Ruth Olate: «la clase media tiende a esclavizar a la trabajadora de casa particular»

Su dedicada trayectoria laboral la llevó a posicionarse como presidenta del Sindicato de Trabajadoras de casa particular (Sintracap). De cara a las elecciones presidenciales, Ruth Olate Moreno (57) reflexiona sobre los avances del trabajo doméstico en Chile, su contribución al mantenimiento del hogar de clase media y la llegada de mujeres migrantes al rubro.

 por Bárbara Barrera Morales

En un pueblo al sur de Concepción, llamado Santa Juana, una niña de 12 años entraba al mundo laboral como trabajadora de casa particular, donde vivió sus peores experiencias en el rubro. Cinco años más tarde, ya con la mayoría de edad, Ruth Olate llegaba a la gran capital para continuar con el servicio doméstico, pero ahora puertas adentro.

Por elección propia, Olate no quiso casarse ni ser madre. Más bien, decidió dedicarse a la lucha por los derechos de las trabajadoras de casa particular cuando, ya con 40 años, las vueltas Windows 10 key online de la vida la llevaron nuevamente al sur, esta vez a Osorno, donde se reencontró con antiguados empleadores y fue testigo de los abusos e injusticias que vivían sus compañeras de trabajo.

En 2006, Olate se unió al Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (Sintracap), tras su paso por la ANECAP; organización que promueve los derechos de las trabajadoras domésticas desde que en 1964 un grupo de mujeres hartas de la explotación y abusos en su contra decidiera fundar el gremio con la ayuda de la Iglesia Católica.

Solo bastaron dos años para que Olate fuera electa presidenta del Sintracap, y unos cuatro para que fuera reconocida dentro de diferentes movimientos sociales y por la opinión pública como la líder de las trabajadoras de casa particular de Chile, tras su involucramiento en la propuesta de ley que pretendía regular las jornadas laborales de las asesoras domésticas, además de reconocer y fiscalizar el ejercicio de sus derechos.

Dicha propuesta se convirtió en ley de la República el 1 de enero de 2015 y, para la líder del Sintracap, “ha sido un gran avance y un cambio cultural que ha tenido la sociedad en Chile”.

¿Cómo ha ido cambiando el trabajo doméstico en el país?

Ha ido cambiando porque ya no están los abusos que se conocían años atrás que eran terribles. Para las trabajadoras los abusos vienen siendo desde 40 años atrás, entonces ahí tenemos un avance bastante amplio que hemos tenido las trabajadoras. Pero todo esto es con grandes esfuerzos, trabajo, en nuestras organizaciones que han estado luchando para lograr estos cambios. Sino habría sido imposible.

Uno de los puntos más importantes del servicio doméstico tiene relación con las mujeres trabajadoras que al mismo tiempo son madres. ¿Existe una postergación de la maternidad de las mujeres trabajadoras de casa particular?

Sí, es que eso es súper triste porque muchas trabajadoras han tenido que postergarse como mujeres, como mamás, como madres, cuidando hijos que no son de una, y otros que han dejado a sus hijos botados, por decirlo de alguna forma, o encargados, para poder cuidar hijos de otros. Entonces ha sido también un trabajo bastante fuerte que han tenido las trabajadoras, y los hijos han pagado un precio muy alto por no tener su madre al lado para que las acompañe, los proteja, los cuide cuando realmente lo han necesitado.

¿Existe algo así como un “choque” entre la clase alta con la clase media baja? ¿Cómo se conjugan estos dos mundos? Sobre todo teniendo en cuenta la realidad chilena…

Bueno es fome, porque aquí en Chile como que hay tres clases de personas: gente realmente vulnerada en todos nuestros derechos, la clase media y la clase alta. Y ahí estamos porque siempre ha sido el sufrimiento de nosotras las trabajadoras, porque estos mundos son tan diferentes y estamos viviendo e insertas en ello y tenemos que seguir trabajando en él. No es lo mismo trabajar con la clase alta como con la clase media.

