[#FECH2017] Mattias Gallegos, de Pudahuel Sur a Economía y Negocios

Escrito por el noviembre 4, 2016

De polera roja y pañoleta rojinegra, como emulando a los movimientos revolucionarios latinoamericanos de los 60’, en cada video o propaganda de su lista Mattias Gallegos aparece empuñando una bengala, agitando una bandera, encabezando una marcha. Hoy es el rostro más visible de su organización y quien encabeza la “alternativa revolucionaria” que busca liderar la Fech.

“La manga más grande está mal escrita”, le dice una estudiante de primero a su compañera de curso. “¿Por qué?” – le replica su amiga, buscando el plástico gigante que cuelga de un segundo piso. “Dice Mattias, con dos T, y es con una sola po’”. Todas las mangas repartidas por el campus están escritas de la misma manera y en los afiches más pequeños que empapelan las facultades se lee lo mismo: “Mattias Gallegos presidente Fech. Lista A: Vamos Construyendo”14937004_10154588658449647_1398752408_n

Fuera de los carteles y videos propagandísticos el pelao, como le dicen algunos amigos, es un niño bueno más. De bermudas beige, su eterna polera roja y camisa a cuadros llega saludando y sonriendo a Juan Gómez Millas, la cita era para grabarlo en un video sobre las elecciones municipales.

La primera talla que le echamos es que no parece estudiante de la Facultad de Economía y Negocios, él se ríe y nos asegura que pese a llevar cuatro años estudiando en la FEN todavía lo siguen los guardias.  A primera vista, el Matti destaca por su sentido del humor y simpatía. Sus compañeros y compañeras de colectivo reconocen que pese a cualquier cosa él siempre anda con la sonrisa en el rostro.

Mattias con dos T Gallegos es de origen “popular”, como a él le gusta decir. Nació en Santiago Centro hace 22 años y su primer año de vida lo pasó compartiendo una pieza en Sierra Bella con sus padres, un primo, una tía y dos tíos. Luego de eso emigraron a Pudahuel Sur, donde ha vivido toda su vida.

¿Por qué tu nombre tiene dos T?

“(Risas) ¿Eso va a aparecer en la entrevista?”

Sí, yo creo que es muy importante saberlo

“Ya, ¿sinceramente? Es que te podría hacer la broma a ti, pero no te la voy a hacer. Es porque a mi mamá le gustaba un jugador del mundial de Estados Unidos 94 y su nombre era con dos T y una H. A mi mamá no le gustaba mucho el tema de la H entremedio y siempre quiso llamarme Matías, pero quería que de una forma fuera diferente. Así que jugando un día probó cómo se veía solamente con dos T y le gustó. Es por eso nomás, bien simple la historia”.

Matthias Summer, presumimos que es el futbolista que inspiró a su mamá

Matthias Summer, presumimos que es el futbolista que inspiró a su mamá.

Mattias estudió hasta sexto básico en el Colegio Piamarta, a unas cuadras de la Villa Francia en Estación Central. Después de finalizar su enseñanza con un buen rendimiento postuló al emblemático Instituto Nacional y quedó a penas. Sin embargo, su ligazón con la política no comenzaría allí.

“Cuando yo estudiaba en el Nacional la política estaba muy hegemonizada por los partidos clásicos: Juventudes Demócrata Cristiana, Juventudes Socialistas y Juventudes Comunistas y yo nunca comulgué con ninguna de ellas, no tenía cercanía”, cuenta Mattias. El año 2011 participó de una “coordinación de reforzamientos de Historia” durante algunos meses de paro y esa fue su primera tarea organizativa.

A pesar de ir en un curso matemático en el colegio, Mattias anhelaba estudiar Historia en la Universidad de Santiago (USACH). Inspirado en gran parte por el respeto y reconocimiento hacia su profesora del ramo, quien precisamente venía de esa casa de estudios.  Fue ella misma quien lo convenció de no estudiar una carrera en la que “se iba a perder” y apostar por otra cosa.

Con algunas dudas, el año 2013 Mattias entró a estudiar Ingeniería Comercial a la Universidad de Chile. La llegada a FEN no partió de la mejor manera: no se enteró que las clases empezaban una semana antes que en el resto de la universidad y se integró recién en la segunda semana. A partir de ahí comenzaría una historia nueva.

“Mi segunda clase fue Gestión y Empresa y estábamos hablando sobre cómo reducir los costos de una empresa. En eso salió como solución reducir personal y todos estaban de acuerdo, mi profesora, mis compañeros, todos decían que era la solución correcta. Ahí yo me empecé a espantar un poco”.

Al día siguiente partió al Instituto Nacional a conversar con su exprofesora. “Fui a decirle por qué me había mandado para allá, que no me gustaba, que no me sentía cómodo con lo que me enseñaban”. Durante las dos primeras semanas de clases se la pasó prácticamente todos los días yendo al colegio a conversar con su profesora.14712547_581081528751709_2419271203234810655_o

“Ella me decía que era así nomás. Que lo quisiera estudiar en cualquier parte hoy día iba a tener una enseñanza que probablemente no me iba a gustar y que iba a depender de mí, llevar más allá los conocimientos que quería recibir”. Según Mattias, eso fue lo que lo llevó a organizarse con otros compañeros y compañeras.

En menos de un mes, Matti ingresó al colectivo Siembra, cuando Vamos Construyendo no existía aún como organización. En ese espacio encontró las respuestas que no le daban los ramos, el conocimiento formal y a partir de ahí la política universitaria se hizo parte de su cotidiano.

Hoy, para extrañeza de algunos, la FEN es uno de los lugares donde el colectivo Vamos Construyendo tiene mejor recepción y más militantes. Pese a los prejuicios que señalan a la Facultad de Economía y Negocios como lejana a posiciones radicales, en realidad el colectivo Siembra cuenta con una veintena de militantes y desde la mismísima Biblioteca Andrónico Luksic aseguran que “la alternativa revolucionaria es necesaria”.

¿Por qué FEN es un espacio próspero para una apuesta radical?

Sinceramente yo pienso que la FEN no es diferente a otras facultades. O sea, sí hay algunas diferencias en cuanto a la composición socioeconómica de la facultad, pero en términos de lo difícil que resulta organizarse o de lo alejada que está la política de los mismos estudiantes es más o menos similar, quizás en otros espacios se da una cuestión más estética que real.

Nosotros en la facultad (FEN) no hemos transado nunca nuestros contenidos, no hemos hablado de forma diferente, no hemos matizado ninguna de nuestras posiciones. Yo pienso que pasa por cuanto trabajo uno es capaz de levantar y cuan capaz es uno de motivar a los compañeros y eso es lo más importante que hemos logrado hacer. Mucha gente me pregunta por qué a FEN, pero sinceramente yo no encuentro que sea raro, habla solamente del trabajo que se ha llevado a cabo de buena manera.

Mattias explica que pese a los prejuicios y caricaturas que existen hoy en día respecto a “lo revolucionario”, su propuesta se materializa en expresiones concretas desde la Universidad de Chile: recomponer la participación política del estudiante y plantear demandas radicales.

“Nosotros creemos que el movimiento estudiantil necesita demandas de carácter radical, por cuanto sean capaces de apuntar a la raíz del problema de nuestra educación, como lo son el sentido de nuestras disciplinas, el conocimiento, la extensión universitaria, entre otras. Por otro lado, también tienen que tener un carácter popular por cuanto sean capaces de solucionar verdaderamente los problemas del pueblo que estudia, porque sino es muy difícil transformar nuestra educación verdaderamente”.

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