La responsabilidad del Estado de brindar una educación sexual integral

Desde el 2019 se está discutiendo en el Congreso el proyecto de ley sobre educación sexual y afectiva. Para las organizaciones de la sociedad civil esta normativa debería asegurar una formación integral y con enfoque de género, además de ser entendida como un Derecho Humano. 

 

El 20 de agosto la comisión de Educación de la Cámara de Diputados comenzó la votación de las indicaciones del proyecto de ley que “establece las bases generales para la educación afectiva y sexual de niños, niñas y adolescentes en establecimientos educacionales”, el que se está tramitando desde septiembre del año pasado.

La iniciativa tiene por objetivo fortalecer y garantizar la formación integral en sexualidad en todas las etapas escolares. Esto, pues la normativa actual (Ley 20.418) solamente exige a los establecimientos con educación media el desarrollo de sus propios programas de educación sexual, lo que sus diez años de vigencia no ha dado resultados positivos.

Para la educadora de la Red Abortando los Mitos de la Sexualidad (Rams), Francisca Maldonado, “es muy importante la aprobación de esta ley porque no solo brindará una educación sexual reproductiva -suele a pasar que se encasilla mucho en eso-, sino que también nos dará una educación sexual integral y ese va ser el mayor impacto social que se va a ver porque se tratan tanto  temas biológicos, psicológicos, afectivos, éticos y con visión laica”.
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Por su parte, para una de las directoras de la Escuela Transdiciplinaria de Sexualidad (Etsex) y activista de la Sociedad Chilena de Sexualidades (Sochisex), Natalia Guerrero, “es necesario que los Estados garanticen que todas las personas, en su condición de personas sexuadas, puedan manejar la mayor cantidad de información basada en evidencia científica para poder acceder a los más altos niveles de salud y en específico de salud sexual”.
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Y explicó que contar con la garantía de que el Estado brinde como Derecho Humano una educación sexual integral tiene como base la expectativa de que las personas puedan vivir mejor, tanto de forma individual como colectiva.

“Si las personas nos sentimos cómodas, plenas, satisfechas con nuestra experiencia en la dimensión de la sexualidad, estamos más saludables y, por lo tanto, podemos participar de mejor manera en el desarrollo de nuestros pueblos, de nuestros territorios, de nuestras naciones, de nuestras comunidades”, agregó.
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Recomendaciones desde la sociedad civil

Previo a la discusión de la iniciativa en la comisión de Educación, expertos y expertas en educación sexual y afectiva en representación de organizaciones de la sociedad civil presentaron una carta con el objetivo de “reflejar la urgencia e importancia de contar con una ley de educación afectiva y sexual desde un enfoque de género y Derechos Humanos, que impacte positivamente en el bienestar de niños, niñas y adolescentes”.

Es por tal motivo que en ella realizan una serie de aportes al proyecto de ley, entre los que destacan la relevancia de que se imparta educación sexual desde la formación parvularia, que se contemplen los principios de igualdad y no discriminación y que se entienda la educación sexual como un Derecho Humano, entre otros.

Si bien para Natalia Guerrero todas las recomendaciones son importantes porque fueron elaboradas de forma colectiva, una de las principales es que la educación sexual integral se lleve a cabo en todo el sistema educativo pues “es una oportunidad para que el Estado se haga cargo de ese derecho, pero lo más importante es que debe ser un programa, un plan, un currículum único para todo el país, que garantice no sólo los contenidos básicos para que sea desde una perspectiva de Derechos Humanos y de respeto por la diversidad”.
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“Además de que tenga un currículum único y unos contenidos bien precisos, es necesario que el Ministerio de Educación se ponga con recursos para capacitar a quienes se van a hacer cargo de implementar esos programas y para monitorear que se están haciendo”, añadió la directora la Escuela Transdiciplinaria de Sexualidad y activista de Sochisex.
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Desde la Red Abortando los Mitos de la Sexualidad también estiman que son relevantes todos los aportes entregados en la carta, sin embargo, “sobre la recomendación que más hablamos y debatimos es la del punto 7, que explica que nosotros no estamos limitando el derecho de las familias a la educación de sus niños, sino que queremos hacer una educación en conjunto”, señaló Francisca Maldonado.
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“Le hago una invitación a las familias de que investiguen, de que si quieren pueden ver nuestros trabajos, nuestras metodologías, etc. Porque es importante saber que los niños están en la búsqueda de su identidad desde chiquititos”, comentó.
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Además de las recomendaciones técnicas, en la misiva las organizaciones de la sociedad civil se comprometen a levantar una campaña de sensibilización e información durante la tramitación de este proyecto de ley como también en su posterior implementación.

Junto a distintas organizaciones, levantamos una carta con observaciones importantes del proyecto de ley sobre educación sexual y afectividad. Este jueves 20 se votan dichas indicaciones, esperamos que les diputades nos escuchen!https://t.co/0brLgMi7tw pic.twitter.com/2irL1KKyPG

— 🌈Red Abortando Mitos de la Sexualidad🌈 (@abortando_mitos) August 18, 2020