Negligencia médica en Tomé: el caso de Claudia Silva

Escrito por el mayo 20, 2025

En 2018, Claudia Silva Gatica tenía 41 años, era una persona activa y con una carrera profesional consolidada que vivía en la localidad de Tomé, Región del Biobío. Ese mismo año, se sometió a una operación que marcó el inicio de una compleja condición médica.  Esta negligencia médica en Tomé muestra una crisis que se expande a lo largo del país. 

Por Emilia Salas

Acudió al Hospital de Tomé para realizarse una histerectomía, una intervención quirúrgica para extraer el útero. El procedimiento buscaba detener las hemorragias excesivas que la aquejaban hace algún tiempo. Nunca pensó que la solución terminaría siendo un problema. 

La histerectomía es uno de los procedimientos más frecuentes en el área de ginecología. Si bien no existen datos actualizados sobre el número de operaciones, se estima que en Chile una de cada cinco mujeres se ha sometido a esta intervención. 

Desde el hospital le dijeron que su operación había sido compleja y que debía mantener un reposo total por dos a tres semanas. Siguió las indicaciones entregadas por el equipo médico, confiando en que los dolores eran parte normal del proceso, tal como se lo habían informado. 

Pero luego de un tiempo, se dio cuenta que los dolores, lejos de disminuir, comenzaron a agudizarse. “Al tiempo que me operé, vinieron secuelas, dolores, inflamaciones y recurrencias al hospital. Luego de eso, intervenciones kinésicas, porque los especialistas se dieron cuenta que mi piso pélvico estaba con complicaciones”, explicó a Radio JGM. 

Fue entonces que decidió consultar a especialistas externos al Hospital de Tomé. En total, acudió a cinco doctores especialistas en urología, quienes le diagnosticaron dolor pélvico crónico. Es una afección que repercute negativamente en quienes la padecen y que incluso puede resultar incapacitante. 

Así lo ha experimentado Silva, quien ahora enfrenta limitaciones físicas que han reducido su movilidad. Ya no puede caminar por periodos prolongados ni tampoco estar de pie demasiado tiempo o subir escaleras. “Es un dolor diario, constante. Tengo que estar sometida a muchos tratamientos para poder levantarme y hacer trámites o poder trabajar”, sostuvo.

Buscando una solución

Para Silva, todos estos malestares son consecuencia de la histerectomía que se realizó en 2018. Por eso, asegura que en 2024 determinó solicitar una mediación por daños en salud pública. Se trata de un acuerdo para buscar acuerdos mutuamente convenientes y así reparar el daño que el paciente haya recibido. 

Es una solicitud que se realiza con frecuencia a nivel nacional, pero que en pocos casos logra un acuerdo. De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Salud,  entre enero del año 2019 y marzo de 2025 hubo 7.989 solicitudes de mediación. De estas, tenemos que el 51%, acepto participar en un proceso de mediación, designando un mediador y desarrollando audiencias, pero solo un 9% del total llego a un acuerdo total o parcial.

Según relata Silva, la comisión médica del hospital gestionó cuatro reuniones para lograr un acuerdo. Asegura que desde el hospital le dijeron que sus síntomas no podían atribuirse a la histerectomía que se realizó. Además, Silva afirma que el doctor involucrado no se presentó a ninguno de estos encuentros. Por eso, dejó de insistir en esta vía. 

Desde Radio JGM intentamos comunicarnos con el Hospital de Tomé para conocer su versión de los hechos, pero no obtuvimos respuesta. 

Luego de esto, Silva interpuso una denuncia contra el médico y todos los que resulten responsables. De acuerdo con su abogado defensor, Cristián Echayz, los perjuicios que Gatica recibió son de carácter físico, psicológico y moral la perseguirán por siempre. 

El defensor explica: “Hay abundantes pruebas que indican que ella fue objeto de una negligencia médica. Toda vez que el profesional tratante no tuvo los debidos resguardos en el sentido de actuar conforme a los protocolos para la patología que ella presentaba en el minuto”.

Con esta acción, buscan que la o las personas que habrían actuado con negligencia, sean formalizadas. Esta determinación es la que expresa Silva, quien hace un emplazamiento a la justicia. “Espero justicia para mi tranquilidad emocional. Mi vida no va a cambiar, pero si cambiará gran parte de mi calidad de vida (…) que este doctor y el hospital se hagan cargo, que no me dejen sola”, sentenció. 

Sin embargo, casos como el de Gatica se repiten en todo el país. La frecuencia de juicios por negligencia médica se ha incrementado en el último tiempo. En 2023, la Fundación de Asistencia Legal del Colegio Médico (FALMED), constato que la siniestralidad de los casos de presunta mal praxis va en alza, acercándose a las cifras históricas antes de la pandemia. 

Viajar por salud

Al cansancio físico se suma el agotamiento emocional. Desde 2018, Silva menciona que su autoestima se ha deteriorado, y que esto también ha repercutido en su círculo familiar y social. 

Actualmente vive con José, su esposo desde hace ocho años y quien la ha ayudado en todo este proceso. Desde su perspectiva, su esposa sufrió “un cambio brusco y muy doloroso (…) No solamente le afecta una cosa puntual, sino que toda la vida”.

Para ambos, existe una solución, pero fuera de la Región del Biobío. Tienen la esperanza de comenzar un tratamiento en la Clínica de la Universidad Católica, en Santiago. Esto implica un desplazamiento de más de 500 kilómetros, junto con un gasto económico importante. Pero aún así, aseguran estar dispuestos a intentarlo. 

“Nosotros no tenemos una solución definitiva a la salud de mi señora, pero tenemos la esperanza de buscar un especialista fuera de la zona. Ir a Santiago, donde están las clínicas más importantes y los especialistas más avanzados. Queremos ver si hay una alternativa por ahí, con otro costo, pero igual queremos intentarlo”, asevero. 

Es una situación que sucede con frecuencia en Chile. Al igual que Silva, cientos de personas se trasladan a Santiago para acceder a un tratamiento médico. Entre las principales causas se encuentra la falta de especialistas o de centros médicos. De acuerdo con datos entregados por la Superintendencia de Salud en 2023, la región metropolitana concentraba el 59.7% de los especialistas del país. Por lejos le sigue la región de Biobío con un 8,3% y la región de Valparaíso 8,2%.

Es un sistema de salud que impone barreras físicas y estructurales. La imposibilidad de acceder a un tratamiento especializados cerca de su hogar, es la realidad a la que ahora se enfrenta Silva. Ha sido un largo camino, que hoy vislumbra una solución a la distancia.

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