¿Cuáles son los beneficios de la clase media o clase alta gracias al trabajo que realizan ustedes?

El trabajo de doméstica ha sido bien importante para la clase media, teniendo la ayuda de la trabajadora de casa particular porque así han podido salir a ejercer su profesión con la ayuda de aquellas mujeres que también necesita, ¿cachai? Entonces ahí hay un vínculo bastante cercano, porque en la clase alta no siempre salen las dos personas a trabajar, tienen sus trabajadoras también. Pero esta clase media sí necesita la ayuda de aquellas mujeres que somos más vulneradas todavía.

¿Cuál es el rol que juegan las trabajadoras de casa particular en que las mujeres puedan salir a trabajar?

Eso también es triste. Aquella mujer que necesita tener un apoyo en su casa no lo aprecia, no lo aprecia porque si no fuera por nosotras, las trabajadoras de casa particular, imposible que ellas pudieran salir a trabajar. Porque ¿con quién dejan su familia? ¿Quien cuida su casa? Tendrían que llegar a sus casas a hacer el trabajo que se dejó en la mañana cuando salió porque la casa va a estar igual, entonces es doble trabajo. Y aquellas que cubren ese lugar somos nosotras y lamentablemente estas mujeres no aprecian el trabajo www.licensekeysale.com que hacen las trabajadoras cuidando sus casas, y ahí es donde hay más problemas porque en la clase alta una no tiene tantos problemas de llevarse bien con los empleadores, porque los empleadores están acostumbrados y es una cosa que ellos han vivido siempre. Pero en cambio la clase media es muy difícil saber llevar una persona y pensar que es un ser humano y que necesita estar en su casa, con sus hijos, con su familia. Son más de tener esclavizada a la trabajadora.

¿Cómo se ha ido dando la relación entre las trabajadoras de casa particular chilenas y las mujeres migrantes que ingresan al rubro?

Ellas también participan de nuestras organizaciones sociales, pero también hay una discriminación, nuestro país es muy discriminador, de nuestras mismas compañeras trabajadoras que dicen que nuestras compañeras migrantes nos vienen a quitar el trabajo. Yo dijo que no es así porque las trabajadoras puertas adentro, que es el lugar donde más está centrado el trabajo doméstico migrante, ya cada vez nosotras nos vamos envejeciendo y no hay gente joven trabajando en el trabajo doméstico puertas adentro. Y ahí están todas las trabajadoras migrantes. Entonces no nos vienen a quitar trabajo ni nada por el estilo. Si nosotras ya no estamos ocupando esos espacios, que vengan otras y lo ocupen.

¿Cuáles son las principales demandas que tienen de cara a las presidenciales?

Principalmente la fiscalización, que es otra de las cosas que se tiene que hacer: una fiscalización más efectiva para nuestros empleadores, que pregunten si quieren trabajadores y cómo están sus liquidaciones de sueldo, como están sus contratos y todas las cosas porque mientras más nos alejamos de nuestro Santiago, más vulneradas son nuestras compañeras de regiones, que algunos no les pagan ni siquiera el sueldo mínimo, no tienen contrato, imposiciones, nada.

¿Algún candidato favorito?

Yo Ruth Olate tengo mi candidato favorito que es el senador Alejandro Guillier. Tengo todas las fichas puestas en el él porque a mí me gustó mucho que cuando empezó a nombrarse como candidato de la presidencia de la República dijo que trabajaría con las organizaciones, del pueblo mismo, y yo creo que eso es importante. Y espero que no pierda su mirada porque sabemos que el camino va dejando muchas cosas atrás. Pero creo que eso es lo más importante, que nunca se olvide que él lo dijo, y bueno ahí tenemos nosotros para recordarle también, tiene que desde abajo gobernar hacia arriba, no desde arriba hacia abajo porque ahí está la desigualdad que existe en nuestro país.