Salud mental universitaria: cuando la carga académica sobrepasa los límites

Escrito por el mayo 2, 2019

Luego de las manifestaciones que se llevaron a cabo en distintas universidades del país, el problema de la salud mental se instaló en el debate público. Situación que fue confirmada este lunes con la publicación de los resultados de la primera investigación que revela que casi la mitad de los universitarios sufre de estrés, ansiedad y depresión.

Según la Primera Encuesta Nacional sobre Salud Mental Universitaria realizada por la psicóloga de la Universidad Católica de Temuco, Ana Barrera, el 44% de los universitarios y universitarias han recibido terapia psicológica. Además, el sondeo realizado a 600 estudiantes de la Universidad Católica de Temuco, la Universidad de Concepción y la Universidad de Tarapacá, evidenció que el 46% de ellos presenta síntomas depresivos, el 45,5% exhibe síntomas ansiosos y el 53,5% tiene sintomatología de estrés.

De acuerdo a estos datos, la psicopedagoga, María Victoria Zambrano, explicó que los trastornos de esta naturaleza pueden afectar los procesos cognitivos de distintas formas, que van desde generar fallas en la memoria hasta interferir en la consecución de logros académicos.

«Se puede ver afectado de diversos modos. Generalmente, el primero que se ve afectado es la memoria, otro también tiene que ver con la atención y la concentración, pensamientos negativos irracionales que nos llevan a valorar inadecuadamente actividades o a alcanzar tareas. Asimismo, la organización y la secuenciación del pensamiento para la consecución de logros académicos también es un de los que se ve altamente intervenido».

 

Manifestaciones por salud mental en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile

Otro resultado arrojado por el estudio es que una parte significativa  de la comunidad universitaria consume drogas como el alcohol (23,6%), la marihuana (13,5%), el tabaco (10,8%), los fármacos (9%) y la cocaína (3,2%). En relación a estas cifras, la licenciada en psicología, Javiera Martínez,  señaló que el consumo de estupefacientes en las y los estudiantes es transversal y afirmó que esto se debe asumir, pues el sistema de la sociedad hoy los empuja al consumo.

«El consumo de drogas se puede dar en ambos lados, porque esto es transversal: no discrimina sector económico, no discrimina de dónde provenga la persona ni qué carrera estudia. La droga se consume desde Arica a Punta Arenas y desde Las Condes hasta Puente Alto. Entonces, el consumo es algo que debemos normalizar porque es la realidad chilena estudiantil porque tenemos un sistema de corte segregacional. Lo que impera en Chile es el modelo lógico-matemático, entonces, es éste mismo el que obliga a que la persona rinda porque, si no, no encaja».

 

Para la socióloga Katia Molina, las problemáticas de salud mental, que figuraban antes en las movilizaciones sociales sólo como un antecedente, en la actualidad están siendo visibilizadas por las y los jóvenes debido a la progresiva intensificación del sistema al que se ven sometidos.

«Hoy estallan estos indicadores que antes iban de a poco apareciendo. Creo que hay mayor claridad al intensificarse la forma de trabajo, al intensificarse el modelo en nuestro propio cuerpo, como nosotros tenemos que enfrentarlo».

 

Finalmente, otras de las consecuencias de la presión universitaria que refleja el estudio  son los desórdenes alimenticios que padece el 87% de la población encuestada y los problemas de sueño que presentó el 67% de las y los estudiantes universitarios.

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