“Prometamos jamás desertar”: un homenaje a los 22 militantes clandestinos del Partido Socialista

Escrito por el septiembre 15, 2017

Lentes, relojes, piezas de ajedrez, fotografías, dibujos y una pipa. Éstas son algunas de las pertenencias de los miembros de la Dirección Interior Clandestina del Partido Socialista (PS) en dictadura, que se presentan en esta exposición. A través de los objetos, se rememoran las historias de vida de los militantes y colaboradores que fueron detenidos, desaparecidos y ejecutados entre 1973 y 1976.

por Constanza Romero Lecourt 

Tras el golpe militar de 1973, en Chile se desencadenó la represión por parte de los agentes del Estado. Con el derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular (UP) de Salvador Allende, la derecha decidió barrer con todas las organizaciones comprometidas con la trayectoria política, social y cultural de la izquierda.

Desde el primer momento, la violencia se enfocó en el PS. Pero fue en junio de 1975, cuando la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) ejecutó las detenciones  de los integrantes de esta dirección clandestina.

A 44 años del estallido de la dictadura, esta exposición organizada por el Centro de Formación  Memoria y Futuro, recuerda a los y las compañeras que “prometieron jamás desertar” tal como lo señala una parte el himno del PS.

La enfermera y esposa del fallecido Arnoldo Camú, miembro del Comité Central del PS, Celsa Parrau señaló que estos integrantes del partido fueron muy valientes y consecuentes en sus decisiones. “Ellos siguieron trabajando por sus ideales, por unir y crear otro PS. Mucha gente se fue al exilio y otros estaban presos. Pero por medio del trabajo en secreto querían construir un país mejor”, indicó.

En la exposición se pueden identificar tres momentos. Primero, una serie de pendones con los rostros de los militantes y una breve biografía. Luego, una estantería donde se encuentran los objetos de cada una de las personas y unas vitrinas, en las que se pueden observar parte de sus ropas, como las camisas verde musgo que usaban las Juventudes Socialistas.

“La idea de exhibir estas pertenencias era que la gente viera que los compañeros eran igual que todo el mundo. Tenían vidas. Hacían la primera comunión, se casaban, tenían hijos y parejas”, sostuvo la enfermera.

Sin embargo, el proceso de reunir cada pieza no fue una tarea fácil. El Centro de Formación Memoria  y Futuro no pudo contactarse con los familiares del obrero del Comité Central del Partido Socialista, Exequiel Ponce.

“Fue bien complejo porque las familias habían guardado estas cosas por años. Entonces, prestarlos al museo por cuatro meses fue difícil y muy emocionante a la vez. Por ejemplo, la madre de Alejandro Parada llegó con un brazalete de su primera comunión y decía: ‘esto no se puede tocar ni planchar ADM-201 porque se deshace’”, contó la esposa de Camú. Pero más allá de las dificultades y con el esfuerzo de todos, pudieron abrir esta exhibición.

 

Esbozos del pasado

Pese a que todas estas personas pertenecían al mismo partido, sus historias eran muy distintas. Carlos Lorca fue el secretario general de la Juventud Socialista. Estudió medicina y fue electo diputado por el sector de Valdivia, Los Lagos y Los Ríos. En la muestra puede apreciar un par de piezas de ajedrez, por su gran habilidad en este juego, junto a una foto. En ella sale acompañado del actual rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi.

En otra imagen, una niña sonríe junto a su madre. Ella es Michelle Peña. Su mamá arrancó de la Guerra Civil Española y llegó a Francia, donde nació su hija. Cuando la niña tenía tres años y comienzan las amenazas del fascismo, se vienen a Chile.

Allí la joven estudió ingeniería eléctrica en la Universidad Técnica del Estado (UTE), hoy Usach. El 25 de junio de 1975, desapareció con ocho meses de embarazo. Nunca más se supo de su paradero.

Más allá, está el sereno rostro del director general de Ferrocarriles del Estado en la época de la UP, Alfredo Rojas Castañeda. Junto al presidente Allende, se asomaban por una ventana de uno de los vagones del tren. En ese momento, todo parecía estar bien.

