Ser LGBTIAQ+ en STEM: tres experiencias disidentes en la ciencia, tecnología e ingeniería

Escrito por Francisco Verdejo Carrasco el julio 19, 2022

¿Cómo es ser alguien LGBT en STEM? Radio JGM conversó con tres personas que se dedican a esta área sobre sus vivencias personales, sus descontentos y los avances que buscan.

STEM, por su sigla en inglés, hace referencia a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

STEM, por su sigla en inglés, hace referencia a las carreras agrupadas en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Generalmente, estas disciplinas son catalogadas como “las carreras del futuro”, debido a que se ajustarían a las demandas de la sociedad en un par de años. Algunas, incluso cuentan con un amplio campo laboral y altas remuneraciones. Pero hay un detalle: este mundo se caracteriza por tener una participación mayoritaria de hombres heterosexuales y cisgénero.

Según datos del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, en 2018 solo 1 de cada 4 matrículas en carreras de STEM correspondían a mujeres. En cuanto a la participación de las disidencias sexuales y de género en esta área, aún no hay cifras concretas sobre su participación en Chile y Latinoamérica.

Sin embargo, los datos en Estados Unidos y Europa no son alentadores. Según el estudio Coming out in STEM, publicado por Bryce Huges en 2018, el 41% de las personas LGBT en STEM dejaron sus estudios. También, según afirmaron los investigadores Mónica Rodríguez y Andrés Espinoza-Cara en Revista Catálisis, hay que tener en cuenta que “el colectivo (LGBTIAQ+) es muy diverso y no debe tratarse como un todo homogéneo, por lo que hay que pensar en cuestiones de interseccionalidad”. En ese sentido, refuerzan que no todas las personas disidentes tienen el mismo acceso a la educación o al trabajo.

Un espacio seguro para estudiar

Cristián Salazar es estudiante de quinto año de Ingeniería Civil en Computación en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile. También es parte del colectivo Beauchef Diverso, una agrupación de estudiantes pertenecientes a las disidencias sexuales y de género en la facultad.

Dentro de los objetivos que tienen como organización se encuentra educar a la comunidad, visibilizar la existencia de disidencia en la institución, ser un lugar de acompañamiento y por sobre todo, lograr constituir un espacio seguro. Según Cristián, hace un par de años ser parte de la comunidad LGBTIQA+ era un tabú en la universidad. Incluso, afirma que era algo que entre compañeros o docentes muchas veces no se podía decir.

A modo de conmemoración del mes del orgullo, en junio de 2022 Beauchef Diverso junto con el Centro de Estudiantes de Ingeniería decidieron convocar a estudiantes de las diversidades para tomarse una foto como medida de presencia. A la convocatoria llegaron muchas personas, que posaron sonrientes y orgulloses.

“No somos alienígenas, somos personas igual (…) acá estamos, somos caleta, no somos una minoría”, asegura Cristián. Además, agrega que la misma actividad hace un par de años no hubiese tenido ese nivel de convocatoria. Al contrario, probablemente nadie hubiera llegado.

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Entre otras de las actividades que han realizado como organización se encuentran talleres de educación sexual integral, almuerzos diversos, conversatorios, una semana de la diversidad e incluso asistieron al bloque contrahegémonico de la marcha del orgullo 2022 junto a agrupaciones disidentes de la Universidad de Chile.

Finalmente, Cristián reconoce que su casa de estudios ha avanzado en políticas de inclusión. Aun así, agrega que falta “incentivar que los equipos de trabajo en ingeniería tengan una cuota de mujeres y disidencias. Y así tener pruebas de que esos proyectos funcionan, salen mejor y son enriquecedores”.

Mujer y disidencia: doble barrera

Belén Guede es Ingeniera en Información y Control de Gestión. Trabaja en una startup tecnológica y recientemente asumió como consejera de la organización Comunidad Mujer. También, es una de las fundadoras de STEM Academy Chile e incluso, ha recibido distintos reconocimientos por su aporte al área.

A pesar de la gran cantidad de logros que tiene, reconoce que el mundo de la tecnología tiene múltiples impedimentos. Uno de ellos es el cruce entre ser mujer y LGBT en STEM. Según Belén existen barreras para las mujeres que se quieren dedicar a esta área, pero cuando también se es disidente, «una se siente más ajena a esta realidad».

Aun así, también agrega que estas limitaciones son distintas dependiendo de la persona. Por ejemplo, afirma que hay hombres que viven el peso de ser disidentes en estos espacios, pero que de todas formas gozan del privilegio que conllevan las masculinidades.

Al ser un área predominada por hombres, cree que la cultura de esta tiende a masculinizar a sus integrantes. «Se siente como que a las mujeres que les gusta la ciencia o la ingeniería tienen que ser más masculinas. O cuando chicas no jugaban con Barbies, sino que jugaban con autitos. Eso es lo que me pasaba a mí y era un rollo gigante. Como soy más masculina, ¿por eso me gusta el STEM y soy lesbiana? Es como una barrera de identidad», confiesa.

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De todas formas, no asocia este fenómeno exclusivamente a STEM. Por ejemplo, cree que en un área de cuidado como la enfermería, que tiende a ser feminizada, una mujer lesbiana y masculina no seguiría ese estereotipo. Pero, quizás un hombre disidente más femenino sí lo haría. Uno de los factores a los que asocia este fenómeno son la cultura, la socialización y la falta de referentes. «Cuando chica no podía verme en referentes queers, se asumía que no podía ser otra cosa que heterosexual«, relata.

Ciencia disidente en Instagram

Jose Bustamante es estudiante de bioquímica y actualmente está finalizando su tesis de pregrado. Durante su quinto año de estudios, realizó un diplomado en comunicación científica. Además, se dedica a enseñar por sus historias de Instagram distintos procedimientos bioquímicos que hace. También fundó la plataforma Comunica Ciencia Chile, donde comparte material de divulgación científica junto con otros científicos y/o residentes en el país.

Recuerda que en sus primeros años de universidad, que realizó en formato presencial antes de la pandemia, vio una amplia aceptación a estudiantes LGBTIAQ+ en su facultad. Aun así, afirma que esa es su realidad y que no necesariamente se condice a la de todas las personas. «No quiero decir que porque a mí no me pasó, no pasa en general. Yo por lo menos tuve la suerte de no vivirlo», recalca.

De todas maneras le llamaba la atención como en ciertos ramos se hacía énfasis en la biología con una mirada cisgénero, por ejemplo, cuando algunos docentes afirmaban que solo las mujeres podían embarazarse. También, si bien en su facultad habían hartas académicas, asegura que la presencia masculina era mayor.

Además, agrega que el machismo y la homofobia se reproducen en todos los ámbitos de la sociedad. Esto crea barreras para las personas cisgénero y disidentes, pero Bustamante enfatiza en la problemáticas que vive la población trans. «Para las personas trans es mucho más hostil este ámbito. No solo de la universidad, muchas veces desde la familia o quien vivan. Esto hace muy difícil el acceso a la educación, a llegar y desenvolverse en la universidad. Quizás no es una barrera de este campo, más bien es de toda la sociedad«.

Finalmente, enfatiza en que la población LGBTIQA+ está presente en todos lados y la ciencia no es un espacio único para las personas heterocis. En ese sentido, refuerza la importancia de tener referentes para personas pequeñas. «Ojalá que alguien mañana diga soy un adolescente disidente y quiero hacer esto. Y sé que puedo hacerlo porque estoy viendo a personas disidentes en los espacios donde yo quiero estar».