de los que han salido en las noticias se les ha brindado, dice Rosa Poblete; quien lo único que espera junto a sus lamienes [hermanas] es sensibilizar a las autoridades con la situación que atraviesan.   Con la querella recientemente interpuesta por los abogados Karina Riquelme Riveros y Jaime Madariaga de la Barra, buscan al menos poder tener justicia ante los vejámenes sufridos en mayo a manos de carabineros de la Segunda Comisaría de Temuco, tratadas como enemigas del orden local instaurado por el alcalde Miguel Becker.  

 

Crédito Imagen Destacada: @Jaime Kuyanao

Comentarios

Opiniones
  1. COMABE (C.Mapuche-Bélgica)   /   junio 22, 2020, (9:28 am)

    Esta situación se ha eternizado,hace 10 años q sale a discusión pero no se practican las decicionesy vuelven a reprimir, escándalo con abogados y jueces,nuevas autoridades y sigue el HOSTIGAMIENTO a las hortaliceras – vendedoras, ahora será por la Pandemia,mañana por otro pretexto,esto tiene q terminar !

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