“Ninguno de ellos quería morir. Pero eran conscientes que este trabajo de reestructuración del PS, les podía significar la muerte, porque la represión era muy fuerte”, observó Celsa Parrau.

 

El traje de Arnoldo Camú

Uno de los objetos más llamativos de la exposición es un traje gris que descansa en una de las vitrinas. Una chaqueta, un pantalón perforado y ensangrentado, junto a una camisa azulina con figuras blancas.

Así estaba vestido Arnoldo Camú el 24 de septiembre de 1973, cuando fue detenido cerca de la avenida Matta, en compañía de Ernesto Gutiérrez. Los uniformados lo subieron a un auto, pero él trató de escaparse. Fue en ese momento cuando lo balearon frente a los Tribunales Civiles.

Celsa Parrau no descansó hasta saber qué había pasado con su esposo. Gracias a Gutiérrez unió cada pieza de lo ocurrido y supo que Camú fue trasladado a la Posta Central. Allí sólo constataron su muerte, guardaron sus pertenencias y lo llevaron al Servicio Médico Legal.

La mujer le siguió la pista al cuerpo y finalmente, llegó a la Posta donde tenían sus prendas. Ahí le entregaron el traje, la camisa, sus calcetines y un reloj, que hoy lo tiene su hijo Álvaro. “Fue increíble poder guardar su ropa porque ahí están todas las marcas de las balas y se puede 700-039 ver cómo acabaron con su vida”, reflexionó la enfermera.

La esposa del militante del PS expresó que en primera instancia, ya existe una condena. “Cuando se hizo la reconstitución de escena, el ministro Carroza pidió que el traje lo entregara a la policía para que lo periciaran. Lo pudimos rescatar dos días antes de la inauguración de la muestra. Para mí, esto es muy preciado porque es parte de él”, dijo.

 

El ejercicio de memoria en las nuevas generaciones

A pesar del dolor de la viuda, hoy quiere contar su historia. Rescatar la memoria de Arnoldo Camú y la de todos sus compañeros del partido que lucharon por los mismos sueños, en esos tiempos difíciles.

Pero por sobre todo, hacer visible esta historia y la de todos los caídos en dictadura a los jóvenes. Ese es uno de los objetivos fundamentales del Centro de Formación Memoria y Futuro.

“La juventud ha sido desviada de lo que realmente ocurrió. Pero nosotros estamos para que la gente sepa la verdadera historia. Lo que más te ayuda a sanar es ver el compromiso de otras personas y cuando reconocen la crueldad de lo que hicieron. Tenemos que ser solidarios con los demás, para que esto nunca más suceda”, afirmó Celsa Parrau.

En los tres meses de la exposición han recibido 8.500 visitas, de las cuales una cantidad importante han sido de estudiantes de distintos puntos de Santiago y regiones como Concón, Rancagua, La Serena y Curicó. El Centro de Formación Memoria y Futuro está muy conforme con esta acogida.

Este 21 de septiembre se realizará un acto de cierre de la exhibición a las 19:00, en el auditorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

La ceremonia contará con la participación del director de la institución Francisco Estévez, el presidente del Centro de Formación Memoria y Futuro, Jaime Lorca y el abogado Roberto Garretón.

“Prometamos jamás desertar” puede ser visitada hasta el 1 de octubre de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas, en el Hall del Cedoc del museo, con entrada liberada.

Paralelamente, el 28 de septiembre se estrenará el documental del director Sergio Arévalo “Arnoldo Camú y los combatientes Allendistas”, en el marco de los 80 años de este miembro del Comité Central del PS. El encuentro se realizará a las 19:00 horas durante el cierre del ciclo “Memoria y Derechos Humanos 2017”, de la Casa Central de la Universidad de Chile.

 

Conoce más de la exhibición, aquí:

 

Visita el tráiler del documental “Arnoldo Camú y los combatientes Allendistas”:

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