Las garantías mínimas para la legitimidad del proceso constituyente
Escrito por Gabriela Acuña Becerra el diciembre 20, 2019
Tras la votación la Cámara de Diputados, donde se aprobó un artículo del proyecto de reforma a la actual Constitución que asegura paridad de género y escaños reservados para independientes y pueblos originarios, la votación se traslada al Senado, para ver si se mantienen estas mínimas condiciones ¿Cuál es la responsabilidad que se le endosa a los parlamentarios en este momento clave de la historia? Lo conversamos aquí.
Este jueves se aprobó en particular el proyecto de ley que presentó RN, que asegura la paridad de género por 98 votos a favor (el mínimo era 93), 30 en contra y 17 abstenciones en la Cámara de Diputados. La votación se dio en un ambiente de alta tensión para los partidos de gobierno, ya que se entregó apoyo desde la bancada de RN y Evópoli a la paridad de género en la integración de las convenciones constituyentes. Esto provocó el quiebre de la coalición Chile Vamos con la suspensión de participación de la UDI. Un escenario que no cambiará ahora que el proyecto pasa al Senado.
De votarse a favor, esto marcaría un antes y un después en el proceso constituyente. Sin embargo, el hito no sería el definitivo, ya que la UDI, ha anunciado que no permitirán esto, ya que no se respetó el acuerdo que firmaron y por lo tanto llevarán la votación hasta el Tribunal Constitucional.
Lo logramos. Se APROBÓ en particular la paridad de género por 98 votos a favor (se necesitaban 93), 30 en contra y 17 abstenciones. Gracias a todos los que no bajaron nunca los brazos. Ahora va al Senado. #ParidadAhoraYa #ParidadDeGenero pic.twitter.com/eIgXymvxYa
— Ximena Ossandón (@nonaossandon) December 19, 2019
Esta situación lleva a cuestionarse sobre la relevancia de la paridad de género y los escaños reservados para independientes y pueblos originarios en la discusión, que debiese ir más allá de los acuerdos políticos.
En ese sentido y respecto de la paridad género, la abogada especialista en derechos humanos y género Francisca Millán afirmó que la importancia de este punto radica en que las mujeres son la mitad de la población y que en un espacio de verdadera representación debe verse reflejada esta proporción. Además, aseguro que “es necesario que se plasmen las experiencias de las mujeres en el rigor del derecho de la vida cotidiana”, pues hoy la legislación está creada “por y para la visión masculina”.
La legista aseguró además que cuando existe resistencia a la paridad, hay una resistencia a ceder los privilegios históricos de los hombres en el poder.
Por su parte, y respecto a los escaños reservados para los pueblos originarios, el historiador Claudio Alvarado Lincopi afirmó que una negación reflejaría la continuación de un imaginario colonial que “ha construido una sociedad heterogénea, donde los intereses de la élite han sido instalados como los intereses de la nación”.
Además, se refirió a la necesidad de una Constitución que confirme una plurinacionalidad, según Alvarado, se entiende en conjunto con la autodeterminación política que permita el bienestar común de las distintas naciones dentro de una misma comunidad política.
«Están constituidos como intereses de la nación, pero esas ideas no son más que sus propios intereses. De alguna manera, cuando los pueblos indígenas estamos pidiendo plurinacionalidad, estamos diciendo que las otras formas de existir, las otras formas de convivencia entre seres humanos, entre otras formas de convivencia con la naturaleza también tengan cabida en la comunidad política. Ellos se niegan a esto porque están basados en una lógica profundamente colonial», aseguró.
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En lo concerniente a la trascendencia de un correcto proceso constituyente, el analista político Guillermo Holzmann afirmó que algunos de los aspectos más relevantes son la macroeconomía, la propiedad privada y los recursos naturales, por lo que espera que la responsabilidad política y social de los parlamentarios esté por sobre sus intereses.
«Si solamente se queda en lo reactivo y si solamente se queda en la pugna de poder ideológico de cada uno de los cupos representados en el Congreso, esto va a ser un fracaso constituyente que no va a responder a las demandas, y lejos de poder superar un conflicto va a generar nuevos conflictos de muy difícil resolución».
Finalmente, la Cámara Alta aprobó este jueves los numerales 1,2 y 3 del artículo único de la reforma constitucional, con lo cual el proceso constituyente confirmó el plebiscito de abril de 2020. Sin embargo, la sala desechó –por no alcanzar el quórum requerido- el numeral 4 de la iniciativa que buscaba incorporar la paridad, la inclusión de independientes y escaños reservados para los pueblos originarios.
Pese a aquello, el Senado deberá votar en los próximos días si el proyecto aprobado por los diputados/as, que asegura o no la paridad de género, se convertirá en ley.
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